Donnerstag, 10. November 2011

¡Un mediocampo de fantasía!

El anuncio del entrenador Joachim Löw no sólo entusiasmó a los seguidores de la selección alemana, también a todo el mundo del fútbol, a todos aquellos que se deleitan con la belleza (creativa) de este deporte: Mesut Özil y Mario Götze juntos en el mediocampo para el partido amistoso contra Ucrania de este viernes. ¡Qué lujo! ¡Qué fantasía!

No hay duda que de la inédita pareja se espera un acto de magia que dure 90 minutos, los dos mejores futbolistas alemanes del momento, los jugadores con más ideas (sin desestimar las de Toni Kroos), los dos únicos capaces de desequilibrar cualquier sistema adversario en un segundo de genialidad.

La apuesta de Löw, que no es otra cosa que un experimento más de los muchos que ha emprendido en los amistosos recientes (recordemos la introducción del 4-1-4-1 contra Brasil que funcionó con éxito), es una prueba de las capacidades del entrenador alemán, que no pierde oportunidad para probar diferentes formaciones, diferentes sistemas, que le permitan establecer cómo explotar al máximo las cualidades de sus juveniles estrellas.

Con Götze y Özil en el centro de la zona medular, y con Podolski (o Schürrle) y Müller por las bandas, sólo basta definir a quién se le cargará la responsabilidad de velar por la estructura defensiva de Alemania por delante de la línea defensiva.

Para los amantes del fútbol ofensivo, la propuesta de Löw es un manjar; los que observan el juego de una forma más global, en cambio, establecerán rápidamente que la golosina está en otra parte: Alemania someterá a un duro examen su disciplina de defensa.

Según escucho desde el seno de la selección, hacia delante Götze y Özil gozarán de todas las libertades que deseen, podrán moverse a sus anchas; pero serán sus desplazamientos hacia atrás, su vinculación en la recuperación, los que serán evaluados con miras al futuro.

Sami Khedira, o Kroos (o Lars Bender si juega), también será observado con detenimiento (como todos aquellos de la zona posterior) pues contra Ucrania se quiere establecer su (sus) capacidad (es) en el manejo de espacios propios y recorte de aquellos que le queden disponibles al rival cuando se juega con tanta vocación creativa al frente.

Götze y Özil juntos son una promesa de espectáculo y genialidad que demanda que se hipoteque otra parte del equipo. Yo los invito a disfrutar de este mediocampo de fantasía, pero eso sí, no pierdan de vista el comportamiento para disolver la hipoteca. Ese es más importante (así al ojo le resulte menos evidente).

P/S: Es una pena que como parte del experimento se tenga que prescindir de Marco Reus, quien por quinta vez –en esta por culpa de un virus estomacal- debe cancelar su invitación a la selección alemana. Las opciones en el ataque, sin él y sin Miroslav Klose (dolores de rodilla), no son muchas, mejor dicho, es sólo una: Mario Gómez, quien jugará su partido 50 con Alemania. Y ojo, ¡Lukas Podolski podría ser el capitán!

Dienstag, 8. November 2011

¿Cuánto cuesta el título de la Eurocopa?

Para Alemania, calculado sólo desde los premios que recibirían los 23 jugadores de la plantilla que estará en la Eurocopa 2012, el costo es de 6´900.000 euros; en total serán poco más o menos 8 millones ya que el cuerpo técnico, encabezado por el entrenador Joachim Löw, será recompensado de igual forma.

Una inversión respetable que motiva; a la vez arriesgada por parte de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), pues este equipo está más que maduro para un gran trofeo internacional.

Vale la pena detallar cómo se van a repartir los premios, que recibe cada jugador de la plantilla, independientemente de si juega o no, de su rendimiento, o de lo que aporte al triunfo:

- 0 euros por superar la fase de grupos
- 50.000 euros por superar los cuartos de final
- 100.000 euros por la semifinal
- 150.000 euros por la final
- 300.000 euros por el título europeo

Estos son otros tiempos, ahora el rendimiento tiene un precio muy alto, no como en la Eurocopa 1996 (último título internacional alemán) cuando los jugadores recibieron 100.000 marcos (aproximadamente 50.000 euros), o en el Mundial 1990 (último gran triunfo) cuando el premio fue 125.000 marcos por jugador (alrededor de 60.000 euros).

Sólo en una ocasión previa, en el Mundial 2006 celebrado en casa, los futbolistas alemanes de la selección habían tenido en la mira una cantidad semejante de dinero como recompensa por un título; hasta ahora el máximo premio pagado por la DFB fue por alcanzar la final de la Eurocopa 2008, cuando cada jugador recibió –pese a haber perdido contra España- 150.000 euros.

En el Mundial 2010, los jugadores del equipo nacional sólo cobraron 100.000 euros por alcanzar la semifinal (que perdieron, otra vez contra España), y hubieran sido premiados con un máximo de 250.000 euros por haberse llevado la Copa en Sudáfrica. el partido por el tercer puesto no reportó beneficios económicos, se puede decir –sin temor a equivocarnos- que Alemania lo jugó “gratis”, sólo “por el honor”.

P/S: Vale la pena anotar que en la eliminatoria a la Euro 2012 Alemania pagó premios en proporción al número de partidos a los que cada jugador fue convocado. Por partido al que fue convocado cada jugador recibió 18.000 euros; los que estuvieron en la plantilla para los 10 jugados (Manuel Neuer, Holger Badstuber, Philipp Lahm, Thomas Müller, Mesut Özil y Lukas Podolski) recibieron 180.000 euros. La DFB pagó más de 4 millones de euro en premios a 36 jugadores.

Donnerstag, 3. November 2011

Champions: Aún no clasifica ningún alemán

Los clubes de la Bundesliga –Dortmund, Leverkusen, Bayern- todavía no pueden cantar victoria; ninguno de ellos ha logrado su paso a octavos de final de la Champions League, y las cosas ya lucen para unos complicada, y para otros susceptible de complicarse. Veamos.

Bayern Múnich

Por la victoria de anoche se pagó un precio demasiado alto: Bastian Schweinsteiger, lesionado con ruptura de la clavícula y por fuera de las canchas durante mínimo ocho semanas; Holger Badstuber expulsado; Daniel van Buyten regresó a sus andadas, y sus andadas son siempre las mismas, estar muy por debajo del nivel del equipo, cometer errores costosos, demostrar que le falta la constancia de un defensor central de categoría.

Si bien es cierto, al Bayern le bastó una mitad de gran fútbol para derrotar al Napolés, también lo es que cuando se le pierden los papeles (por virtud ajena, o mucho más frecuentemente por desconcentración) es vulnerable y sufre; aún más cuando el “director de orquesta”, Schweinsteiger, falta. Entonces no hay quien maneje el ritmo de juego, quien pise el acelerador o meta el freno en los momentos justos.

El club de Múnich lidera su grupo y nadie duda que sobrevivirá la fase de grupos, especialmente por el gran fútbol que está exhibiendo (ver primer tiempo de anoche contra Napolés), pero el secreto de su llegada a octavos radicará en la capacidad de llenar el vacío dejado por Schweinsteiger. Tampoco hay que olvidar que contra Villarreal está obligado, en su estadio, a conseguir por lo menos un punto en el próximo partido para clasificar.

No se cuenta con ello, pero puede suceder: el Villarreal da la sorpresa, derrota al Bayern en Múnich, Napolés vence al ManCity, y el grupo lucirá diferente. Entonces los alemanes estarán obligados a recoger puntos en Inglaterra, y lo que pudo haber sido un paseo en el grupo estará lleno de dramatismo y podría transformarse en catástrofe.

Leverkusen

En Valencia el árbitro le metió la mano al partido, pero tampoco es que el Leverkusen acumulado meritos a lo largo de la temporada (ni en la Bundesliga, ni internacionalmente) como para ser contando entre los equipos que estarán en octavos de final de la Champions League.

La suerte de los patrocinados por la multinacional Bayer se definirá en su estadio contra el Chelsea. Si les cuento lo que se dice en Alemania, quizás lo entiendan mejor: pocos apuestan por una victoria sobre los ingleses, un empate sería el logro máximo en el que se confía. Claro, un triunfo es posible, y ojala llegue, pero también es posible que a mí me paguen por no trabajar, y eso tampoco ha sucedido, sucede, o sucederá (qué tristeza…).

Hoy por hoy, pese a ser segundo de su grupo, el Leverkusen está más cerca de la Liga de Europa que de octavos de final de la Champions. Como apunte curioso, que muestra lo grave del problema del club alemán, hay que anotar que la nueva gran figura del plantel es Michael Ballack, quien dentro del grupo destaca por su calidad, y su calidad actual es –en un estimado muy subjetivo- el 60% de la que lo llevó a la fama mundial.

El entrenador Robin Dutt aún no encuentra respuestas ni estampa su firma en el funcionamiento del Leverkusen, muy por el contrario, todos los progresos alcanzados por Jupp Heynckes con una tropa joven y prometedora han sido desmontados. Así las cosas, las perspectivas no son brillantes, pero tampoco se está desahuciado.

Dortmund

Lo del campeón de la Bundesliga es para ponerse a llorar: enorme potencial, gran concepto futbolístico, extraordinarios valores individuales, y muy lejos de alcanzar los octavos de final de la Champions.

El entrenador Jürgen Klopp presentó el más crudo y sincero balance de la frustrante participación de su equipo en la Champions League: “los chicos se deleitan con su fútbol, y creen que a punta de diversión y excelentes jugadas y movimientos van a deslumbrar al adversario. Lentamente se han dado cuenta que a este nivel se necesita algo más que simplemente ser buenos, que la calidad no lo es todo y que en una competencia como esta a veces únicamente tenerla no alcanza”.

Al Dortmund le llegó la hora de arriesgarlo todo: al Arsenal, en Londres, debe ganarle; luego en casa debe apabullar al Olímpico Marsella superándolo por un mínimo de tres goles. Además debe esperar lo que haga el Olímpico Piräus griego, que ganando sus dos partidos restantes también podría pasar como segundo en el grupo.

Como en el fútbol se ve de todo, esperemos poder ver al Dortmund pasar de primero en su grupo. (Cuán bonito es soñar…)