El
exitoso debut en Brasil, con goleada 4-0 sobre Portugal, no es del
todo responsable de que repentinamente Alemania tenga que llevar la
carga de la cruz de favorito a ganar el Mundial.
Gran
parte de la responsabilidad le cabe a lo que ha acontecido con los
equipos considerados como fuertes candidatos al título en los
primeros días del Mundial. Ellos están en deuda, o definitivamente
fuera de competencia: el anfitrión Brasil aún no llena las
expectativas; el campeón del mundo y de Europa, España, ya fue
eliminado; Holanda mostró debilidades contra Australia, a Italia
Costa Rica le mostró los límites de su fútbol.
Lo sucedido en los
primeros días del Mundial debería ofrecerle motivos suficientes al
seleccionador alemán Joachim Löw para enfrentar con tranquilidad lo
que queda del evento, al fin y al cabo Alemania es -entre las grandes
favoritas al título- el equipo que mejor impresión ha dejado hasta
ahora.
Los alemanes ven con optimismo cómo a su alrededor el posible
camino a la final del Mundial se despeja de a poco, pero no por ello
pierden de vista que apenas si han dado en esa dirección un paso que
si bien fue grande, debe ser seguido por otro de igual magnitud. Una
victoria sobre Ghana este sábado debe ser la otra mitad del puente
que coloca a Alemania en los octavos de final del Mundial, y la que
definitivamente la eleva a la categoría de MÁXIMA FAVORITA a
abandonar Brasil con la Copa.
En el primer partido en Brasil, contra
Portugal, el seleccionador Löw le dio un gran peso al trabajo
defensivo de Alemania. El orden en la recuperación del balón, y el
control de los espacios que podrían haber sido aprovechados por los
portugueses para desarrollar el juego ofensivo que lidera Cristiano
Ronaldo, fueron claves en la contundente victoria 4-0.
Contra Ghana,
según ha dejado entrever el cuerpo técnico alemán, la apuesta
podría ser diferente, y para ponerla en práctica se acudiría a la
virtud que Joachim Löw desea que se convierta en la característica
principal de su equipo en este Mundial: la flexibilidad. Los
africanos tienen en el ataque su principal arma, y en la defensa su
mayor debilidad. El deseo de Alemania es sacar provecho de ese
desequilibrio.
Pero Löw ya lo dejó claro en la rueda de prensa
previa al partido contra Ghana: el giro en el planteamiento alemán
dependerá en buena medida de la recuperación del defensor central
Mats Hummels, quien se encuentra golpeado en el muslo y todavía
trabaja para alcanzar a llegar en plena forma al segundo partido de
su equipo en el Mundial.
Todo indica que podrá jugar, pero sin él
es muy poco probable que Löw vuelva a optar en esta ocasión por los
“falsos laterales”, esa línea de cuatro defensores centrales al
fondo, pues el puesto de Hummels lo llenaría Shkodran Mustafi, o en
su defecto Matthias Ginter.
El seleccionador sabe que esa apuesta
sería un gran riesgo dado que Alemania se jugaría en este partido
el paso a octavos de final del Mundial entregándole una gran
responsabilidad a un futbolista carente de experiencia internacional.
Mustafi apenas ha jugado 107 minutos con la selección, de ellos 90
en un amistoso libre de cualquier presión contra Polonia hace cinco
semanas. Ginter acumula aún menos, apenas 91.
La alternativa, que
sería además la que quizás mejor se adaptaría al rival de turno,
sería mover a Jerome Boateng a la posición de central y volver a
jugar con verdaderos laterales que profundicen el ataque por las
bandas. Erik Durm y Kevin Grosskreutz son las opciones que Alemania
tiene a disposición en este caso.
El seleccionador Löw aún debe
decidir si empieza el partido con este planteamiento, o si hace uso
de él una vez el partido esté corriendo.Este segundo partido es el
más importante de todos, pues con una clasificación anticipada a
los octavos de final Alemania, de la mano de Löw, gana tranquilidad,
y mucho tiempo, en total hasta 10 días para preparar su siguiente
“final”.
El enfrentamiento contra Estados Unidos que cierra el
grupo sería entonces insignificante, pues desde mañana se puede empezar a
pensar en como superar el escollo que da ingreso a los cuartos. Es
sencillo, basta derrotar a Ghana (lo que ya no es tan sencillo).
Freitag, 20. Juni 2014
Sonntag, 15. Juni 2014
La evolución de un cambio
A Joachim Löw, con mucha razón, le
han dado de palos por su forma de “querer” jugar. El
seleccionador alemán tradicionalmente le ha dado más peso al ataque
que a la defensa. En su visión del fútbol tienen más valor hacer
goles, que evitar recibirlos.
No creo ser el único que le agradece
que esto sea así. El cambio del fútbol alemán de su mano ha sido
gigantesco. De su mano (catapultado por el valiente Jürgen
Klinsmann) Alemania pasó del oscurantismo al renacimiento. Pero lo
nuevo ha perdido con el tiempo su brillo por falta de los títulos.
En este Mundial de Brasil Löw ha
decidido corregir todo lo que le señalan como error. El
comportamiento defensivo de la selección alemana ha sido objeto
reiterado de quejas y malos entendidos. La falta de equilibrio entre
la defensa y el ataque no solo lo valió disgustos fuera de la
selección, también dentro.
Pues bien, Alemania en el Mundial de
Brasil 2014 inclina la balanza. En vez de atacar, se preocupará más
de defender. En vez de volcarse al campo del rival a destrozarlo, se
dedicará a mostrar los dientes cuando lo agredan, y a morder cuando
le ofrezcan carne.
Aunque a muchos les sorprendió, a
aquellos que estuvimos viendo la fase final de la concentración
premundialista de Alemania nos pareció lógico. Marco Reus, la
principal arma ofensiva de Alemania se cae de la convocatoria por
lesión, y el llamado en su lugar es un defensa central, Musfati.
Eso fue la confirmación. Alemania
quiere (por fin, dirán algunos) defender bien. Y ante la ausencia de
laterales de peso, y la necesidad de pasar a Philipp Lahm* al
mediocampo para ganar en seguridad y limpieza en la salida de balón,
pues el entrenador Löw se inventa los “falsos laterales”, los
defensores centrales que van por fuera.
Lahm le da una dimensión diferente al
puesto del libero, y en vez de ir por detrás de la línea de
defensoras, va en solitario por delante de ella con un doble pivote
al frente suyo. Para entender todos esos movimientos tácticos les
recomiendo leer este texto titulado “La estrategia alemana:defender bien”.
Por lo demás, y complementando, o
mejor actualizando el post previo a este, les anunció que:
1-La variación a una línea de cinco
defensores sigue siendo una opción, pero con cuatro centrales de
inicio no será la primordial, y solo aparecerá cuando se use a Durm
o Grosskreutz como laterales clásicos.
2- El “falso 9” le dará paso a
tres atacantes en permanente rotación. Adelante no habrá posición
fija, sino un carrusel en el que quien está por fuera, al siguiente
minuto avanza por el centro.
3- Flexibilidad táctica, variaciones
de sistema según los jugadores en el campo, y una gran profundidad
de banco en el que los suplentes refrescan el equipo, elevan la
calidad y la intensidad con su ingreso, y cambian el trazo del dibujo
estratégico. Esas son las coordenadas alemanas en el Mundial de
Brasil.
Ya puede venir Portugal...
*Un apunte a lo de Lahm como el “libero
contemporaneo”: Si Gündogan hubiera estado, o sí Khedira o
Schweinsteiger hubieran jugado una temporada a pleno, el capitán se
queda de lateral. Pero no fue así, hay que hacer lo mejor de la
situación, y Lahm sube al mediocampo. Gran movimiento, pero también
forzado por las circunstancias más que por la convicción.
Montag, 2. Juni 2014
El decálogo de Joachim Löw: a esto jugará Alemania en el Mundial de Brasil 2014
En Mönchengladbach Joachim Löw nos dejó ver las primeras líneas de lo que quisiera dibujar tácticamente en el Mundial de Brasil. A partir de lo que vi contra Camerún, y lo que conversé al terminar el partido, el seleccionador alemán pretende esto:
1- El lateral derecho será Boateng (aunque nos ponga a temblar)
2- Lahm (de llegar) será el 6
3- Schweinsteiger (como ya lo anuncié hace mucho tiempo) jugará poco (o nada)
4- La línea de sucesión como socio de Lahm tiene de primero a Kroos, de segundo a Khedira (si se pone a tope), de tercero a Kramer (segundo si Khedira no se recupera)
5- Cuando Alemania sea atacada se replegará en línea de 5 con Lahm a la derecha y Boateng de tercer central. Hummels será el clave en la salida.
6- Muchos cruces profundos en diagonal
7- Dos falsos 9 alternados (Múller/Götze)
8- Kroos será el verdadero dueño de la generación de juego
9- Ózil, si juega de titular (que someto a discusión) tendrá un papel muy particular en el 11 de Löw: el anarquista sin Dios ni ley (Löw estaría dispuesto a regalar una plaza confiando en los destellos de genialidad de su jugador fetiche)
10- Ni posesión Pep, ni transición Klopp; ni control del Bayern, ni vertigo del Dortmund. Löw le apuesta en la convocatoria a lo mismo que le apostará en el sistema: la búsqueda del equilibrio entre ambos sistemas. Alemania en Brasil no exagerará con ninguno de los dos. Löw quiere estampar su propia firma.
En el Mundial veremos qué se transforma en realidad de todo esto, por lo pronto les dejo estos dos textos:
1- El análisis del partido contra Camerún
2- El análisis de lo que revela la convocatoria final de Alemania
1- El lateral derecho será Boateng (aunque nos ponga a temblar)
2- Lahm (de llegar) será el 6
3- Schweinsteiger (como ya lo anuncié hace mucho tiempo) jugará poco (o nada)
4- La línea de sucesión como socio de Lahm tiene de primero a Kroos, de segundo a Khedira (si se pone a tope), de tercero a Kramer (segundo si Khedira no se recupera)
5- Cuando Alemania sea atacada se replegará en línea de 5 con Lahm a la derecha y Boateng de tercer central. Hummels será el clave en la salida.
6- Muchos cruces profundos en diagonal
7- Dos falsos 9 alternados (Múller/Götze)
8- Kroos será el verdadero dueño de la generación de juego
9- Ózil, si juega de titular (que someto a discusión) tendrá un papel muy particular en el 11 de Löw: el anarquista sin Dios ni ley (Löw estaría dispuesto a regalar una plaza confiando en los destellos de genialidad de su jugador fetiche)
10- Ni posesión Pep, ni transición Klopp; ni control del Bayern, ni vertigo del Dortmund. Löw le apuesta en la convocatoria a lo mismo que le apostará en el sistema: la búsqueda del equilibrio entre ambos sistemas. Alemania en Brasil no exagerará con ninguno de los dos. Löw quiere estampar su propia firma.
En el Mundial veremos qué se transforma en realidad de todo esto, por lo pronto les dejo estos dos textos:
1- El análisis del partido contra Camerún
2- El análisis de lo que revela la convocatoria final de Alemania
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