Mittwoch, 30. März 2011

Lo que deja la derrota contra Australia

A nadie se le ocurrió que la victoria sobre el huésped australiano estuviera en peligro, para el público el triunfo era tan predecible y poco exigente que apenas si asistió y llenó dos tercios del estadio (la verdad un poco menos); que 8 titulares no estuvieran en la formación no era excusa para albergar dudas, al fin y al cabo los nombres nuevos eran de lo más prominente y prometedor del fútbol alemán.

Sí, era un amistoso para probar cosas y se probaron; no, tampoco era para perderlo y aunque eso puede suceder, la mancha queda en la estadística y no la alivia un resultado positivo de los experimentos porque lamentablemente no se dieron. Se cayó derrotado y para empeorar el panorama no hubo gran cosa de provecho que extraerle a esa derrota ante Australia; aquí el resumen de los más importante.

1- Tim Wiese no es un arquero de selección, ni siquiera de tercero. Para reducirlo menciono sólo al gol del empate australiano, el 1000 en contra de Alemania en toda su historia, que es en gran parte suyo por no jugar con el resto de la línea defensiva y participar en el recorte más tempranamente, su salida fue demasiado tarde para un balón que tuvo un recorrido casi eterno en dirección a su área.

2- Mats Hummels estuvo lejos de su nivel con el Dortmund y para mí desaprovechó su mejor oportunidad de reclamar para sí un puesto en la formación titular alemana pese a que el entrenador Löw le exoneró de culpa en el gol del empate (donde lució muy mal, muy, muy mal) le reconoció un gran comportamiento defensivo (aunque yo varias veces lo vi perdiendo el orden posicional y con problemas para recuperarlo con propiedad) y señaló que el único problema que tiene es el de la apertura del juego. De acuerdo con Löw, Hummels acostumbra con el Dortmund buscar el pelotazo o el pase directo en profundidad porque allí tiene a un Barrios que es genial haciéndose a esos balones; en la selección el entrenador no quiere esos pases largos donde el balón en primera instancia está dividido, él quiere una seguridad en la entrega que permita que desde el fondo la apertura de juego se hilvanada y Hummels no la aporta. Claro, eso lo puede aprender, pero él mismo se pone los obstáculos, porque pese a lo que diga Löw no fue sólo eso lo que no resultó anoche con él.

3- Mario Gómez no es Klose, y para los que pudieron haberlo dudado anoche se quedaron sin motivos. El hispano-alemán totalmente sembrado, su movilidad es igual a 0. ¿Efectivo? Sí, consiguió el gol en su octavo toque de balón en el partido, pero no ayuda en nada a sus compañeros ni les facilita la tarea de encontrarlo. ¡En cambio Klose! Se ofrece por todo lado y propicia el juego en conjunto y pese a su edad (revísenlo en el video) lo da todo como en ese carretón en el minuto 78. Enorme.

4- Como a Christian Träsch no le veremos con mucha frecuencia en el once titular de la selección me limitaré a recalcar que no es coincidencia que los dos goles australianos hayan llegado por su banda.

5- Marcel Schmelzer cumplió como lateral izquierdo, pero tampoco sacó suficiente distancia a su favor como para decir que ganó la carrera por la titularidad. Excusándolo quiero que lean el aparte correspondiente a Lukas Podolski.

6- Sven Bender fue para mí el que mejor cumplió de los nuevos (junto a Schürrle). OK, el entrenador le culpa por el gol del empate, yo no, me parece que estuvo donde tenía que estar (aunque sí perdió de vista al autor del tanto y lo dejó correr a recibir el que fue su propio pase confiando en que su colega en Dortmund Hummels despejaría) en casi todo el partido, algo muy meritorio si observamos lo acontecido con Schweinsteiger (ver su nota). No sólo recuperando y achicando, también generando juego, el gol alemán nace en sus pies y es fruto de una combinación de un trío (Bender-Müller-Schürrle) que se entendió bien pese a no tener demasiado tiempo juntos.

7- Andre Schürrle fue el ganador de la jornada, y eso que jugo por el costado cambiado al suyo, por la derecha. Se integró muy bien en el partido, recorrió largos caminos para ofrecerse como estación al frente y para colaborar con la recuperación en el fondo. Su espontánea sociedad con Müller y Bender deparó algunas de las acciones más destacadas del partido.

8- Bastian Schweinsteiger, herido por la silbatina en Kaiserslautern, quería mostrar en Mönchengladbach de todo lo que es capaz y se encargó a lo largo del partido de pedir (exigir) que le entregaran el balón para echarse todo el juego a sus espaldas. No fue una buena idea pues ese “aquí el veterano soy yo, aquí se marcha a mi ritmo que de los grandes yo soy el que está hoy en la cancha” le robó espacio a la posibilidad de que los recién llegados se sintieran más libres, confiados y cómodos.

9- Lukas Podolski fue todo lo contrario, su actitud fue “con esto yo no tengo nada que ver” y (ver por ejemplo como se queda parado en el primer gol limitado a mirar lo que pasaba) en vez de colaborarle a Schmelzer, su compañero de banda, a ganar confianza en sus desdoblamientos, a darle la certeza de que jugarían juntos, lo ignoró, pocas veces buscó la combinación con él y se negó frecuentemente a ofrecerse como receptor de los balones que el lateral del Dortmund controlaba.

10- Una pena que Mario Götze entrara tan tarde al partido y sólo tuviera una acción digna de mencionar (el pase a Schürrle a poco de terminar el juego). En mi opinión se le debió haber dado la oportunidad desde el arranque pues sus características son mucho más apropiadas que las de Müller para cumplir con la tarea que se le encomendó al del Bayern, la de jugar “a la Özil”. No fue así, otra vez será.

Ahora por favor, revisen el video teniendo en cuenta los 10 puntos anteriores, el panorama entonces es diferente.

Dienstag, 29. März 2011

Alemania vs Australia: Guía de observación

Muchos de los nombres que hoy aparecen en la plantilla titular de Alemania en el amistoso contra Australia no son aquellos a los cuales se está acostumbrado en la selección, por eso creo oportuno entregarles una muy resumida guía rápida de cómo hay que mirar el partido y sus protagonistas.

Se pueden ignorar:

El arquero Tim Wiese, actual tercero en la jerarquía del pórtico alemán detrás de Manuel Neuer y Rene Adler, estará en la Eurocopa porque el grupo lo estima y es uno de sus voceros para eventos “semioficiales” como las visitas a la Canciller Ángela Merkel en cuyo honor siempre tiene que improvisar un discurso. Lo que haga o no haga en la cancha esta noche es irrelevante, no jugará ningún partido de verdad importante.

El lateral Christian Träsch juega hoy porque se le dio libre al capitán Philipp Lahm, titular indiscutible, y porque Jerome Boateng, su suplente designado, se lesionó de la rodilla ayer y tuvo que regresar a Inglaterra antes de tiempo. El del Stuttgart fue convocado esta vez, y muy probablemente lo será también en el futuro, pero sus posibilidades de superar a los dos ya mencionados son limitadas, por no decir inexistentes.

Mario Gómez, quien en la selección sólo tendrá un presente cuando se retire Miroslav Klose, mientras éste esté activo lo del hispano-alemán es pensar en el futuro. Hoy jugará contra Australia, pero con esa formación de un único delantero no tendrá muchos partidos, habrá que esperar cuando se replantee el esquema a dos puntas, allí si valdrá la pena estar muy atentos a cómo actúa, cómo se mueve, qué aporta.

Para seguir con atención

Arne Friedrich regresa a la titularidad y hará todo lo que esté en sus manos (pies y cabeza más precisamente) para justificar su presencia y convencer al entrenador Löw, a la crítica y a la afición de que el puesto es suyo, así, con escritura de propiedad.

Mats Hummels ya no tiene que demostrarle a nadie que es el mejor defensor central alemán, por encima de todos los convocados por Joachim Löw, quien parece ser el único que aún no esta al 100% seguro del jugador del Dortmund. Hoy tendrá que dar un paso más para ratificar lo que todos (con excepción quizás del entrenador nacional) pensamos de él y así acercarse con seguridad a la titularidad.

(OJO: Esta es para mí la formación de centrales que debe ser titular)

A Marcel Schmelzer lo hubiera colocado dentro de los imperdibles si el equipo rival tuviera un poco más de categoría y le exigiera, pero como dudo que Australia vaya a demandar del lateral del Dortmund lo mejor de sí entonces bastará seguirle con atención. Soy optimista que el partido de esta noche será suficiente para ascenderlo al equipo titular.

Toni Kroos muy probablemente vaya en el 11 inicial acompañando a Bastian Schweinsteiger como complemento del doble 6. Será un gran experimento y habrá que ver (de suceder así) cómo se reparten las cargas defensivas y ofensivas; mucho más interesante será verlo cuando marche por la banda como lo hacía en Leverkusen.

¡Imperdibles!

Aún no se sabe si Mario Götze va a asumir el papel de Mesut Özil esta noche, o si irá por Thomas Müller; de cualquier forma no se pueden perder a esta joya del fútbol de 18 años. Muy probablemente que una parte del partido juegue moviendo los hilos creativos y otra se limite más a accionar por el flanco derecho, de ser así podrán ver a Götze cumpliendo dos roles que le van como anillo al dedo. ¡Prepárense!

Una vez (llevado por mis emociones) califiqué a Andre Schürrle como una mejor versión de Podolski para la banda izquierda y reconozco que se me fue la mano porque ambos son jugadores muy distintos y al primero le falta aún hacer todo el recorrido que ha hecho del segundo un pilar de la selección. Sin embargo este Schürrle es un jugador de una calidad excepcional y su futuro con el equipo nacional está garantizado gracias a su inteligencia en el drible y los duelos 1 a 1 (algo que Marko Marin también aporta, aportaba) y a su capacidad de leer y gestar juego colectivo (algo que Marin nunca aporta, aportó). A abrir el ojo.

Y termino aquí con mi preferido, que lamentablemente quizás sólo jugará algunos pocos minutos, tal vez todo el segundo tiempo aunque mi deseo (pensando en ustedes) es verlo todo el partido. Sven Bender es para mi el prototipo del jugador perfecto cumpliendo su tarea, una especie de fantasma robando el balón, achicando espacios, cubriendo los errores de sus compañeros, llenando los huecos que se pueden haber creado en los desdoblamientos, entregando limpio y seguro, sumándose con propiedad al ataque. Y todo en completo silencio, sin ruido, sin nada de tralalala. Si lo envían a la cancha por favor fijen sus miradas en él, de lo contrario es muy probable que se pierdan de lo maravilloso de su fútbol.

Sonntag, 27. März 2011

Nacimiento del Plan B (y un plan C)

Es una pena que una goleada termine acompañada de una silbatina del público; por un lado hay que entender al espectador, por el otro el espectador debe entender al equipo, y esto es algo que obviamente no sucedió en Kaiserslautern durante la victoria 4-0 sobre Kazajstán: Alemania dio en este partido un paso enorme en su futuro táctico que enriquece las posibilidades de títulos internacionales (Euro 2012, Mundial 2014) y el público no se percató de ello. Por fortuna este blog sí, y ustedes lectores al final del texto también.

Empecemos por explicar la actitud de la tribuna que silbó sin descansó al equipo durante el segundo periodo y escogió –acertadamente, aunque es una paradoja- a Schweinsteiger como el objeto de su descontento. El jugador del Bayern, con el marcador 3-0 a favor, fue el que más pases erró al regreso al campo de juego luego de la pausa de mitad de tiempo y para la afición se convirtió en el símbolo de un partido que “debería haber sido” un espectáculo y terminó convertido en puro trámite.

Alemania en los últimos 18 meses se ha malacostumbrado, ya no basta que su selección gane y convenza; no, tiene que brillar y deleitar. Los tres puntos ya no son tan valiosos como el entretener. 5 partidos = 5 victorias, 15 de 15 puntos, y la clasificación a la Euro prácticamente en el bolsillo, no satisfacen; el que lo tiene todo quiere más, así es la vida.

En lo meramente visual es comprensible el desazón de la hinchada, Alemania en el segundo tiempo, con el partido resuelto, se dedicó a otras cosas; los ojos registraron todo eso como un “caminar a media maquina” que no complació, pero esa imagen engaña pues en los segundos 45 minutos Löw, en un partido oficial, insertó modificaciones en el planteamiento táctico que todos esperan que se hagan en los amistosos. Una decisión valiente (pese a la debilidad del rival que la permitió ya que el riesgo era mínimo) pues de esta forma le dio a su esquema y a los jugadores que deben desarrollarlo un aire de “competencia real” de gran valía.

No me refiero a la pareja de centrales (que no fue exigida) ni al lateral izquierdo (Aogo creo que desaprovechó su oportunidad de hacerse al puesto definitivamente con centros imprecisos e inconstantes desdoblamientos) que son dos temas que se mantienen sin resolver.

Se trata más bien del nacimiento (por fin) de un plan B y un plan C en el orden táctico. Löw arrancó con su tradicional 4-3-2-1 (que es más un 4-2-1-2-1 con Özil flotando entre las líneas de los volantes de recuperación y la de la formación de ataque) que no requiere ratificación pues funciona y en sus mejores momentos, cuando se imprime velocidad y se crean los espacios, se aplica con una perfección que genera admiración internacional. OK, contra Kazajstán amontonado en su propia mitad, y con el partido resuelto tan rápidamente, anoche no fue uno de esos mejores momentos, pero eso es otro tema.

En el minuto 65 el entrenador hace el primer cambio (Gómez por Podolski) generando una primera variación en su orden táctico (para mi más el plan C pues es una opción a corto plazo) con el paso a un 4-4-2, un esquema que Alemania manejó durante mucho tiempo con Podolski y Klose adelante, Ballack y Frings en el medio. Anoche contra Kazajstán la pareja de Klose fue Mario Gómez y como consecuencia del refuerzo al frente Özil se desplazó a accionar mucho más tirado a la izquierda mientras Schweinsteiger se echaba a la espalda la responsabilidad de encontrar con sus pases (errados anoche y de allí la silbatina) la apertura de juego ofensivo por el medio y a los costados.

Ese 4-4-2 estuvo lejos de ser efectivo (es sin embargo una opción interesante que el entrenador puede sacarse de la manga de acuerdo al rival) y 13 minutos más tarde Joachim Löw hace su segundo experimento, el más importante para mí por la juventud (y por ello el futuro a largo plazo) de quienes estuvieron a cargo de llevarlo a cabo.

Mario Götze remplaza a Müller, Toni Kroos a Schweinsteiger. La formación adquiere con ellos una flexibilidad enorme y de acuerdo al tránsito del partido es tremendamente elástica ya que es a la vez (de acuerdo a las necesidades que marque el ritmo del compromiso) un 4-1-2-1-2 con Khedira por delante de la línea de cuatro posterior, con Götze (derecha) y Kroos (izquierda) profundizando por las bandas, y Özil actuando a espaldas de los dos delanteros definidos; y un 4-2-2-2 cuando Kroos busca el acompañamiento de Khedira en el medio y Özil va a la izquierda.

Esta variante (para mi el plan B que tanto se ha extrañado en la selección alemana) es muy progresiva y a largo plazo (cuando Klose después de la Euro se retire y de entre Podolski, Müller y Gómez salga una dupla de ataque) una alternativa muy prometedora. Cuando se utilice se tiene en Kroos, Götze y Özil a tres jugadores en capacidad de generar juego y distribuir con propiedad el balón así como de ampliar la oferta ofensiva por las laterales. Además, con Kroos la bisagra no sólo está abierta al ataque sino que de ser necesario se cierra a cumplir tareas meramente defensivas con la garantía de un buen manejo (lo que hoy representa Schweinsteiger, que sigue siendo primera opción).

Triste que la afición haya silbado a Alemania contra Kazajstán sin darse cuenta que la inversión a futuro que se hizo en ese segundo tiempo que tanto les disgustó fue gigante.

Freitag, 25. März 2011

Alemania vs. Kazajstán. El previo

Un rival cuyo mayor triunfo es haber perdido “por sólo” 3-0 en casa contra el tercero del Mundial del 2010; que no ha anotado ningún gol en esta eliminatoria a la Euro 2012; que escasamente ha hecho 26 veces disparos al arco ajeno, 18 de ellos desviados; que aún no anota pero ha encajado 10 goles en contra; no puede ser considerado como “rival”.

La única presión que tiene Alemania es la obligación de golear. Por lo demás el partido está previsto como un paseo en tanque por un parque infantil; lo de ganar se dan tan por descontado, y con un dominio tan abrumador, que no es susceptible de obtener una recomendación a incluirlo en la programación de diversión del fin de semana.

¿Para qué? al fin y al cabo la marcha será unidireccional, lo cual no será divertido sino para los alemanes; no en vano el entrenador Joachim Löw hasta renunció a entregarle información al equipo sobre el contrario, y por ello no hubo esta vez la tradicional sesión de análisis de video, argumentando “no nos va a servir de nada, bastará que juguemos concentrados y mantengamos el ritmo, así ganaremos, que es lo lógico y lo único que podemos esperar”.

Y si Löw no se ocupa del rival, yo tampoco lo haré y más bien le daré una mirada a la alineación de Alemania contra Kazajstán, que se prevé será la siguiente:

Neuer

Lahm – Mertesacker - ? - ?

Khedira – Schweinsteiger

Müller – Özil - Podolski

Klose

A primera vista es la alineación del Mundial, al fin y al cabo no hay razón para cambios: no importa que Lahm esté dedicado a caminar por la banda derecha con la pesadez de un funcionario público que cumple a cabalidad con su deber mirando constantemente el reloj para cerrar la oficina; ni que Mertesacker no sea hoy por hoy ni el mejor, ni uno de los mejores centrales de Alemania; tampoco que Schweinsteiger este ocupado con buscar la forma que lo elevó a la categoría de estrella internacional en el 2010; mucho menos que Klose tenga en el Bayern por delante a un muy efectivo Mario Gómez que no se cansa de marcar.

Löw se la juega con lo que a él y a su sistema le funciona y no ve razones para trasladar los problemas individuales de algunos de sus jugadores en la cotidianidad de la Bundesliga a la realidad de la selección. Y hace bien, por más arriesgado que sea el experimento, porque a) muchos de esos futbolistas ofrecen lo mejor de sí en el equipo nacional (Podolski y Klose son ejemplos del pasado reciente); b) porque el planteamiento táctico alemán con frecuencia le cae mejor a determinados jugadores que impulsados por la positiva dinámica que mueve a la absoluta superan los baches que atraviesan en sus propios equipos.

Así las cosas, y por más que sean los mejores en el día a día de la Bundesliga en sus respectivas posiciones, figuras como Götze, Bender, Gómez o Schürrle tendrán que contentarse con el banco y esperar al amistoso contra Australia (o a que muy temprano el marcador sobre Kazajstán sea tan abultado que permita enviarlos a la cancha, algo que es muy posible pase).

A segunda vista vemos dos signos de interrogación, uno de ellos ya casi eterno, el de lateral izquierdo, y el otro una incógnita, el compañero de Mertesacker como central.

Tengo que empezar por decir que Löw desmontó este viernes todas las especulaciones existentes en torno a Lahm y su posible regreso a la banda izquierda –abriendo así el cupo para Boateng por la derecha- argumentando que 1. quiere un lateral izquierdo de pierna izquierda; 2. que este año trabajará por encontrar soluciones definitivas a la formación defensiva que le ponga de una vez por todas punto final a esa improvisación que caracterizó durante el Mundial (y posteriormente) las formaciones en la línea de fondo, donde ha presentado a lo largo de su historia como entrenador de Alemania 24 distintas.

Sus candidatos son (y creo también en ese orden de acuerdo a lo que pude entrever) Aogo y Schmelzer para la banda izquierda; Hummels por el centro es la otra respuesta del entrenador al interrogante. Löw dio a entender que con esos nombres se la quiere jugar en dirección a la Euro 2012, pero la única razón por la cual aún no los lleva como fijos en su 11 ideal es porque les falta aún dar en la selección el paso definitivo que le convenza de que lo que les ve en la Bundesliga es lo que pueden dar también en el equipo nacional.

Mañana sabremos cómo se resuelve la duda, de Hummels creo que se consolidará; entre Aogo y Schmelzer a mí me gusta más el segundo, pero percibo a Löw mucho más entusiasmado con el primero, entre otras cosas porque le lleva desde hace mucho más tiempo en el seno de la selección.

Mittwoch, 23. März 2011

Selección alemana: uno por uno

Es el primer partido del 2011 y es necesario refrescar un poco la información sobre cómo están las individualidades alemanas al arrancar el nuevo año (el viernes, anunciándolo desde ya, veremos lo relativo al juego colectivo). Claro, con algunas quizás me equivocaré de banda a banda pues una cosa son en sus clubes y otra muy distinta en la selección (caso Podolski), pero de todas formas tengo que intentarlo pues Alemania se juega el 90% de su temprana clasificación a la Eurocopa 2012 (donde ya casi está) este sábado ante Kazajstán.

Arqueros

Manuel Neuer: Decir que el del Schalke pasa por un momento increíble no sería justo ya que ese “momento increíble” se ha sostenido durante meses y meses; la Bundesliga sólo le ha visto un error craso, en partido contra el Fráncfort, pero incluso se le agradece porque esa falla permitió que se escribiera historia al facilitar el gol anotado desde mayor distancia en el fútbol alemán. Ignorado eso Neuer justifica el calificativo de “estrella” y la consideración de que es “uno de los mejores del mundo” jornada a jornada.

Tim Wiese: El del Bremen puede estar tranquilo, la pésima campaña de su equipo no es su culpa, por el contrario él es –pese a los 53 goles encajados- uno de los más constantes de la plantilla, eso si, sin destacarse demasiado. Suplente número 1 de Neuer porque Rene Adler, aquejando molestias musculares, tuvo que cancelar su participación, es y será en la realidad máximo tercer arquero en caso de llegar a la Eurocopa.

Defensas

Arne Friedrich: El mejor central alemán durante el Mundial de Sudáfrica estuvo recuperándose de una lesión hasta muy cercano el final del 2010, a su regreso a las canchas el del Wolfsburgo ha dejado extrañar a los observadores esa calidad y seguridad que le destacó en el pasado verano, lo cual no es sólo culpa suya, aquí también juega un papel importante el entorno colectivo en el que se mueve día a día como parte de un grupo que se desmorona jornada a jornada.

Dennis Aogo: El joven lateral izquierdo del Hamburgo es quizás el jugador que más progresos individuales ha hecho desde el Mundial, eso pese a haber estado lesionado 4 meses y a que aún no alcanza su mejor nivel.

Holger Badstuber: Del prometedor defensor que hace un año se coló en el plantel alemán que fue a Sudáfrica gracias a la excelente campaña con el Bayern hoy no queda sino la sombra de lo que fue y lo que pudo ser; si lo convocaron es más bien porque el entrenador Löw no quiere renunciar a la esperanza de que tal vez Badstuber se convierta en lo que prometió no hace mucho pues su nivel actual no justifica la invitación.

Philipp Lahm: Hay lectores de este blog (Joseba Benito por ejemplo) que coinciden parcial o totalmente con comentarios que escucho llegar con frecuencia de España: desde la Eurocopa del 2008 Lahm dejó de ser un “extraordinario lateral” para (resultado del cambio de banda) convertirse en un “buen lateral”. Más que el paso de la izquierda a la derecha el problema de Lahm es de actitud (no de falta de capacidades), lo suyo es la “burocracia” en el campo de juego, la comodidad, el rendir bajo el principio de “perro viejo ladra acostado”. El del Bayern se ha contentado con vivir de su reputación, con acumular poder en la selección y el club (capitán), y con rendir de forma constante sin cometer grandes errores pero sin exigirse. La verdad no veo que esto vaya a cambiar, aunque escucho que tanto Löw como el Bayern se han propuesto sacarlo de ese letargo mandándolo de nuevo a la izquierda.

Jerome Boateng: Pese a rendir como central en la selección es victima de su pluralidad posicional y mientras no se le asigne una tarea definitiva dará lo mismo que tan bien juegue, no va a jugar. Si Lahm regresa a la izquierda es candidato para la banda derecha.

Mats Hummels: Es sin duda el mejor defensor central alemán del momento, en la selección no ha contado con suerte pero en el Dortmund no se cansa de mostrar su calidad por arriba, por abajo, en la apertura del juego, en el desdoblamiento ofensivo y hasta en la consecución de goles importantes.

Per Mertesacker: El nerviosismo y la inseguridad que fueron evidentes en el Mundial 2010 se han transformado en una característica particular del central del Bremen; OK, quizás ya no luce tan nervioso como en Sudáfrica, pero sigue cometiendo regularmente los mismos errores y el camino a recorrer es largo para llegar a donde ya estuvo: ser el mejor central de Alemania.

Marcel Schmelzer: Aogo podrá ser el jugador que más ha progresado de aquel plantel que fue a Sudáfrica, pero el de Hamburgo tiene el problema que en Dortmund surgió uno mejor que él, uno que ha tenido además más posibilidades de mostrarse. En defensa-ataque Schmelzer es el lateral más equilibrado, pero si Lahm regresa a la izquierda es poco probable que le veamos regularmente con la selección.

Mediocampistas

Mario Götze: El fenómeno alemán del momento, su talento es indiscutible (especialmente cuando el rendimiento es contrapuesto a su juventud) y uno de los mejores jugadores (si no el mejor) a lo largo de la temporada de la Bundesliga llega a tope a la cita con el equipo nacional.

Sven Bender: Es una pena que para Löw algunas veces pese más el recorrido al interior de la selección que el momento que atraviesan determinados jugadores porque de ser así Bender tendría que saltar a la cancha de titular pues supera en su trabajo de recuperación y aporte a la construcción a aquellos que están sembrados. Enorme este chico.

Mesut Özil: Cuan rápido pasa el tiempo, el chico tímido y reservado (incluso en la cancha) de hace apenas unos meses es hoy (el efecto Real Madrid supongo) lo que se sabía que llegaría a ser: un director de orquesta que sin mayor esfuerzo, ni necesidad de llamar demasiado la atención hacia sí con ínfulas de estrella, marca los ritmos a los que sus compañeros se mueven.

Sami Khedira: Su 2011 (para limitarlo a ese periodo) no ha sido ni extraordinario ni decepcionante; cumple sin brillar o ser el mejor (ese es Bender) y tiene a todos contento.

Bastian Schweinsteiger: ¿Cuántos han sido? ¿Uno, quizás dos? Una cosa es segura, no más de tres. Los buenos partidos de Schweinsteiger en este año se pueden contar con los dedos de una mano, el del Bayern no está en su mejor forma.

Christian Träsch: En Stuttgart sin duda uno de los mejores, y como Löw siempre convoca una cuota del Stuttgart lo lógico era invitar al más destacado. Ahora bien, ser bueno en un equipo (momentáneamente) tan malo no significa que el cupo en la selección este justificado; Träsch en un excelente jugador, pero su nominación dejó por fuera a otro que tendría (hoy) más meritos, Kevin Großkreutz.

Toni Kroos: Un acto de fe en el potencial (aún no desarrollado, lo que es una pena) del juvenil volante que poco ha jugado en este 2011 primero por haberse lesionado y luego por obra y gracia de van Gaal en el Bayern. Kroos tiene de todas formas en la selección el mismo problema que en su club, la pregunta sin respuesta ¿y de qué juego?

Andre Schürrle: No hay ningún otro jugador en esta convocatoria de Alemania que pueda exhibir una curva de ascenso tan elevada y constante en los últimos dos meses como la del de Mainz. Schürrle atraviesa por una época excepcional de su carrera y esta se vez se espera que haya llegado para quedarse luego del bajón en su rendimiento terminando el 2010.

Delanteros

Mario Gomez: Las cifras hablan por sí solas, es el goleador de la Bundesliga (19 anotaciones), encabeza todavía la clasificación de artilleros de la Champions League y acumula 30 goles en 38 partidos. No hay nada más que agregar.

Miroslav Klose: El entrenador van Gaal lo condenó al banco, para Löw es titular indiscutible. Los primeros meses del 2011 han sido para Klose muy amargos, especialmente porque su calidad se mantiene intacta.

Thomas Müller: En los meses recientes el goleador del Mundial de Sudáfrica y mejor jugador juvenil del evento ha sido más voluntad que resultados. Müller se esfuerza, eso es innegable, pero las cosas no le resultan con el Bayern; sigue aportando calidad, pero la efectividad de esos aportes ha sufrido.

Lukas Podolski: El Colonia esta temporada se ha mantenido alejado de la batalla por evitar el descenso gracias a él, en la goleada sufrida ante el Hamburgo él le regaló a la afición el mejor gol del partido. Podolski es en esta convocatoria el más constante (por arriba) de todos los baluartes.

Dienstag, 22. März 2011

1860 Múnich: al borde de la ruina

Yo, cada día más viejo, he podido observar que la pobreza deriva de a) carencia de dinero; b) incapacidad para manejar el que se tiene. Así, el rico sigue rico, y se enriquece constantemente porque tiene dinero y lo sabe manejar, mientras el destino del pobre es ser cada vez más pobre porque no tiene dinero, y el que tiene lo administra mal.

En una ciudad como Múnich el principio no es diferente, tampoco lo es en el Múnich del fútbol donde existe un club de la clase media alta y alta (los de la clase media baja y baja son minoría) como el Bayern, y otro del “pueblo” (porque al parecer universalmente el “pueblo” somos los pobres, los iletrados, los que tenemos menos oportunidades) que es el 1860, que de no conseguir en las próximas dos semanas 8 millones de euros (para ellos una fortuna, para los otros apenas el salario anual de una de sus estrellas) tendrá que declararse en bancarrota y despedirse de participar en la Bundesliga.

La historia de los 8 millones, en cuya búsqueda desesperada se encuentran las directivas del club porque de ellos depende poder pagar las obligaciones financiera hasta el final de la temporada y las garantías para la siguiente, es el último capítulo, pero tenemos que empezar por aquí.

El Bayern, el vecino rico, puso a disposición del 1860 los ansiados 8 millones, no directamente, sino a través de un banco de fomento del estado bavaro al que le cedía esta suma por un interés anual del 2% para que éste se lo prestara al necesitado al 4%. ¿Por qué? Porque para el Bayern (el fútbol es un negocio y no una institución de caridad) la bancarrota del 1860 significaría la pérdida de millonarios ingresos anuales, más de 50 hasta el 2025, casi 3 y medio al año.

¿Entienden? ¿No? Es que el 1860 es arrendatario en el Allianz Arena, que le pertenece al Bayern y esos 50 millones son lo que tendría que pagar por usar el estadio hasta la finalización del contrato en el 2025.

La “generosa” acción del Bayern fracasó por celos en la política pues el ministro de finanzas se opuso a la transacción, y también en la política trastabilló la siguiente buena alternativa, la de conseguir un crédito en un banco del cual el alcalde mayor de Múnich, Christian Ude, es miembro de la junta directiva, que no dio el visto bueno.

Ude, el más famoso de los hinchas del 1860 y ex integrante de la mesa directiva del club, al parecer –según los comentarios que circulan en la ciudad- tiene algo que es más grande que el amor por su equipo, y es el desdeño por “los rojos”, el Bayern, que se queda sin más de 50 millones si “los azules” van a la ruina.

Pero bueno, nos estamos adentrando en demasiados detalles de la crisis financiera de este club que no tiene estadio porque en un alarde de querer ser lo que no es se encaramó en la aventura de ser socio de la construcción del Allianz Arena para luego darse cuenta que sus recursos no daban para tanto y tener que bajarse del tren con un equipaje muy pesado, un arriendo a cuestas que tampoco podía pagar, pero que era el mal menor ya que de haberse quedado como “codueño” de esa bella construcción al norte de Múnich ya por lo menos hace tres años que no existiría como club.

Bueno, eso de que el 1860 no tiene estadio no es tan cierto, el suyo, ubicado en un tradicional barrio muniqués, se está cayendo y es utilizado –paradojas de la vida, porque el rico impone sus condiciones- por el segundo equipo del Bayern para competir en la tercera división alemana. El Grünwalder Stadion no consiguió la aprobación de remodelación por parte de las autoridades locales por (¡qué curiosidad!) falta de dinero pues los planes que podía pagar el 1860 no eran viables, y los que sí lo eran requerían que la ciudad asumiera muchos costos cubriendo al club.

Lo peor del caso es que en ese estadio, de declararse la bancarrota, el 1860 máximo podrá jugar una temporada en la Liga Regional pues en el 2012 se inician trabajos de readecuación que tomarán un par de años conviritiendo el lugar en un polideportivo y no en un templo exclusivo del fútbol como era (pese a sus lamentables condiciones) hasta ahora.

El 1860 ha hecho todo lo posible en los últimos meses para mantener su cupo en la Bundesliga: reducido los sueldos de los jugadores unilateralmente en un 10%; vendido a varias de sus más prometedores talentos; recortado la nomina de personal del club en un 30%; ahorrado en 5 meses más de 2 millones en gastos de funcionamiento.

La batalla por sobrevivir continúa… (La batalla eterna del pobre continúa).

Montag, 21. März 2011

Dortmund: una pausa para tomar un respiro

La pausa en la Bundesliga producto de los próximos partidos de la selección alemana (26 de marzo contra Kazajstán en la eliminatoria a la Euro 2012 y 29 de marzo amistoso contra Australia) le va muy bien a muchos equipos para afinar su juego y plantearse mejor lo que será la recta final del torneo. Dortmund es el equipo que más debe ocuparse de sacarle provecho a este descanso, pero otros clubes como el Wolfsburgo, el Bayern y el Mainz también deben hacer lo suyo para beneficiarse.

El actual líder, y hasta hace apenas un par de semanas “campeón virtual” de Alemania, ha aflojado a tal punto la marcha (no su rendimiento, porque no es que de un momento a otro hayan empezado a jugar mal) que su ventaja de 12 puntos sobre el segundo –Leverkusen- ahora es escasamente de 7 pues en las últimos tres fechas ha conseguido 4 de las 9 unidades posibles mientras su más inmediato perseguidor se ha apropiado en ese mismo periodo del 100% del botín: 12 de 12.

En un equipo que ha dominado la temporada con su muy precisa forma de jugar al fútbol pareciera a primera vista atrevido encontrar fallas, pero es evidente que el Dortmund tiene un problema (el mismo que lo dejó por fuera de la Liga de Europa) por resolver pues es el que le ha costado puntos valiosos que –pese a que la diferencia aún es grande- le complica el camino al título porque los perseguidores van cogiendo vuelo.

El problema del Dortmund no es la defensa, ni la recuperación, ni el comportamiento táctico ofensivo, mucho menos el pressing. No, el problema del Dortmund es la transformación de las oportunidades que genera de anotar en gol. Un equipo que manda a cobrar los penaltis a un excelente jugador como Sahin pese a que este repetidamente los pierde (el fin de semana desperdició el cuarto en su cuenta) es irresponsable, insensato e imprudente en el manejo de una ventaja en procura de una victoria.

En el club se escucha que la primera prioridad es mantener la calma, no perder los nervios, no dejarse asustar por una persecución que aún se mantiene a gran distancia; de otro lado se conoce que la falta de efectividad ante el arco rival no se puede ignorar, especialmente porque hasta ahora en casi todos sus partidos el Dortmund registra en las estadísticas el mayor número de disparos a puerta, siempre superando al contrario.

Y otro interesante detalle a corregir es la concentración: en esta temporada el Dortmund ha empatado en cuatro ocasiones a 1 gol, en tres de esos empates (Kaiserslautern, Stuttgart, Mainz) estaba en ventaja 1-0 y en los últimos minutos encajó el gol en contra que igualó el resultado. Por esta vía ha dejado escapar 6 puntos, todo porque el conjunto se relaja una pizca cuando siente el pitazo final cerca.

El Dortmund tiene la fortuna de la pausa de selección para trabajar en la preparación de los siguientes dos partidos que son vitales pues primero se las verá con el tercero de la clasificación (Hannover) y luego con el Hamburgo. Dos enfrentamientos de gran nervio, especialmente porque el Leverkusen teóricamente puede recortar con facilidad ganando sus partidos ante los candidatos al descenso (que quizás por eso sólo en el papel son fáciles pues se jugarán la vida ante el segundo) Kaiserslautern y St. Pauli, llegando luego al verdadero duelo decisivo cargado de buenas experiencias: contra el Bayern en Múnich.

De otro lado al Dortmund le harán falta esta semana Hummels, Schmelzer, Götze y Bender, cuatro de sus pilares que estarán con la selección alemana. Bueno, por lo menos los delanteros estarán a disposición.

Hablábamos al principio que no sólo el Dortmund debe mejorar y el Wolfsburgo fue uno de los ejemplos (Bayern otro pero ya se ha hablado mucho de sus problemas, Mainz no tiene tantos pues está alcanzando sus metas dentro de lo que puede hacer) y el nuevo-viejo entrenador Felix Magath (a quien la Volkswagen le dará un Bentley de rescatar al equipo del descenso) ya dijo cuál es el problema que encontró al hablar enfurecido del empate 1-1 contra el Stuttgart que hasta el último minuto lucía a victoria.

Tirándole el agua sucia a los ex entrenadores McClaren y Littbarski, Magath evaluó: “el equipo está en pésimas condiciones físicas, ahora nos tocará en 10 días adelantar un trabajo de fittness que tomaría 4 meses. Después de eso sólo queda tener fe en que las cosas funcionen y logremos el propósito de mantenernos en primera división”. Y como la falta de condición fue la culpable de que el equipo regalará 2 puntos valiosos en Stuttgart, a los jugadores les espera el famoso “programa Magath”, también conocido como “viacrucis Magath” o “tortura Magath”, o “Guantánamo Magath”.

Freitag, 18. März 2011

La Bundesliga y su concepto de “nuevo”

Ralf Rangnick, ex Schalke, es el nuevo en Schalke; Felix Magath, ex Wolfsburgo, es el nuevo en Wolfsburgo; Jupp Heynckes, ex Bayern, será (al parecer) el nuevo en Bayern; Michael Onning, ya en Hamburgo, es el nuevo del Hamburgo. El fútbol alemán tiene una forma muy particular de entender el significado del adjetivo “nuevo” que técnicamente debería ser remplazado por el más apropiado “reciclado”.

Sólo así se explica el carrusel de los cambios de entrenadores en la Bundesliga, donde a veces pareciera que los entrenadores fueran una colectividad en vía de extinción cuyos contados especimenes tienen una gran capacidad para sobrevivir saltando de un club al otro, o más precisamente, al mismo.

Ralf Rangnick, por ejemplo, tuvo que abandonar hace algunos años el Schalke que hoy lo vuelve a contratar en medio de una disputa sin precedentes con los directivos y con su entonces asistente –al que en aquel entonces calificó de desleal- Mirko Slomka, quien lo sucedió en el banco del club de Gelsenkirchen y hoy está sentado en el del Hannover.

Felix Magath abandonó en la cúspide al Wolfsburgo para ponerse al frente del Schalke, de donde esta semana lo despidieron en medio de velados señalamientos de malversación de fondos, y ahora regresa al club que hizo campeón –con un contrato valido para la segunda división- con el objetivo de rescatarlo del descenso. Lo curioso es que nadie parece tener ni resentimientos, ni remordimientos, ni nada.

Heynckes es un caso muy diciente de esto: al actual entrenador del Leverkusen el Bayern (que lo pretende y lo tendrá) lo reactivo de su retiro con la petición de “por favor, por favor” salvar una temporada post Klinsmann consiguiendo para el club su clasificación a la Champions League. Heynckes lo hizo pero el salvador no fue considerado suficientemente bueno para dirigir el equipo en la siguiente temporada, van Gaal era una alternativa mejor y por eso el veterano entrenador alemán se fue al Leverkusen, de donde hoy los de Múnich lo quieren desprender.

¿Y en Hamburgo? El entrenador Armin Veh no fue considerado apto para continuar en su posición, pero curiosamente su asistente Michael Onning sí y por ello recibió un contrato por dos años. Onning se queda en Hamburgo y es el nuevo entrenador mientras el viejo, con el cual trabajaba y con el cual comparte la responsabilidad de que en el equipo las cosas no marchen, se queda con toda el agua sucia que era –visto objetivamente- de ambos.

Hoy, aquí en el blog, se aprende una lección muy importante del idioma del fútbol alemán: lo “nuevo” no es nuevo.

Mittwoch, 16. März 2011

Si lo dice Figo...

…No tengo que decirlo yo. Ya hemos hablado mucho (vía twitter) del partido de anoche entre el Bayern y el Inter por octavos de final de la Champions; conocemos el resultado, sabemos qué pasó (al Bayern le alcanzó la calidad hasta que el rival se decidió a desnudar sus debilidades), nos enteramos del significado que ello tuvo para la temporada de los de Múnich (se selló así definitivamente un fracaso total). De todas formas quiero dejarles aquí mi charla con Luis Figo, quien accedió a hacer conmigo un balance de lo sucedido en la Allianz Arena desde la perspectiva de los italianos, para los cuales actualmente trabaja como Coordinador del Equipo.

Empecemos con establecer cuál fue el momento que le cambió la cara al partido y lo puso a favor del Inter:

Luis Figo by Latinews

Dienstag, 15. März 2011

Bayern – Inter: el peligro de creer en espejismos

El Inter llega a Múnich a visitar a un equipo que corre el riesgo de engañarse a sí mismo creyendo que tras golear al Hamburgo en el Allianz Arena (6-0) su crisis deportiva está superada, y que gracias al buen resultado obtenido en Milán (1-0) está prácticamente clasificado a los cuartos de final de la Champions League. Atención, hacerle caso al espejismo puede costar la posibilidad de disputar el único título al que aún aspira.

Haber derrotado al Hamburgo de una forma tan contundente pareciera ser el bálsamo que curó las profundas heridas que traía el Bayern tras tres partidos (muy importantes) perdidos en serie, tras el acalorado debate en torno a Louis van Gaal -a quien despidieron de una forma inusual permitiéndole a la vez terminar lo empezado-, y tras la fulminante caída en el rendimiento colectivo e individual de los jugadores.

Pero ese bálsamo es un engaño, un espejismo producto del marcador que alcanza a entusiasmar pero no refleja la realidad, que fue otra: el Hamburgo no atacó, no defendió, no opuso resistencia. El Bayern –para su fortuna o infortuna- tuvo frente a un rival que no mereció ese apelativo, en un entrenamiento normal se encuentra con mayor exigencia, lo único comparable con ese partido es uno contra 11 banderines clavados en el césped con la diferencia que los banderines por lo menos conservan disciplinadamente sus posiciones tácticas, algo que no hicieron los del equipo del puerto.

Los de Múnich no pueden cometer el error de pensar que las genialidades de Ribéry y Robben que caracterizaron el partido del fin de semana, y que la verdad casi se podría decir que fueron EL PARTIDO, significan que las dos estrellas pueden a partir de ahora echarse el equipo al hombro. Eso no es cierto, lo que pasó es que tuvieron tanta libertad de acción, tanto espacio y ninguna marca, que su show estaba garantizado como el del domador de leones con una fiera bajo los efectos de somníferos.

Esta noche en Champions el Inter será otra cosa, los italianos van a atacar (porque necesitan el gol) y es allí donde se podrá ver si el nuevo invento de van Gaal en la retaguardia, formando como pareja de centrales a Daniel van Buyten (¡van Buyten!) y a Luiz Gustavo, con Pranjic por izquierda (donde cumple un aceptable papel apoyando a Ribéry, y uno apenas pasable en la contención) da resultado. El dúo Kroos – Scheweinsteiger despierta menos inquietudes siempre y cuando el primero se tome confianza y realice lo que mejor sabe, ser el motor creativo del doble 6.

Como esta vez Ribéry y Robben si serán custodiados es obligación de Thomas Müller ganar en presencia, ser más activo y romper el muro defensivo del Inter a punta de la movilidad que lo caracteriza y que en el pasado ha demostrado ser un arma eficaz para abrir espacios y crear callejones por los cuales poner a circular el balón y sacar remates al arco.

Y Mario Gómez esta vez –como en Milán- será perdonado en caso de desperdiciar tantas opciones (que no puede volver a darse el lujo de ser tan botaratas como contra el Hamburgo) sólo si anota por lo menos los goles necesarios.

En Milán, en el partido de ida, el Bayern jugó muy aceptable y ganó; que jugó bien no se puede decir ya que de no haber sido por las atajadas de Kraft hubiera sido evidente lo que el resultado ocultó, que su defensa es un colador. Contra el Hamburgo el Bayern, como ya dije, no jugó ni bien ni mal, jugó solo.

Los muniqueses, para pasar a los cuartos de final de la Champions, estarían bien aconsejados en pensar más en lo que funcionó y no funcionó en Milan y olvidar las “inexistentes maravillas” de su triunfo del fin de semana.

Sonntag, 13. März 2011

Hamburgo: tan grande, y a la vez tan chico

En una Bundesliga tan movida en los últimos días, tanto en lo deportivo (7 equipos en pelea contra el descenso, entre ellos grandes como el Bremen, el Stuttgart o el Wolfsburgo; un Núremberg arañando inusualmente las posiciones que llevan a competencias europeas; y el Dortmund empezando a sentir –aunque todavía son 9 puntos- la presión del Leverkusen por el título) como en lo administrativo (van Gaal, el “se va, no se va, se va” de Magath en Schalke) es justo dedicarle unas líneas a un gran club que se comparta con el caos propio de los pequeños: el Hamburgo.

Tras el penoso y humillante 0-6 en Múnich (la derrota más abultada en los últimos 7 años) el arquero Frank Rost, sabiendo que sus palabras le podrían costar (como le costarán) la renovación del contrato que vence el verano, tuvo la valentía de llamar a las cosas por su nombre: “!esto es una locura, así es imposible trabajar! Yo estoy completamente decepcionado y frustrado, con este club sólo se puede perder, lo que están haciendo es lamentable”.

Y lo que están haciendo (Rost se refería a las directivas) o mejor ya se hizo, es el cavar la sepultura del entrenador Armin Veh (“una persona honesta y directa, virtudes que al parecer ya no cuentan en este deporte” dijo el arquero del Hamburgo) quien no continuará al frente del equipo a partir del verano, y por lo tanto ya no tiene ninguna influencia sobre el grupo de futbolistas a los que teóricamente debe exigirles un rendimiento y una disciplina que no está en condiciones –dada su posición de estar despidiéndose a cuotas- fomentar ni imponer.

Pero lo de Veh es apenas el más reciente eslabón en una larga cadena de ya constantes intranquilidades administrativas esta temporada: primero vino el debate en torno a un inversionista que ponía los recursos para adquirir jugadores a cambio de derechos de transferencia; luego el tira y afloje para llevar a Matthias Sammer como director deportivo y cuando estaban anunciando su contratación éste comunicó oficialmente que se quedaría trabajando con la Federación Alemana de Fútbol; la novela alrededor de van Nistelroy y su deseo de regresar al Real Madrid lo cual le negaron para relegarlo luego a la banca de suplentes (con razón porque motivación no tiene y anda herido); a continuación la no renovación del contrato del gerente Bernd Hoffmann, quien despechado (dicen los jugadores, mejor dicho Rost) se marchó de vacaciones a esquiar y se desentendió de las actividades del club.

Y si en los pisos de arriba del Hamburgo las cosas no funcionan, pues mucho menos se puede esperar que abajo, en el gramado, los jugadores entreguen lo mejor de sí. Lo de Múnich, lo dije vía Twitter, fue una aplastante derrota en la que no bastó que el Bayern fuera mejor, sino que los visitantes se rindieron antes de siquiera probar poner resistencia; no hubo voluntad de enfrentar al rival, y el rival sacó lo mejor aceptando la oferta del oponente de no defenderse y bajar los brazos.

Para mí fue ejemplar de esa actitud el rendimiento de Zé Roberto, un jugador que incluso cuando está mal aporta lo suyo, pero en Múnich, en casa de sus ex empleadores, casi 70 mil personas le extrañaron pues sabían que andaba por allí por el estadio, pero muchos al no verlo en la cancha pensaron que quizás estaría en la tribuna. Tal vez el brasilero cambió de color de piel para el partido contra el Bayern, de pronto ahora su tez era verde, de otra forma no se explica su desaparición, que por supuesto no fue tal pues jugó, pero eso sí muy mimetizado con el césped, tanto que era imposible reconocerlo.

Y si eso pasó con un profesional admirable por su ética y honestidad, ¿que se podía esperar del resto? Nada diferente a lo que entregaron: nada.

Me duele un poco ver al Hamburgo navegando por la mitad de la tabla, demasiado malo para el título, demasiado bueno para el descenso, al inicio de cada temporada aspirante al campeonato, al final una frustración. Y así ya durante varios años por culpa de… ¿Por culpa de quién?

Yo me atrevo a mirar hacia arriba, en dirección a las directivas, una plantilla con (por ejemplo en esta campaña) un entrenador bueno como Veh, jugadores de la calidad de Zé Roberto, Marcel Jansen, Elia, Petric, Pitriopa, Westermann, Rost, etc, no puede ser acusad de carecer de potencial.

Donnerstag, 10. März 2011

Lothar Matthäus por fin entrenaría en la Bundesliga

Esta semana, como pocas, los entrenadores ha sido más noticia que los equipos o los jugadores: a van Gaal lo despiden del Bayern pero le piden que se quede hasta el fin de la temporada; a Magath lo quieren echar del Schalke pero nadie se atreve a comunicarlo oficialmente porque el club acaba de hacer historia clasificando a cuartos de final de la Champions League; Armin Veh anuncia que terminado el torneo se marcha de Hamburgo porque las cosas no funcionan, pero más bien lo hace porque llega un nuevo director deportivo que tiene otros planes.

Y ahora anuncian que el histórico jugador alemán Lothar Matthäus, conductor de la selección campeona del mundo en 1990 y actual entrenador de la selección de Bulgaria, podría por fin ver cumplido su sueño de dirigir en la Bundesliga, así sea –para empezar- en la segunda división y precisamente al 1860 Múnich, equipo rival local del Bayern, el que fue siempre su club.

En Alemania la gloria pasada de Matthäus como jugador ha sido opacada por los constantes titulares en torno a su vida privada, sus historias de faldas, sus divorcios, sus portadas en las revistas del corazón como hombre engañado, como hombre nuevamente enamorado, como un conquistador de mujeres (jóvenes); sus triunfos con el balón no los ha podido emular con éxitos en el banco, y eso que ya ha pasado por el Rápido Viena, el Red Bull Salzburgo, el Partisano de Belgrado, la selección de Hungría e incluso un par de cortas aventuras en Israel y en Brasil (Atlético Paranaense).

No en vano el mundo del fútbol en Alemania –donde la estrella de otrora desea sentar huella- se abstiene de ofrecerle seriamente la conducción de un equipo muy a pesar de que él mismo se ofrece, o por lo menos manifiesta estar “dispuesto”.

Tal vez por eso ha sorprendido que en el 1860 Múnich se le quiera, oficialmente el rumor se desmiente, pero las informaciones de buena fuente son que un posible nuevo patrocinador del club ha amarrado la inversión a la contratación de Lothar Matthäus pues ello les garantizaría constante presencia en los medios de comunicación, que es lo que quiere en el fondo el que pone el dinero, aún más cuando el rival local del Bayern con su rendimiento deportivo tiene pocas posibilidades de llenar las primeras páginas de los diarios.

Y así, una decisión de mercadeo y publicidad puede terminar por hacer realidad el sueño de Lothar Matthäus: entrenar un equipo de la Bundesliga.

P/S: La afición del 1860 Múnich está dividida, unos ríen y consideran la noticia como una broma muy buena, otros están alarmados de que pueda ser realidad.

Mittwoch, 9. März 2011

Caos en Schalke

A pocas horas del crucial partido contra el Valencia en octavos de final de la Champions League estalló la bomba en Schalke, una que el principal implicado dice no haber escuchado pero que está ya en todos los medios: las directivas del club alemán tomaron la decisión de despedir al entenador Felix Magath, a más tardar al final de la temporada, idealmente hoy mismo.

No es gratuito ni casual que precisamente hoy se publique la noticia, es obvio que la prioridad de la mesa directiva es deshacerse de Magath, aún a costa de una javascript:void(0)posible participación en los cuartos de final de la Champions League, donde el Schalke tiene las mejores cartas para pasar pues recibe al Valencia en su patio.

La bomba del despido debía estallar hoy, de esa forma se desestabiliza al equipo y se crean las condiciones de un resultado negativo que justifique el despido; si el Schalke gana y se clasifica a la siguiente ronda de la Champions League no habría cómo sustentar el cesar a un entrenador que pone al club en la final de la Copa Alemana y muy lejos en la máxima competencia de clubes europeos.

Es una absurda y bizarra lucha de poderes entre un Magath que pretendió acaparar todo en torno a si pero los resultados (a diferencia de su experiencia en Wolfsburgo) no respaldaron su plan, y un presidente, Clemens Tönnies, que esperó pacientemente hasta el momento en el que su capacidad financiera pesara más que la competencia deportiva del entrenador.

Así pues, ventaja anímica para el Valencia esta noche.

Ahora los dejo aquí con unas declaraciones del peruano Jefferson Farfán sobre el partido y otros temas de interes.

Jefferson Farfan CL by Latinews

Montag, 7. März 2011

En el Bayern la pregunta es ¿y ahora?

Quiero empezar elogiándome, que también es una forma de darle las gracias a mi fuente, al mencionar que a eso de las 10:30 a.m publiqué el siguiente twitt: “Al mediodía las directivas del Bayern se reúnen con van Gaal para que éste presente su "plan de salvación". El entrenador irá hasta verano”. Casi cuatro horas antes de que circularan los primeros reportes de prensa sobre la fórmula de solución a la crisis del club de Múnich, y seis horas antes del boletín oficial, ya yo lo había contado todo gracias a una llamada muy efectiva.

Dicho esto (una caricia a mi ego), entremos en materia: ¿qué deja la era van Gaal? ¿Cómo se va a enfrentar el resto de la temporada? ¿Quién viene?

¿Qué deja la era van Gaal?

Empecemos por lo positivo sin comentario

- Un doblete (Bundesliga y Copa Alemana)
- La participación en la final de la Champions League del 2010
- La consagración de una estrella internacional gracias a un simple movimiento, el de pasarlo de la banda al centro como motor de la recuperación y el primer paso ofensivo: Bastian Schweinsteiger.
- El descubrimiento y apoyo incondicional a un talento único, uno de esos que surge cada 10 años, brindándole la seguridad que le permitió elevarse a las alturas de un goleador de Mundial y mejor talento juvenil de semejante evento: Thomas Müller.

Sigamos con lo aparentemente positivo, con comentario

- Un fútbol ofensivo y agradable a la vista. Tengo que reconocer que al final de la temporada pasada me alcancé a entusiasmar con la propuesta de ataque de van Gaal, pero al igual tengo que confesar que la mayoría de las veces el obsesivo control del balón y la dependencia de la pareja “Robbery”, así como de las acciones de Müller, me llevaban a revaluar el entusiasmo inicial. La propuesta de van Gaal era agradable a la vista cuando marchaba al frente, pero eso ocurría con menos frecuencia que las cada vez más presentes predominantes acciones en horizontal para conservar el dominio de la pelota. Este aspecto para muchos positivo a mí me luce sobrevalorado.
- La valentía de confiar en los jugadores jóvenes. El año pasado en un post en este blog señalé esta característica de van Gaal como uno de sus grandes triunfos, hoy la considero un “bluff” del holandés a quien veo como un apostador con sistema, el de “endeudar” a sus protegidos para luego exprimirles lo más posible. Revisemos: Diego Contento al final no dio la talla como lateral izquierdo (y se supone que él era la razón de peso de van Gaal para negarse a comprar a uno de categoría), Holger Badstuber fue perdiendo su “baño de oro” y terminó “pelando el cobre” (Löw durante el Mundial se dio cuenta a tiempo, el entrenador del Bayern tuvo que resignarse a retirarlo de la titularidad), Thomas Kraft (¡como se va alegrar un lector aquí de nombre Joseba Benito!) debutó con seguridad, hizo luego dos partidos regulares, pescó una EXCELENTE noche (lo fue) en Milán contra el Inter, y luego (lo que no crítico pues lo considero normal) cedió al peso enorme que le pusieron en sus guantes.

Terminemos con lo negativo, sin y con comentario

- Su personalidad. Arrogancia, hambre de poder, complejo de superioridad; todo eso lo puede uno aplicar a van Gaal, alguien que parecía florecer con cada pelea y discusión que generaba, alguien que en ocasiones (por ejemplo con su negativa de reforzar la plantilla) parecía tener por único objetivo mostrarle a las directivas quién mandaba de verdad.
- El “la estrella soy yo”. A Lucio (luego campeón en la Champions League con el Inter) lo espantó sin ni siquiera haber llegado a Múnich; luego se dio a la cacería de Luca Toni y estuvo a punto de dar de baja en la misma faena a Ribéry; Demichelis y van Bommel fueron sus siguientes victimas. Van Gaal no aceptaba estrellas en su plantel, no porque éstas no tuvieran qué aportar, sino porque el entrenador se propuso acaparar todo el resplandor.
- Su terquedad
- Su inflexibilidad
- Su imposibilidad de aceptar errores pese a cargarlos durante largos trayectos (con excepción parcial de Lahm, toda la defensa)
- Carencia de un plan B, lo que como consecuencia lógica supone la carencia de uno C

Cerremos aquí este aparte y avancemos.

¿Cómo se va a enfrentar el resto de la temporada?

No es secreto que a van Gaal no le despidieron porque las directivas del Bayern no encontraron quien le reemplazara a estas alturas de la temporada. ¿Qué va a pasar ahora? La respuesta la entrega la actitud de los responsables del club de Múnich que esperan milagros y confían en que sucedan dos cosas que les permitan alcanzar la meta mínima (única, diría yo) de conseguir clasificarse a la próxima Champions League.

Lo primera cosa que los directivos esperan que suceda es que el “ególatra” herido en su amor propio se proponga demostrarles de lo que es capaz y rescate la temporada como una reacción de despecho.

Lo segundo es que el equipo se solidarice con su entrenador y le regale una salida con la frente en alto en el verano.

La apuesta de mantener a van Gaal es muy peligrosa, de ninguna manera la mejor solución a la crisis, pero para desgracia del Bayern la única que tenían. En el club hay confianza que clarificado el panorama con la decisión de que el holandés no va más acabado el torneo éste les va a escuchar y va a atender sus “sugerencias”. Yo dudo que así sea, van Gaal no va a modificar su comportamiento sólo porque sabe que ya no tendrá más trabajo, temo más bien que por el contrario sus actuaciones van a ser más tercas y empecinadas, que lo va a mover más el lema “ahora si a mi manera”.

Para contestar a este aparte del post me basta decir que no veremos ni otro fútbol, ni otro equipo, ni nada diferente; sólo un Bayern que “todavía” con van Gaal va a intentar tener la razón a toda costa, y eso podría traducirse también como un seguir errando.

¿Quién viene?

En orden especulativo de oportunidades.

- Jupp Heynckes: el actual entrenador del Leverkusen, donde se ha negado a firmar la renovación de su contrato a punta de aplazar las negociaciones, es un excelente amigo del Bayern y de su presidente Uli Hoeness que ya tras la despedida de Jürgen Klinsmann, y previa la contratación de van Gaal, salvó al club de Múnich de una debacle abandonando el retiro en el que se encontraba y de paso redescubriendo su pasión por el banco. Las capacidades de Heynckes no son tema de discusión, y de lo que es capaz tampoco.
- Matthias Sammer: El director deportivo de la Federación Alemana de Fútbol, y ex campeón de la Bundesliga con el Dortmund como entrenador, cuenta con el respeto y la admiración de la mesa directiva del Bayern y si logra resolver su situación contractual actual su camino estaría despejado.
- Martin Jol: Ex entrenador del Hamburgo y recientemente cesado en Ajax, tendría a su favor una filosofía futbolística cercana a la de van Gaal, lo cual es a la vez lo que tendría en contra.
- Guus Hiddink: Su nombre cuenta con el voto unánime de la mesa directiva del Bayern, el obstáculo es su compromiso con la selección de Turquía.
- José Mourinho: Es al que desean, pero al que en el fondo no quieren, o mejor explicado, al entrenador lo desean, a la diva no la quieren.

Hay otros tres grupos de candidatos: 1. a los que de ninguna manera les van a preguntar (Ralf Rangnick por ser considerado “enemigo del club”, Rafael Benitez por las barreras idiomáticas); los que así les pregunten dirán que no (Jürgen Klopp que quiere seguir escribiendo historia en Dortmund); 3. A los que les gustaría ser preguntados y quizás se les cumpla el sueño (Michael Laudrup, Thorsten Fink del Basilea, Markus Babbel del Berlín, Thomas Tuchel del Maguncia)

Pero todos esos nombres son pura especulación. La pregunta ¿quién vendrá? no tiene respuesta.

Sonntag, 6. März 2011

El otro Bayern

¿Por qué siempre hablar del de Múnich? Bayern traduce Baviera, y en Baviera hay otro equipo en la primera división alemana, uno que también viste de rojo pero cuyo estadio está más al norte, uno que en especial en este 2011 le ha regalado grandes alegrías a su afición (no como el otro más al sur y más famoso pero que está distribuyendo amarguras). Hablemos hoy del Nuremberg, el segundo mejor equipo de la segunda vuelta de la Bundesliga (por supuesto detrás del Dortmund) con 5 victorias, 2 empates, apenas una derrota, 17 puntos sumados y una diferencia de goles de +13.

Este fin de semana, por ejemplo, el Nuremberg, donde está alguien a quien yo personalmente (sin ser cercano a él) aprecio mucho (el argentino Javier Pinola), apabulló al St. Pauli por 5-0 con 4 goles de Christian Eigler, y por ocasión 63 en la historia de la Bundesliga un solo jugador anotaba 4 veces en un mismo partido. Curioso es que Eigler llegó a la formación titular luego de que el talento juvenil y máximo artillero del equipo Julian Schieber se convirtiera en baja por lesión.

A la plantilla del Nuremberg (promedio de edad de 24,7, la segunda más baja en Alemania) se le conoce como “el jardín infantil” por la juventud de sus principales figuras: Julian Schieber (quien faltará en las próximas semanas), Mehmet Ekici , Markus Mendler, Marvin Plattenhardt, Philipp Wollscheid, Timothy Chandler y Robert Mak han venido dando lo mejor de sí a pesar de ser todos menores de 21 años.

Pero señalarlos a ellos como únicos responsables de una increíble campaña que los tiene en la posición sexta de la clasificación sería un irrespeto con otros grandes trabajadores como Ilkay Gündogan (un jugador de grandes ideas), Mike Frantz (el que le muestra los colmillos a todos los rivales, y cuando hay que clavarlos no duda en hacerlo), Raphael Schäfer (un arquero que abandonó el equipo rumbo al Stuttgart para luego volver a donde mejor rinde) o el ya mencionado argentino Pinola (cuando hay que ser recio, es recio; cuando hay que aportar pases geniales y sumarse a la ofensiva es incomparable).

El entrenador Dieter Hecking ha encontrado la fórmula perfecta para balancear talento juvenil con experiencia; jugadores de recorrido, sin mayores atributos que el de laborar incansablemente, con un par de genios. No en vano tiene con su fútbol práctico soñando con las competencias europeas a toda una región que a través de los años se había acostumbrado a expresar su cariño no celebrando los triunfos sino acompañando al equipo en las dramáticas luchas por evitar el descenso o conseguir el ascenso. La afición del Nuremberg que antes sufría amando, hoy goza, todavía amando.

Y todos esos seguidores (que no son pocos, no se crea, aunque eso sí, geográficamente limitados pues el club no tiene trascendencia nacional) ven a su equipo acercarse a las competencias europeas del próximo año: esta arañando un cupo en la Liga de Europa y una plaza para la Champions League está a apenas 6 puntos.

La afición (que si lo dice) y las directivas (que no quieren decirlo) saben que esa meta es factible de ser lograda, especialmente si se mira el resto del calendario, que puede ser una bendición, o una maldición. Al Nuremberg le esperan partidos contra 4 equipos que andan escapando de la zona de descenso (Wolfsburgo, Bremen, Colonia y Kaiserslautern) y duelos directos con aquellos que están por encima de ellos en la clasificación (Bayern, Mainz, Dortmund y Hannover). Las posibilidades están allí, que tan lejos llegarán de verdad es algo que ellos mismos pueden decidir.

Aún así, llegando a Europa, el Nuremberg tendrá que reflexionar sobre su futuro pues varias de sus máximas figuras están en préstamo, por ejemplo Ekici (Bayern), Schieber (Stuttgart), lo que pone al club en la difícil situación de estar construyendo sin suficiente capital propio, corriendo el riesgo de quedarse sin fundamento. Pero todo eso se verá llegado el momento, por ahora a disfrutar de lo positivo que viene ocurriendo.

Freitag, 4. März 2011

Más de van Gaal

“Ya estoy harto…” La frase no es mía (aunque podría ser) sino de uno de los colegas periodistas que cubren día a día las actividades del Bayern para uno de los diarios más influyentes en Alemania. Cuando pregunto sobre los detalles del sentimiento contra el entrenador del club de Múnich la respuesta es: “su complejo de superioridad, su ceguera, su exacerbada auto convicción, su desdeño ante nuestra actividad informativa, sus constantes replicas agresivas…”.

Hoy en la rueda de prensa previa al partido contra Hannover, que refleja cuán mal están las cosas en el Bayern cuando se le considera “el partido más importante de la temporada”, todas esas características de van Gaal no salieron a relucir de la forma acostumbrada, aunque tampoco se puede decir que no estuvieran allí.

Con el título de la Bundesliga como un imposible, eliminados de la posibilidad de disputar la final de la Copa Alemana, de cuartos en el actual campeonato con el riesgo de que un mal resultado en Hannover (y un mal resultado sería un empate, ni que hablar de perder) les impida alcanzar un cupo a la próxima Champions League (cuya final se jugará en Múnich), van Gaal enfrentó a los periodistas (que no cesan de especular sobre la fecha de su posible despido) relativamente relajado y dijo:

- “Yo no creo que mi puesto en el banco sea tema de discusión” (el presidente del Bayern, Uli Hoeness, tiene una opinión muy distinta aunque no cuenta con el abierto respaldo del resto de la mesa directiva)

- “Que me despidan no es normal” (opina sobre si cree que eso pasará)

- “No lo tomaré mal, puedo vivir con ello, me parecería normal” (comenta la posibilidad de que definitivamente le cesen si no gana en Hannover)

- “Me da lastima por el cuerpo técnico, no por mi que ya estoy al final de mi carrera” (sobre lo que sentiría en caso de ser despedido)

- “No han cesado de llamarme” (respecto a su posible futuro en otros clubes de terminar su era en Múnich)

- “¿Quién debe suceder a van Gaal? Esa es una difícil pregunta” (que él piensa le complica la vida a las directivas)

- “Si ganamos el mundo se verá distinto”

3 puntos y fin del debate, considera van Gaal. Para los colegas, en cambio, no es el final, sería más bien un nuevo principio y seguirían “hartos”.

Donnerstag, 3. März 2011

Los problemas de Bayern

El Schalke ganó la semifinal de la Copa Alemana en Múnich con gol del extraordinario Raúl (de verdad no hay cómo describir lo que él hace sin tener que elogiarlo), va a Berlín a disputar el título con el Duisburgo gracias a haberle ganado un partido en el que fue el “menos malo”, el “más inteligente”, al Bayern. Y así desembocamos en el tema de este texto, en un análisis de los problemas ya inocultables del perdedor pese a que debería ocuparme de las virtudes del ganador; llámenlo “fascinación Bayern”.

Para entender mejor lo que acontece en Múnich hay que describir un típico manejo del balón del club bavaro (con su mejor formación) saliendo desde su terreno rumbo al arco rival:

1- Saque corto del arquero al central (en caso de existir, de lo contrario puede empezar en el punto 2)
2- El central entrega al otro central
3- El central entrega al lateral
4- El lateral (dependiendo del costado) a) busca a Ribéry/Robben y corre a su espalda a la línea de fondo; b) devuelve al central
5- Reciben Ribéry/Robben buscan el enfrentamiento 1-1 con el defensor rival para a) enganchar hacia adentro y buscar el disparo (la opción preferida del holandés); b) sacar un centro o un pase cruzado(la opción preferida del francés); c) entregar a Schweinsteiger o Müller que viene por el centro; d) iniciar una secuencia de retroceso de las acciones devolviendo al lateral, que devuelve al central, que pasa al arquero, que pasa al central, que pasa al lateral del otro costado, por donde se empieza de nuevo.
6- Llega esta cadena (1 a 5 a,b y c) hasta su eslabón final el resultado es un disparo al arco (en su orden Robben, Müller, Gómez, Ribéry, Schweinsteiger) y/o un rebote (Gómez) que en el mejor de los casos es gol.

Esa es a la vez la descripción del primer problema del Bayern, el automatismo que fue virtud y ahora es lastre porque no hay el más mínimo aporte de espontaneidad, el fútbol en Múnich es extremamente esquemático.

El segundo problema es que a cualquier rival, sea el que sea, le basta con controlar las acciones allí donde se pueden tornar peligrosas, en el punto 5. La mayoría de los equipos optan por cubrir a Ribéry/Robben con 2, 3 jugadores y ahogan la ofensiva bavara, otros lo hacen aún mejor, como el Dortmund el fin de semana pasado, y no sólo apabullan a la dupla franco-holandesa, sino que les roban el espacio para la acción 5d que es principio fundamental de la filosofía de van Gaal “posesión y control del balón”, en esencia toda la razón de ser del balompié en Múnich, la respuesta al por qué se juega como he descrito.

El tercer problema es lógica consecuencia de lo mecánico: la falta de alternativas. En el Bayern son escasos los cambios de frente, los pases cruzados profundos, los ataques por el centro que ofrezcan posibilidades de acercarse al área rival abriendo la cancha, la capitalización de las jugadas con balón detenido.

El cuarto problema es la falta de continuidad en las posiciones. Un equipo cuya máxima es “control del balón” a través de estudiados movimientos necesita algo que (inexplicablemente) van Gaal se ha negado a darle al Bayern: Continuidad.

Podría sonar justo mencionar que por lesiones una gran parte de la campaña del Bayern tuvo que ser planteada por el entrenador con muchas sustituciones obligadas por la emergencia. Pero no es justo, especialmente viendo el presente cuando van Gaal tiene a todos los jugadores a su disposición y cuando no los tuvo tampoco favoreció la adquisición de refuerzos.

Para tomar como ejemplo el partido de ayer van Gaal plantó una nueva pareja de centrales (Breno-Tymoshchuk), enrocó a Pranjic (de lateral izquierdo) y Luiz Gustavo (al lado de Schweinsteiger) cuando (pese a ser esta la mejor opción) venía jugando a la inversa, y el partido terminó con Breno como único central (quien fue acompañado en gran parte del segundo tiempo por Luiz Gustavo), Kroos de volante creativo, Klose como segundo delantero junto a Gómez, van Buyten (originalmente central) de delantero. Un caos.


Y ese caos sí es constante: el 2011 empezó con nuevo arquero, sin socio para Schweinsteiger (tras irse van Bommel) quien en contra de su propia convicción tuvo que jugar largo tiempo de creativo detrás de Gómez, con un defensa central que no lo es (Tymoshchuk), sin un verdadero lateral izquierdo (Pranjic y Luiz Gustavo son medios), y con un Thomas Müller que va flota desconectado de banda a banda, razón por la cual todo el callejón del centro se desaprovecha.

Y el quinto problema, el último en esta lista y en mi opinión el más grave, es la crisis al interior de las directivas del club, divididas en torno al nombre y el fútbol de van Gaal. Hay que ver al presidente del Bayern Uli Hoeness abandonar el estadio (como anoche, como el sábado) para llenarse de miedo, la ira y la frustración están escritas en su rostro; ira por lo que pasa con su equipo (que ya no será ni campeón de la Bundesliga ni de la Copa Alemana y que este jueves se juega el 60% de su posible clasificación a la siguiente Champions League en Hannover) y frustración porque de estar en sus manos ya habría despedido a van Gaal.

Del otro lado Rummenigge, protegiendo y excusando al entrenador en un ejercicio que en alemán se llama “schönreden” y traduce poco más o menos “maquillar la dura verdad”. Y esta situación tiene a van Gaal todavía en la banca pese a que el balance de la temporada ya está hecho: un fracaso.

El holandés tiene dos oportunidades todavía: un triunfo en Hannover este fin de semana (un empate no sirve) y finiquitar el paso a cuartos de final de la Champions League frente al Inter este 15 de marzo en el Allianz Arena. Necesita ambos, sólo uno de ellos no le sirve ni a él ni al Bayern.