Mittwoch, 26. Oktober 2011

¿Fútbol sin cerveza en Alemania?

En el exterior, es decir, allí donde ustedes leen esto, cuando se menciona el nombre de Alemania, hay tres cosas en las que automáticamente se piensa (¿o me equivoco?): fútbol, cerveza y salchicha.

Pues bien, el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Theo Zwanziger, pretende –por tener un conflicto de principios que explicaré a continuación- dejar por lo menos a la selección alemana sin la cerveza, o mejor dicho, sin el patrocinio de este producto que paga por su vinculación comercial 2 millones de euro anuales.

El equipo nacional tiene un contrato, vigente hasta la Euro 2012, con la cerveza Bitburger que el presidente de la DFB se abstiene (por ahora) de renovar ya que la federación participa en una iniciativa del Comité Olímpico, en cooperación con las autoridades de salud, denominada “Disfruta del deporte sin alcohol”.

Zwanziger ve allí un conflicto de intereses pues por un lado el fútbol apoya una campaña para separar al alcohol del deporte, y por otra recibe dinero de un patrocinador que produce cerveza. Eso sí, y vale la pena aclararlo, la marca de cerveza que apoya a la selección nacional no es alcohólica, su contenido tiene 0% de alcohol.

Pese a que aún no hay un NO definitivo por parte de la DFB, en la Bundesliga ya hay preocupación pues en los estadios la cerveza y las salchichas hacen parte de la tribuna como el balón y los guayos de la cancha.

Una negativa de la selección al patrocinio cervecero podría acarrear consecuencias para los equipos profesionales que anualmente recaudan 300 millones de euro en aportes comerciales de las cervecerías.

La Bundesliga pretende defender esa participación de la cerveza en el fútbol profesional y los argumentos no le son escasos: los estatutos contemplan la prohibición de vincular comercialmente a bebidas con un contenido de más del 15% de alcohol, a los equipos juveniles no les es permitido vincular sus actividades con la cerveza. “Al fútbol no le corresponde intentar reparar todos los problemas sociales, ¿qué vendrá entonces después, la prohibición de Coca Cola por que es demasiado dulce?” declaró el presidente del Dortmund y directivo de la liga profesional, Reinhard Rauball.

No sé ustedes qué opinen, yo, por ejemplo, no bebo alcohol (ni en el estadio, ni en ninguna otra parte), pero he visto con cuánta cordura (en lo general) el alemán consume su “bebida nacional”; y para cuando hay riesgos se puede optar por las medidas que ya adoptan Hamburgo, Augsburgo y Colonia: en partidos de alto riesgo (por las emociones) sólo se sirve cerveza sin alcohol.

Montag, 24. Oktober 2011

No se dejen engañar por la derrota del Bayern

Esta afirmación me lleva a moverme por un terreno peligroso, no quiero, ni pretendo, restarle meritos a la victoria del domingo del Hannover sobre el Bayern (2-1), pero aquellos que quieran ver en ella una señal de debilidad, quizás el arribo al pico máximo del rendimiento al que sigue una caída, están equivocados, no vieron el partido, o se están dejando conducir exclusivamente por la información del resultado.

No, aún perdiendo el Bayern no cesa de mejorar; el club de Múnich está lejos de haber llegado al tope de su nivel, apenas lo está insinuando, y su galope en la Bundesliga, así como su trote firme rumbo a ser candidato a la Champions League, no se detuvo en Hannover, donde a lo más se tropezó.

Bastian Schweinsteiger declaró hace una semana, previo al compromiso de Champions en Nápoles, que al Bayern el único en capacidad de frenarlo era el mismo Bayern. Eso fue lo que sucedió esta semana, la más frustrante –y a la vez la más didáctica- de lo que va corrido de la temporada.

En Italia los de Múnich jugaron su PEOR partido desde que el entrenador Jupp Heynckes asumió la dirección del equipo, y aún así, explotando las debilidades del rival, el partido se pudo haber ganado cómodamente. Un empate fue un buen botín, para ambos.

El problema en Nápoles fue la excesiva confianza en sí mismos, en últimas, haber caído en el error señalado por Schweinsteiger. No hay duda (aunque no excusa) que cuando un equipo se da cuenta con cuánta facilidad puede controlar a su enemigo, automáticamente reduce su ritmo de juego al “modo de ahorro”; ante los italianos el Bayern no renunció a su ideal futbolístico de abrir las bandas, darle un buen manejo al balón, combinar por todos los sectores de la cancha, y vincular a todos sus actores en labores defensivas.

El problema (y por eso no ganó) es que lo hizo realizando el mínimo esfuerzo.

Aún recuerdo al Bayern de Hitzfeld apegado a un libreto muy limitado donde su principal arma eran los centros, y aún así hoy se recuerda a ese equipo como garante de triunfos, al igual que con van Gaal, abusando del control de la pelota bajo la máxima “es mejor tenerla así no hagamos nada con ella” dependiendo de las embestidas de Robben y/o Ribéry, en un momento al que a ese fútbol se le llamó (yo también lo hice) “progresivo”.

El Bayern de Heynckes es hoy ya muy superior a esos dos equipos, y va camino a ser todavía mejor en un par de meses si se toma como punto de evaluación el progreso que se le ha visto. Este Bayern tiene algo nunca antes visto en Múnich, y creo en la Bundesliga: alternativas a granel, recursos por montones, ideas en cantidades.

El plan de Heynckes no es el de imponer una idea y de acuerdo a ella jugar al fútbol; no, Heynckes ha logrado que cada jugador aporte lo mejor que tiene, y le ha inculcado a cada uno de ellos, exigiéndolo cuando es necesario, que lo individual, en vez de obstaculizar lo colectivo, lo enriquezca.

Por eso hoy Ribéry no sólo es el genio de las gambetas, sino también el primer tapón defensivo; por eso Toni Kroos, con su perfecta dualidad al momento de entregar el balón o recuperarlo, es símbolo del nuevo Bayern; por eso Schweinsteiger es el nuevo líder silencioso en el grupo, el maestro de ceremonias que no necesita gritar para ser escuchado y entendido.

En Hannover, justamente, el Bayern perdió, pero pocos partidos esta temporada pueden servir mejor para ilustrar todas las posibilidades del club de Múnich: Kroos estrelló un disparo de media distancia en el travesaño, Mario Gómez desperdició por lo menos 4 opciones claras de anotar, a Schweinsteiger el gol se lo negó el paral, a David Alaba (uno de los recursos en el banco) le entró uno y otro de tiro libre se escapó por un pelo. ¡Y todo ello con 10 luego de la expulsión de Jerome Boateng!

Sí, Hannover ganó, y mereció el triunfo, pero no fue en ningún momento superior al Bayern, eso no. Los dueños de casa tuvieron ocasiones de anotar, pero el balance crudo es que los goles de la victoria se los concedió la visita: el primero un penal tonto provocado por Philipp Lahm, el segundo un disparo que desafortunadamente desvió Luiz Gustavo.

El Bayern, perdiendo, mostró (sin la suerte de haber anotado) de qué es capaz en lo futbolístico y en lo moral, pues nunca bajó los brazos, por el contrario, cada vez sacó de la manga más y más ases que a la final, tristemente, no le dieron ningún punto.

Montag, 17. Oktober 2011

El fenómeno Podolski

Cada vez que me preguntan lo digo, así no me crean, o quieran rebatirlo con argumentos sobre la importancia del “colectivo”: el Colonia es Lukas Podolski + 10 asistentes. Cuando él funciona el equipo suma; cuando él no funciona pero sus asistentes sí, los puntos se los lleva el rival.

Esta temporada he tenido la oportunidad de ser testigo constante de esa realidad, he visto en vivo los triunfos y las derrotas del Colonia, que son –reduciéndolo a lo esencial- los triunfos y las derrotas de Lukas Podolski: el 0-3 y el 1-2 en casa contra Wolfsburgo y Nuremberg respectivamente; el 4-1 propinado como visitante al Leverkusen y el 2-0 de ayer sobre el Hannover.

En ambas derrotas enunciadas Podolski estuvo completamente desconectado; en las victorias lució como lo que es en realidad: un jugador de talla mundial, una estrella internacional, el más destacado futbolista alemán de su generación, a la que pertenecen otros gigantes como Bastian Schweinsteiger. Contra Hannover anotó los dos goles del partido, contra Leverkusen marcó también dos y sirvió uno.

Es testimonio de la calidad de Lukas Podolski el que el equipo camine a su ritmo, de otro lado también es una trampa para el colectivo, especialmente porque el jugador tiene muchas cosas positivas, pero la constancia no hace parte de su lista de virtudes personales.

Hay que tener en cuenta que pese a que el amor por su ciudad y su club (Podolski es oriundo de Colonia y producto de su cantera) no este el motor que mueve al jugador a entregar actuaciones del nivel de las que le vimos contra el Hannover y el Leverkusen.

Aquí hay que poner las cartas sobre la mesa para confirmar que el gran aliciente en la carrera profesional de Lukas Podolski es la selección alemana. No es casualidad que en Leverkusen haya hecho uno de sus mejores partidos en muchos años; en duelo directo con el retador por su posición en el equipo nacional, Andre Schürrle, trabajó ejemplarmente en la recuperación del balón, luchó la posesión de la pelota, la defendió, y cuando fue necesario (incluso favorecido por la generosidad de un árbitro que en vez de mostrarle tarjeta se contentó con una reprensión) sacudió violentamente a su rival.

“Aquí estoy yo, y aquí le demostraré por qué yo merezco ser titular en Alemania y no usted, señor Schürrle” parecía ser la consigna de Podolski en ese Colonia – Leverkusen. El duelo lo ganó de lejos, con muchos meritos, opacando a la competencia.

Pero el problema es que Schürrle si es constante, y si bien perdió la batalla personal en la cancha contra Podolski, va adelante en puntos en el conglomerado. La prueba es que el entrenador alemán, Joachim Löw, sigue trabajando sin dejarse confundir en la integración del de Leverkusen a la selección, lo cual vimos todos la semana pasada contra Austria, donde el juvenil anotó un soberbio gol y realizó un gran partido.

Picado en su orgullo, sabiendo que el día anterior Schürrle volvió a sumar puntos importantes en la competencia por la posición en la selección al anotar un GOLAZO (así, con mayúsculas) en el empate a dos entre Mönchengladbach y Leverkusen, Podolski saltó a la cancha el domingo a enfrentar al Hannover convencido (como sucedió) de poder doblegarlo en solitario.

Y si Schürrle hizo un GOLAZO, pues Podolski hizo DOS GOLAZOS. Aún mejor, Podolski fue medio Colonia, un jugador que es todo un equipo. ¡Fenómeno!

Freitag, 14. Oktober 2011

Robben, una estrella que no termina de sanar…

El historial médico del holandés al servicio del Bayern ya llena una biblioteca; aún así, Arjen Robben no se recupera, el apelativo “jugador de cristal” le sigue acompañando sin descanso y en el equipo, pese a que se le espera, cada vez se le necesita menos, algo que no mejora el panorama.

En esta temporada Robben apenas ha jugado 213 minutos, sólo un partido como titular, y si a ello se le suma la baja tras la grave lesión encontrada por los médicos del Bayern luego del Mundial 2010, que lo alejó de las canchas toda la primera ronda de la Bundesliga, se puede decir que el fútbol del holandés (eso sí, siempre espectacular) prácticamente ha sido invisible a lo largo de un año.

En Múnich todos alientan y respaldan a Robben, hablan de su calidad insustituible y de la importancia para el equipo de tenerlo en sus filas. La realidad, sin embargo, muestra otra cosa. Si en la segunda vuelta de la temporada 2010/2011 se le necesitó con tanta urgencia para al final obtener el tan ansiado –y en peligro de no conseguirse- tercer puesto que diera la posibilidad de jugar en la Champions League, hoy la situación es otra.

La verdad, es que el Bayern de Jupp Heynckes ha compensado la ausencia de Robben, algo que van Gaal en su momento no logró. Thomas Müller ha conseguido que la afición se acostumbre a olvidar el nombre de Robben como sinónimo de “salvador”. Además, el grupo formado por el nuevo entrenador en Múnich ha alcanzado un equilibrio en sus líneas que le permite depender cada vez menos de la individualidad, lleve esta el nombre de Franck Ribéry, o como en este caso, el de Arjen Robben.

El balance entre defensa y ataque del Bayern en esta temporada le permite prescindir de los dribles de un gran artista que antes se echaba a la espalda no sólo el show sino los puntos importantes. Nadie quiere aquí desconocer el valor de Robben, pero es preocupante –para él- saber que su ausencia se compensa sin mayores traumas.

De otro lado, quizás esta sea la gran oportunidad del holandés, cuya nueva lesión lo tendrá muy probablemente por fuera de las canchas en lo que resta del 2011 (se habla de 4 semanas antes de poder volver a entrenar, eso es mediados de noviembre, a finales de ese mes tal vez pueda jugar, pero conociendo a Heynckes éste no arriesgará ni una nueva lesión, ni la modificación de un dibujo táctico que le funciona, así que la banca, aún estando plenamente recuperado, es la opción más positiva visto desde la perspectiva de hoy).

Robben debería tomárselo con calma, con mucha calma, darse el tiempo necesario para forrar su musculatura “cristalina” de una armadura que le permita enfrentar las batallas en las que sus armas son tan contundentes.

Y aún mejor sería que la Federación Holandesa de Fútbol, y la selección nacional, le permitieran, para bien de sus aspiraciones en la Eurocopa 2012, le concediera a uno de sus mejores jugadores el margen necesario (y concertado por el club) para llegar al 100 por ciento.

La semana pasada, nuevamente, las directivas del fútbol holandés y el Bayern se volvieron a mostrar los dientes por culpa de las lesiones de Robben. Al finalizar el Mundial el club de Múnich le cayó encima a la selección de Holanda por el manejo que se le dio a los problemas musculares del jugador, pero luego de una larga negociación acordó un partido de compensación en el Allianz Arena.

Hoy la historia es a la inversa, y no sólo el jugador tiene algo que perder –su salud-, también el Bayern que no quiere poner en riesgo los millonarios ingresos del partido contra Holanda. Y en ese ir y venir, el único que sufre es Arjen Robben, que tiene ganas de jugar y entre más tiempo pase, más difícil la tendrá para conquistar de vuelta el lugar que le corresponde, y que actualmente en Múnich ya no suyo de una forma indiscutible.

Montag, 10. Oktober 2011

Los desafíos de la selección alemana

Muchos piensan que con la avalancha de talentos en el fútbol alemán, el entrenador de la selección, Joachim Löw, la tendrá fácil para armar un equipo que pelee el título europeo del 2012. Las apariencias pueden engañar, hay dos posiciones que deparan dolores de cabeza.

Veamos, línea por línea, cómo está la selección alemana, de esta forma nos daremos cuenta de dónde aún se tiene trabajo por hacer, y quizás ello también expliqué el por qué el entrenador Löw no está dispuesto a jugársela con una variante táctica y piensa llegar a la Eurocopa con tres distintas: 4-2-3-1; 4-1-4-1; 4-4-2.

El arco

Manuel Neuer, sin duda, es y seguirá siendo (en tanto se conserve libre de lesiones) el titular indiscutible en Alemania. Su actuación contra Turquía, donde a importantes atajadas para mantener su valla invicta le sumó el inicio de dos goles con su saque de lujo y su inteligente rechazo buscando la banda en territorio enemigo, lo confirmó.

La pregunta es, con el surgimiento de una generación de arqueros de gran nivel en Alemania, quién será su suplente y quién el tercer portero. Tim Wiese, del Bremen, se ha mantenido gracias a que es el que más experiencia aporta en la plantilla, pero no por ser el que representa el estilo de juego que quiere Löw, para quien el inicio del ataque debe tener como posible punto de partido el propio arco.

Ron-Robert Zieler (Hannover) viene empujando com fuerza em busca de um cupo, y El mejor de todos, Marc-André ter Stegen (Moenchengladbach) seguramente va a estar pronto com La selección de mayores, eso pese a que em La Sub21 es apenas el tercero detrá de Kevin Trapp y Oliver Baumann. Todos ellos son jóvenes y prometederos, y no son casos excepcionales pues, para citar sólo otro de gran calidad, allí está Bernd Leno del Leverkusen.

Löw tiene de donde escoger, pero el desafío es hacerlo bien.

La defensa

Philipp Lahm por la izquierda es fijo, su colega en el Bayern Holger Badstuber como central también, pero ¿quién será su socio? Per Mertesacker tiene –por ahora- el respaldo del entrenador Löw, pero Mats Hummels (Dortmund), Jerome Boateng (Bayern) y Benedikt Höwedes (Schalke) –en ese orden- aprietan.

El entrenador alemán, muy inteligentemente, le abrió perspectivas a Boateng y Höwedes por la gran vacante del equipo nacional, la posición como lateral derecho. Dos centrales peleando por una posición que no es la suya, pero que les daría un cupo en la formación titular.

Pero Joachim Löw, por creativo que sea al momento de mover sus fichas de esa manera, dependerá de que sus colegas en el Bayern (Heynckes) y en Schalke (Stevens) pongan con regularidad a los futbolistas a jugar, y probarse en serio, en esa posición como laterales. Boateng tiene una leve ventaja porque en Múnich juega de lateral casi cada segundo partido, Höwedes va perdiendo pues en Gelsenkirchen nunca forma allí.

Ahora bien, en caso de que a Löw no le funcione la apuesta, tendrá que integrar a un verdadero lateral derecho (¿Gonzalo Castro?) y ello sólo funcionará bien en tanto suceda pronto.

Mediocampo

Esta es la zona que más opciones ofrece, y a la vez la que más dolores de cabeza en materia de adopción de sistemas de juego, le depara a Löw. Aquí es donde se decide si se jugará un 4-2-3-1 ó un 4-1-4-1 ó un 4-4-2 con los siguientes jugadores como pilares de cada dibujo táctico: Schweinsteiger, Özil, Müller, Khedira, Kroos, Schürrle, Podolski y Götze.

Como apoyo de reserva están Reus, Holtby, Größkreutz, los gemelos Bender y Rolfes. La calidad a la mano es exuberante, pero no por ello fácil de administrar, y eso lo sabe Joachim Löw, quien tiene el reto de tener que darle a esta zona libertades y responsabilidades que equilibren su calidad.

Delantera

Aquí uno se limita a dos nombres: Miroslav Klose y/o Mario Gómez. Las opciones –hoy por hoy- inician y acaban con ellos. El brasilero nacionalizado alemán Cacau tiende a desaparecer, Stefan Kießling y Patrick Helmes fueron alternativas en el pasado pero ya no tienen presente (por lo menos con la selección) y otros atacantes no hay.

Mentiras, si hay, pero son muy jóvenes e inexpertos: Nils Peterson y Pierre-Michel Lasogga. Eso sí, ambos un muy buen resumen, una gran simbiosis, de lo que son Klose y Gómez, casi se podría afirmar que de mezclarlos a ambos en un laboratorio, lo que resultaría serían los primeros.

Pero Löw tiene que decidir si los necesita o si prescinde de ellos, o de uno de ellos. Un gran dilema.

Freitag, 7. Oktober 2011

Perfección, el nuevo objetivo de la selección alemana

Aunque la selección alemana ya clasificó a la Eurocopa 2012, sus metas siguen siendo altas. Contra Turquía y Bélgica, el equipo de Joachim Löw se ha propuesto cerrar la eliminatoria al torneo con un balance perfecto.

El objetivo de Alemania -que jugará este viernes 7 de octubre contra Turquía en Estambul, y contra Bélgica el 11 de octubre en Düsseldorf- es ganar todos sus 10 partidos en la ronda de clasificación a la Eurocopa 2012. Esa “marca perfecta” sólo la han logrado los alemanes en una ocasión en su historia, en la ruta eliminatoria al Mundial de 1982 en España; en aquella ocasión, sin embargo, el máximo de partidos jugados (todos ganados) fue de ocho, el mismo número de victorias obtenidas hasta ahora por el equipo de Joachim Löw.

“Nuestro objetivo es terminar la eliminatoria a la Eurocopa 2012 con un invicto, eso constituiría un hito histórico; 10 partidos, 10 victorias, ese es nuestro deseo y por eso saldremos a ganar contra Turquía y Bélgica” contó el entrenador Löw y agregó que en esos dos enfrentamientos no realizará experimentos: “esa es la razón por la cual no voy a cambiar la formación en siete u ocho posiciones”.

Pilares tácticos


Y aunque contra Turquía y Bélgica no se exhibirán sustanciales modificaciones tácticas, Joachim Löw contó que desde ya empezará a trabajar en los sistemas con los que enfrentará el reto de la Eurocopa 2012. El anuncio de mayor relevancia hecho por el cuerpo técnico alemán fue el de revitalizar la formación 4-4-2 con los atacantes Mario Gómez y Miroslav Klose como pareja titular.

Ello significa, y así lo dejó claro el entrenador, que Alemania llegaría al máximo torneo continental de fútbol, que se lleva a cabo el próximo año en Polonia y Ucrania, con tres sistemas diferentes muy bien estudiados: el exitoso 4-2-3-1 del Mundial Sudáfrica 2010; el innovador 4-1-4-1 exhibido recientemente con buenos resultados, especialmente en el partido amistoso contra Brasil; y un 4-4-2 que fue el núcleo del juego alemán en la Eurocopa del 2008, donde se coronó subcampeón tras perder la final contra España.

Löw ha señalado también, previo a los partidos contra Turquía y Bélgica, cuál será el pilar del futuro de la selección alemana: “ya no quiero más un doble seis, no pienso jugar con dos volantes de recuperación parados al fondo, lo que deseo es un alto grado de flexibilidad defensiva de todos los jugadores del mediocampo”.

Las claves del entrenador


Flexibilidad es la palabra clave de Alemania en busca de la perfección; el entrenador Löw pretende eliminar la frontera entre jugadores “ofensivos” y “defensivos”, exigiendo de cada uno de los integrantes de la selección –independientemente de la formación táctica- “que participen con propiedad en todas las labores, que sean capaces de recuperar, pero también de desdoblarse con propiedad al ataque”.

Turquía, este viernes, y Bélgica, el próximo martes, serán las primeras estaciones de la selección alemana en la búsqueda de la perfección. Si bien con 10 victorias en la eliminatoria conseguiría un récord histórico, él no constituye un título verdadero. Éste se disputa en la Eurocopa, y allí es donde los entrenados por Joachim Löw deben demostrar que la tan pretendida “perfección” que se persigue ha sido alcanzada.

Donnerstag, 6. Oktober 2011

La lista secreta de la selección alemana

Claro que todos ustedes conocen cuales son los pilares de la selección alemana, aquellos que fijo, fijo, estarán en la Eurocopa 2012: Manuel Neuer, Philipp Lahm, Mesut Özil, Bastian Schweinsteiger, Thomas Müller, Lukas Podolski, Miroslva Klose, Mario Gómez, etc. ¿Pero cuáles son los nombres que el entrenador Joachim Löw tiene en reserva? Aquí se los cuento, tampoco son muchos.

Si empiezan por nombrar a Mario Götze, a Toni Kroos o a Andre Schürrle, permitanme anticiparles que ellos también estarán en la Eurocopa; no, aquí estoy tratando a algunos que no han sido convocados hasta ahora a la selección alemana, pero cuyas oportunidades son altas de convertirse en la “gran sorpresa” que fue para el Mundial 2006 David Odonkor y en la Eurocopa 2008 Marko Marin.

Sidney Sam: el volante ofensivo del Leverkusen tiene algo que le gusta mucho al entrenador Löw, lo mismo que puso en su momento a Odonkor y a Marin en la selección: regate. Es probable que Alemania, dependiendo de los planteamientos tácticos, pueda requerir de sus servicios a la hora de desequilibrar, además (a diferencia de Odonkor y Marin) este jugador aporta mucho en la marcación.

Gonzalo Castro: el hispano-alemán, colega de equipo de Sam, sería la solución definitiva al rompecabezas de Löw en la búsqueda de un lateral derecho. Por esa banda el entrenador alemán ha probado todo lo que ha podido: defensores centrales y mediocampistas. Llegado el momento quizás se vea obligado a resignarse a convocar a un jugador que en Leverkusen brilla donde lo pongan, y que nadie entiende por qué es marginado de la selección, especialmente cuando el cupo que podría ocupar está libre y su experiencia (también en la zona de volantes) le convierte en candidato número 1.

Julian Draxler: el juvenil del Schalke, desde su debut a las órdenes de Felix Magath hace poco menos de un año, ha madurado a pasos enormes y en su equipo ha conquistado, pese a la gran competencia, un cupo, por lo menos como recambio principal, algunas veces hasta es titular. Löw podría tenerlo en la plantilla de la Eurocopa con el objetivo de empezar a integrarlo al grupo con miras a las eliminatorias al Mundial 2014, cuando junto a Kroos, Özil, Müller, Schürrle, Reus y Götze sería la nueva cara de la renovación teutona.

Marc-André ter Stegen: al arquero del Mönchengladbach no hay que presentarlo demasiado, un buen seguidor de la Bundesliga conoce sus capacidades, uno normal seguro que ya ha admirado sus atajadas. Ter Stegen es el arquero del futuro, está, sin hacer parte de un equipo tan fuerte como el Bayern, a un nivel muy cercano al de Manuel Neuer y en Brasil 2014 será mínimo su suplente.

Pierre-Michel Lasogga: El atacante de apenas 19 años que juega en Berlín está ya desde hace algunos meses en el radar del cuerpo técnico de Alemania. Lasogga (en una carrera cabeza a cabeza con el delantero del Bayern Nils Petersen) entusiasma a aquellos que quieren ver ese tipo de goles que caracterizaron a los alemanes en sus mejores momentos históricos: fuerza, olfato y un gran sentido de oportunidad al posicionarse en el área rival. El juvenil atacante tiene a su favor lo que Petersen, con características similares, tiene en contra: jugar en un equipo chico. Otro más del Bayern es difícil de presentar, por eso, llegado el momento, la suerte podría sonreír al de Berlín.

Un campeón de Europa con Alemania juega ahora para Turquía

Ömer Toprak ganó en el 2008, vistiendo el uniforme alemán, el título europeo de fútbol en la categoría Sub 19; este viernes el defensor central del Leverkusen debutará con la selección de Turquía y el rival es Alemania.

Toprak -cuya carrera estuvo a poco de terminar muy temprano, un año después de la conquista del título europeo Sub 19 con Alemania, luego de haber sufrido un grave accidente que lo alejó de las canchas por varios meses- se suma así a una larga lista de jugadores de origen turco formados por clubes alemanes que deciden no representar internacionalmente a su país de nacimiento, optando por vestir el uniforme de la nación de sus padres.

Al igual que Mehmet Ekici (Bremen), Tunay Torun (Berlín), Hamit Altintop y Nuri Sahin (Real Madrid), Ömer Toprak (Leverkusen), cambió de bando. Conversé con él acerca de sus razones.

Para usted debe ser una sensación muy especial debutar con la selección de Turquía, en Estambul, jugando contra Alemania, equipo con el cual usted fue campeón europeo Sub 19.

Sin lugar a dudas, yo crecí aquí en Alemania, aquí tengo a mis mejores amigos y el país es una parte muy importante mía. El partido para mí será muy, muy emocional.

¿Le emociona la perspectiva de jugar contra Alemania?

En primer lugar estoy contento de haber sido convocado por Turquía, no sé aún si jugaré, la plantilla turca es grande, pero sí, yo espero poder jugar, eso me alegraría.

De la selección alemana Sub 19 a la turca de mayores ¿Qué motiva ese cambio de bando?

Yo lo medité durante largo tiempo, siempre me llenó de orgullo el poder jugar para Alemania, pero en los últimos años he notado algunos cambios en mí que me llevaron a pensar de otra forma. Para entenderlo mejor le doy este ejemplo: cada vez que Alemania se enfrentaba a Turquía, yo, pese a haber sido jugador de la selección alemana en las categorías inferiores, apoyaba sentimentalmente a los turcos y les deseaba el triunfo.

¿El peso de los sentimientos?

Sí, y eso es independiente de mi participación como jugador, de sí yo estoy vistiendo el uniforme de Turquía o no. Eso es algo que dice mucho, creo yo.

Algunos medios han comentado que la decisión también se genera porque para usted es más fácil llegar a la selección turca que a la de Alemania, donde la competencia por una posición como defensor central es mucho más exigente contra talentosos rivales jóvenes como Mats Hummels (Dortmund), Holger Badstuber y Jerome Boateng (Bayern), o Benedikt Höwedes (Schalke).

¿Más fácil? No, aquí entran en juego muchos factores, y el principal es que yo, de corazón, quiero jugar por Turquía. De otro lado, yo no hubiera tenido ningún temor en enfrentar la competencia con los jóvenes defensores centrales que usted menciona, todos ellos son muy buenos y yo soy el primero en reconocerlo, pero no por ello debo esconderme, por el contrario. Además, no hay que olvidar que yo hace dos años tuve un accidente grave y que ya nadie contaba con que regresara al fútbol activo y sin embargo, aquí estoy.

¿Pero la falta de perspectivas y oportunidades en la selección alemana también facilitan la decisión de jugar por Turquía?

No, yo juego por Turquía movido por el corazón y no por lo fácil o difícil que es llegar a una selección. Yo sé que tarde o temprano, de habérmelo propuesto así, hubiera podido llegar a la selección alemana, pero el factor más importante fueron mis sentimientos, y ellos se inclinaron en otra dirección.

Ese equipo alemán campeón Sub 19 de Europa 2008 ha aportado ya varios valores a las selecciones de mayores, usted para Turquía, para Alemania el arquero Ron-Robert Zieler y los volantes Sven y Lars Bender. ¿Cree que esa generación va a marcar una era futbolística?

Creo que sí, no sólo algunos de los integrantes de ese equipo están ya en la selección de mayores, la mayoría de los jugadores que ganamos la Eurocopa Sub 19 2008 estamos en clubes importantes y jugando internacionalmente.

¿Ha tenido tiempo para imaginarse cómo va a vivir esa experiencia de debutar con la selección turca contra Alemania?

No, aún no, pero bien sea en la banca, o en la cancha, el partido seguramente me va a llenar de muchas emociones, especialmente pensando que jugamos en Estambul.

Allí debutó hace algunos años, curiosamente también contra Alemania, Nuri Sahin, quien incluso en ese partido anotó un gol…

Sería maravilloso si pudiera repetir esa historia, pero por lo pronto sólo quiero vivir la experiencia y aportar lo que esté en mis manos para conseguir la meta de clasificar a la Eurocopa 2012 donde espero poder participar con Turquía.

Mittwoch, 5. Oktober 2011

Expertos “REC”

A Pedro*, un conocido mío, no se le ha ocurrido la idea de considerarse a sí mismo “sexólogo”, simplemente por el hecho de consumir en grandes cantidades películas porno. Mucho menos se le viene a la cabeza que por tanta pornografía que ve por la pantalla, los demás le escuchen con atención en el papel de “sexólogo”. La verdad es que Pedro (y él lo sabe) no es otra cosa que un “freak” al que uno trata con respeto; allá él con sus pasiones.

De todas formas yo pienso hablar con Pedro, le voy a recomendar que aprenda de los muchos “expertos” en la Bundesliga, el fútbol alemán e internacional, que así se autodenominan por consumir las grabaciones de todos los partidos (o por lo menos eso pregonan) que se juegan en Alemania (y el mundo) cada jornada.

“Pedro” –le diré- “si estas personas son expertos, usted no es por ende un freak como creíamos, usted es un sexólogo al que hay que escuchar con atención”.

A veces me sorprenden los extensos y detallados análisis de estos “expertos” que presumiblemente (no lo sé a ciencia cierta) no conocen un solo estadio alemán (o del mundo), muchos menos las sedes de los clubes más importantes, o el día a día de los torneos que disputan.

La sorpresa la genera, más que el contenido en sí mismo, la fuente a la que se acude: la televisión, las grabaciones de los partidos… No hay nada más engañoso y sesgado que la perspectiva de una cámara; no en vano incluso los mismos comentaristas de televisión están en el estadio, y no en el estudio.

Empezando por la imposibilidad de establecer por si mismos la formación táctica de un equipo, sobre la cual escriben y comentan. ¿Desde dónde ve el televidente el tal 4-4-2, o el 4-2-3-1? Eso, en televisión, sólo se aprecia previo a los partidos en una gráfica generada por los encargados de la transmisión; el espectador en el estadio, el que está allí, tiene la oportunidad de ser testigo de ella.

Luego vienen los halagos y las críticas a X o Y jugador, cuyos movimientos sin balón pasan desapercibidos ante las cámaras, cuya disciplina táctica es imposible de valorar cuando no es protagonista de la imagen en la pantalla. Voy a citar dos ejemplos, con el mismo apellido, de jugadores alemanes que prácticamente nunca se ven en las transmisiones de los partidos de sus equipos por televisión, pero a quienes es una delicia hacerles seguimiento desde la tribuna, y cuyo aporte a sus equipos es enorme: Sven y Lars Bender.

Podría continuar dando ejemplos, pero tampoco quiero extenderme demasiado, al fin y al cabo -lo reconozco- a mí me satisface enormemente encontrar apasionados seguidores del fútbol, eso sí, me desconcierta un poco encontrar por todo lado “colegas” y “expertos” que no son otra cosa que freaks.

Todos pueden expresar sus opiniones, en este mundo lleno de oportunidades de comunicar es fácil; es tarea de cada uno creerle a quien se desee, y considerar experto a quien se quiera.

Yo sólo me limitaré a contarles que a Pedro le he prometido que –desatendiendo si consume más o menos porno frente a una pantalla- le consideraré “sexólogo” el mismo día en que empiece a tener algo regularmente con una chica (o un chico, según sus gustos).

Para los “colegas” y “expertos” del fútbol alemán vale lo mismo: una que otra visita a estadios de la Bundesliga no caería mal. Hasta entonces vale lo de freaks.

*No es su nombre real, él sí…

Dienstag, 4. Oktober 2011

La Bundesliga protege a sus patrocinadores

Ahora que el fútbol de clubes hace una pausa, ajustándose al calendario internacional, y que aún faltan un par de días para el partido entre Alemania y Turquía, es oportuno darle cabida aquí a una noticia al margen de la cancha, pero no por ello menos significativa para el deporte que tanto nos gusta. Se trata de un acuerdo entre la Bundesliga, los patrocinadores del balompié, las autoridades judiciales y los inversionistas. Mucho de dinero, que es lo que mueve esto.

La noticia, incluso aquí, pasó un poco desapercibida (con seguridad aún más lejos de Alemania), pero tiene un gran peso para la financiación de actividades futuras del fútbol profesional en este país.

La semana pasada se reunieron, por convocatoria de las directivas de la liga de fútbol (DFL), representantes de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), el Comité Olímpico Alemán, y la Unión de Patrocinadores (S20), para firmar conjuntamente una declaración en la cual se contemplan las “reglas de juego” necesarias para evitar caer en actuaciones que atenten contra el marco jurídico nacional.

¿Y eso qué es? se preguntarán algunos de ustedes al leer esto; para explicarlo mejor es quizás necesario ilustrarlo.

En casi todos los estadios alemanes hay palcos privados, en su mayoría propiedad de firmas grandes y pequeñas, así como asientos especiales en las tribunas con los sitios más apetecidos y con mejor visibilidad, sobre los cuales, en buena parte, disponen los patrocinadores de los equipos. Eso quiere decir que los lugares en los palcos privados y en las mejores tribunas no se ponen a la venta, sino que se reparten de acuerdo a los huéspedes de dueños y patrocinadores, respectivamente.

Los espectadores con una de esas entradas pueden ingresar al estadio con horas de anticipación al partido, y abandonarlo horas más tarde de su finalización, con la seguridad de no aburrirse ni antes ni después: la atención es de primerísima calidad, con chicas lindas por doquier que leen sus deseos antes de que el visitante pueda formularlo; la comida, que siempre es abundante y deliciosa, es preparada por chefs de cinco estrellas; las bebidas, como los manjares también gratuitas, fluyen sin parar; a veces hasta hay cantantes y un programa especial con artistas diversos

Tener una de esas entradas es casi una entrada a un paraíso mejorado; sí, mejorado porque es el paraíso con fútbol. Pero todo ello sólo es posible con la inversión de mucho dinero, y aquellas firmas y patrocinadores que invierten en atender a sus huéspedes, obviamente no me invitan ni a mí, ni a otros mortales común y corriente, sino a importantes personalidades, acompañadas de sus familias y parejas sentimentales, con las cuales tienen un interés especial de establecer cordiales relaciones que en el futuro –en asuntos de negocios o legislativos- les transforme en interlocutores cordiales y receptivos.

Llámenlo relaciones públicas, o cabildeo, lo cierto es que la frontera que separa esas atenciones especiales de un chantaje, y por ende de la posibilidad de derivar en actos de corrupción y tráfico de influencias, es muy delgada, fina y susceptible de trasgredirse.

La justicia alemana es en estos casos muy quisquillosa, la Fiscalía General observa y controla con gran celo las actividades de este tipo que se llevan a cabo en el estadio, particularmente cuando los invitados son funcionarios públicos, políticos o representantes del gobierno. Pero no sólo estos pueden terminar señalados como “corruptos” o de “pagar favores” (invitación) al tomar decisiones que inclinan la balanza en beneficio de sus anfitriones.

Como consecuencia se presentan dos reacciones:

1- Las firmas y los patrocinadores se abstienen de invitar a determinadas personas y –al ver el sinsentido de sus inversiones en los estadios- se distancian del fútbol y ya no aflojan su dinero con la misma facilidad que antes.
2- Los invitados rechazan la atención –para evitarse posibles problemas con la justicia- y las firmas y los patrocinadores reaccionan al igual que en el punto anterior.

En últimas, quien acepta asistir al estadio invitado por patrocinadores o firmas dueñas de palcos privados, debe contar con la posibilidad de convertirse en “sospechoso” presunto de un delito cometido o por cometer.

Obviamente ni firmas ni patrocinadores están contentas con la situación (aunque debo aclarar aquí que mi experiencia es que esos palcos privados, al igual que las tribunas especiales, siempre están llenas), y su descontento preocupa a la Bundesliga, que ve en peligro los enormes ingresos que obtiene por este concepto, en el caso ejemplar del S20, que es sólo una parte de todo el conglomerado, eso sí la más importante por el peso de sus integrantes (Telekom entre ellos), 500 millones de euro.

Por eso la declaración firmada por los participantes en la reunión de la semana pasada, la que establece las “reglas de juego”, es un paso importante que da la Bundesliga para proteger a sus patrocinadores y al tiempo velar porque todos los involucrados reciban lo suyo. El fútbol, por lo tanto, sus ingresos; los patrocinadores e inventores los contactos de negocio sin que ello sea visto con “malos ojos” por la justicia.