Donnerstag, 3. November 2011

Champions: Aún no clasifica ningún alemán

Los clubes de la Bundesliga –Dortmund, Leverkusen, Bayern- todavía no pueden cantar victoria; ninguno de ellos ha logrado su paso a octavos de final de la Champions League, y las cosas ya lucen para unos complicada, y para otros susceptible de complicarse. Veamos.

Bayern Múnich

Por la victoria de anoche se pagó un precio demasiado alto: Bastian Schweinsteiger, lesionado con ruptura de la clavícula y por fuera de las canchas durante mínimo ocho semanas; Holger Badstuber expulsado; Daniel van Buyten regresó a sus andadas, y sus andadas son siempre las mismas, estar muy por debajo del nivel del equipo, cometer errores costosos, demostrar que le falta la constancia de un defensor central de categoría.

Si bien es cierto, al Bayern le bastó una mitad de gran fútbol para derrotar al Napolés, también lo es que cuando se le pierden los papeles (por virtud ajena, o mucho más frecuentemente por desconcentración) es vulnerable y sufre; aún más cuando el “director de orquesta”, Schweinsteiger, falta. Entonces no hay quien maneje el ritmo de juego, quien pise el acelerador o meta el freno en los momentos justos.

El club de Múnich lidera su grupo y nadie duda que sobrevivirá la fase de grupos, especialmente por el gran fútbol que está exhibiendo (ver primer tiempo de anoche contra Napolés), pero el secreto de su llegada a octavos radicará en la capacidad de llenar el vacío dejado por Schweinsteiger. Tampoco hay que olvidar que contra Villarreal está obligado, en su estadio, a conseguir por lo menos un punto en el próximo partido para clasificar.

No se cuenta con ello, pero puede suceder: el Villarreal da la sorpresa, derrota al Bayern en Múnich, Napolés vence al ManCity, y el grupo lucirá diferente. Entonces los alemanes estarán obligados a recoger puntos en Inglaterra, y lo que pudo haber sido un paseo en el grupo estará lleno de dramatismo y podría transformarse en catástrofe.

Leverkusen

En Valencia el árbitro le metió la mano al partido, pero tampoco es que el Leverkusen acumulado meritos a lo largo de la temporada (ni en la Bundesliga, ni internacionalmente) como para ser contando entre los equipos que estarán en octavos de final de la Champions League.

La suerte de los patrocinados por la multinacional Bayer se definirá en su estadio contra el Chelsea. Si les cuento lo que se dice en Alemania, quizás lo entiendan mejor: pocos apuestan por una victoria sobre los ingleses, un empate sería el logro máximo en el que se confía. Claro, un triunfo es posible, y ojala llegue, pero también es posible que a mí me paguen por no trabajar, y eso tampoco ha sucedido, sucede, o sucederá (qué tristeza…).

Hoy por hoy, pese a ser segundo de su grupo, el Leverkusen está más cerca de la Liga de Europa que de octavos de final de la Champions. Como apunte curioso, que muestra lo grave del problema del club alemán, hay que anotar que la nueva gran figura del plantel es Michael Ballack, quien dentro del grupo destaca por su calidad, y su calidad actual es –en un estimado muy subjetivo- el 60% de la que lo llevó a la fama mundial.

El entrenador Robin Dutt aún no encuentra respuestas ni estampa su firma en el funcionamiento del Leverkusen, muy por el contrario, todos los progresos alcanzados por Jupp Heynckes con una tropa joven y prometedora han sido desmontados. Así las cosas, las perspectivas no son brillantes, pero tampoco se está desahuciado.

Dortmund

Lo del campeón de la Bundesliga es para ponerse a llorar: enorme potencial, gran concepto futbolístico, extraordinarios valores individuales, y muy lejos de alcanzar los octavos de final de la Champions.

El entrenador Jürgen Klopp presentó el más crudo y sincero balance de la frustrante participación de su equipo en la Champions League: “los chicos se deleitan con su fútbol, y creen que a punta de diversión y excelentes jugadas y movimientos van a deslumbrar al adversario. Lentamente se han dado cuenta que a este nivel se necesita algo más que simplemente ser buenos, que la calidad no lo es todo y que en una competencia como esta a veces únicamente tenerla no alcanza”.

Al Dortmund le llegó la hora de arriesgarlo todo: al Arsenal, en Londres, debe ganarle; luego en casa debe apabullar al Olímpico Marsella superándolo por un mínimo de tres goles. Además debe esperar lo que haga el Olímpico Piräus griego, que ganando sus dos partidos restantes también podría pasar como segundo en el grupo.

Como en el fútbol se ve de todo, esperemos poder ver al Dortmund pasar de primero en su grupo. (Cuán bonito es soñar…)

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