A Joachim Löw, con mucha razón, le
han dado de palos por su forma de “querer” jugar. El
seleccionador alemán tradicionalmente le ha dado más peso al ataque
que a la defensa. En su visión del fútbol tienen más valor hacer
goles, que evitar recibirlos.
No creo ser el único que le agradece
que esto sea así. El cambio del fútbol alemán de su mano ha sido
gigantesco. De su mano (catapultado por el valiente Jürgen
Klinsmann) Alemania pasó del oscurantismo al renacimiento. Pero lo
nuevo ha perdido con el tiempo su brillo por falta de los títulos.
En este Mundial de Brasil Löw ha
decidido corregir todo lo que le señalan como error. El
comportamiento defensivo de la selección alemana ha sido objeto
reiterado de quejas y malos entendidos. La falta de equilibrio entre
la defensa y el ataque no solo lo valió disgustos fuera de la
selección, también dentro.
Pues bien, Alemania en el Mundial de
Brasil 2014 inclina la balanza. En vez de atacar, se preocupará más
de defender. En vez de volcarse al campo del rival a destrozarlo, se
dedicará a mostrar los dientes cuando lo agredan, y a morder cuando
le ofrezcan carne.
Aunque a muchos les sorprendió, a
aquellos que estuvimos viendo la fase final de la concentración
premundialista de Alemania nos pareció lógico. Marco Reus, la
principal arma ofensiva de Alemania se cae de la convocatoria por
lesión, y el llamado en su lugar es un defensa central, Musfati.
Eso fue la confirmación. Alemania
quiere (por fin, dirán algunos) defender bien. Y ante la ausencia de
laterales de peso, y la necesidad de pasar a Philipp Lahm* al
mediocampo para ganar en seguridad y limpieza en la salida de balón,
pues el entrenador Löw se inventa los “falsos laterales”, los
defensores centrales que van por fuera.
Lahm le da una dimensión diferente al
puesto del libero, y en vez de ir por detrás de la línea de
defensoras, va en solitario por delante de ella con un doble pivote
al frente suyo. Para entender todos esos movimientos tácticos les
recomiendo leer este texto titulado “La estrategia alemana:defender bien”.
Por lo demás, y complementando, o
mejor actualizando el post previo a este, les anunció que:
1-La variación a una línea de cinco
defensores sigue siendo una opción, pero con cuatro centrales de
inicio no será la primordial, y solo aparecerá cuando se use a Durm
o Grosskreutz como laterales clásicos.
2- El “falso 9” le dará paso a
tres atacantes en permanente rotación. Adelante no habrá posición
fija, sino un carrusel en el que quien está por fuera, al siguiente
minuto avanza por el centro.
3- Flexibilidad táctica, variaciones
de sistema según los jugadores en el campo, y una gran profundidad
de banco en el que los suplentes refrescan el equipo, elevan la
calidad y la intensidad con su ingreso, y cambian el trazo del dibujo
estratégico. Esas son las coordenadas alemanas en el Mundial de
Brasil.
Ya puede venir Portugal...
*Un apunte a lo de Lahm como el “libero
contemporaneo”: Si Gündogan hubiera estado, o sí Khedira o
Schweinsteiger hubieran jugado una temporada a pleno, el capitán se
queda de lateral. Pero no fue así, hay que hacer lo mejor de la
situación, y Lahm sube al mediocampo. Gran movimiento, pero también
forzado por las circunstancias más que por la convicción.
Daniel, ¿recuerdas el gran partido del "falto de ritmo" de Schweinsteiger contra Chile? ¿Porqué se le pone por detras de Lahm y sobre todo por detrás de Khedira? no entiendo por que dejar que Boateng nos siga metiendo sustos en la lateral izquierda si Lahm puede cubrir con excelencia desde ahi y contribuir al ataque. Schweinsteiger podría hacer lo de Lahm en el medio, sabe muy bien mover en esa posición.
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