Donnerstag, 5. Januar 2012

Amenaza de colapso en el Mönchengladbach

No sé ustedes, pero yo disfruté al máximo el fútbol practicado por el Mönchengladbach en la primera ronda del actual campeonato alemán. No fueron sólo los resultados, lo que más me impresionó (y esta temporada he estado -por fortuna- muy cerca del equipo) fue su forma de jugar.

El merito mayor es del entrenador Lucien Favre y su olfato para formar una columna vertebral compuiesta por el portero Marc-André ter Stegen, el defensor central Dante, el creativo venezolano Juan Arango y la definición del súper-talento Marco Reus. Todos ellos contaron con el apoyo funcional de jugadores no menos valiosos como el lateral izquierdo Filip Daems, los medios defensivos Roman Neustädter y Havard Nordtveit, el ágil Patrick Hermann en el ataque y un delantero muy sacrificado al colectivo, una especie de 9 ½, un centroatacante con la fineza de un 10 clásico, Mike Hanke (a quien aún no se le reconoce todo el valor que tiene en este grupo).

El Mönchengladbach se fue a vacaciones de invierno siendo cuarto en el torneo, a apenas cuatro puntos del líder (Bayern), a uno de las posiciones 2 y 3 (Dortmund, Schalke), y bastante lejos (cuatro y siete puntos respectivamente) de sus más inmediatos seguidores (Bremen y Leverkusen). No vale la pena resaltar la sorpresa que está dando el equipo que el torneo anterior estuvo a nada de descender a segunda división, de eso ya se ha escrito mucho.

El Mönchengladbach, hoy, está clasificando a Champions League. Y lo mejor, supera por 10 puntos al equipo que ocupa la séptima casilla (Hannover), que es la última que otorga un cupo en competencias internacionales a un club alemán.

La campaña del Mönchengladbach es maravillosa. ¿O fue maravillosa?

Esa es la gran duda surgida ayer tras conocerse que Marco Reus, la máxima estrella del conjunto, el jugador desequilibrante, el que marca la diferencia y anota los goles importantes, abandona el club el próximo verano con destino a su equipo de origen, el Dortmund.

OK, se va Reus, se contaba con ello… Pero no se contaba con que oficialmente el volante de contención Roman Neustädter, otro importante en el esquema de Favre, también hiciera pública su partida al final de la temporada tras negarse a aceptar la oferta de renovación de su contrato.

Y cuando se tiene en cuenta que las negociaciones con el venezolano Juan Arango están “estancadas”, que aún reina incertidumbre sobre su futuro más allá de junio del 2012, cuando vence su vínculo laboral en Mönchengladbach, lo que uno ve desde afuera, a primera vista, es un grupo que se desintegra, un equipo que se va diluyendo con la perdida de sus pilares.

¿Se presentará una desbandada? Dante tiene ofertas a granel y contrato sólo hasta el 2014; hasta esa fecha también tienen vínculo laboral jugadores emergentes de gran talento pretendidos por otros clubes como Tony Jantschke (21), Patrick Hermann (20), o Igor de Camargo; otros apenas están atados hasta el 2013, entre ellos Marx Thorben, Havard Nordtveit (21), el argentino Raúl Bobadilla (24) y Mike Hanke.

El único amarrado a largo plazo es el portero ter Stegen de 19 años, cuyo contrato va hasta el 2015. Esto quiere decir que o el Mönchengladbach se sienta a negociar ya mismo con la plantilla que le ha dado tanto éxito hasta ahora, o asume el riesgo de perder una buena parte de ella, lo cual le llevaría a reiniciar de cero todo el proceso que con éxito hoy exhibe.

Mis fuentes me informan que ahora, con el dinero fresco que deja la partida de Reus (la de Neustädter no deja ninguna ganancia, el jugador se marcha libre), se empezará una ronda de negociaciones con aquellos futbolistas que estructuralmente más se requieren: Arango (a quien le mejorarán la oferta), Hanke, Nordtveit. Posteriormente, contando con la posibilidad de obtener ingresos adicionales provenientes de una probable clasificación a torneos internacionales (Champions League, aunque se piensa más en Liga de Europa), el turno le corresponderá a Dante, Jantschke y Hermann.

De otro lado el club se viene renovando con nuevas alternativas: llegaron hace poco el juvenil talento de la selección alemana Sub20 Tolga Cigerci (19 años), de la cantera del Wolfsburg, quien debe llenar el vacío creativo en el mediocampo que podría dejar un posible fracaso de la negociación con el venezolano Arango, a quien a largo plazo debe sustituir; y otros novatos de proyección como Lukas Rupp, Julian Korb, Mathias Zimmermann, el defensor central Niklas Dams, el delantero de la selección Sub20 Elias Kachunga, y el japonés Yuki Otsu.

El acto de equilibrio del Mönchengladbach en esta segunda vuelta tendrá la dimensión de un espectáculo circense: paralelamente hay que obtener los resultados que permitan seguir soñando con un buen lugar en la clasificación (con cupo a torneos internacionales) al final de la Bundesliga, de otro lado hay que ir negociando con los jugadores que ya están, y de paso ir introduciendo a los nuevos dándoles oportunidades de acumular minutos, dejando de lado a aquellos que ya no cuentan o contarán.

Por favor, no se pierdan el resto de la temporada del Mönchengladbach, será tan interesante como la primera y quizás traiga un colapso, una implosión, o la historia de una transición hecha sin perder demasiado.

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