Mittwoch, 11. Januar 2012

¿Tráfico de menores o promoción de talentos?

En el caso del chico de 13 años Nico Franke, quien acaba de ser fichado por el Hoffenheim para sus divisiones inferiores, la respuesta a esta pregunta no es fácil, y marca la diferencia entre lo que puede ser –según el caso- un debate moral o un acto de responsabilidad deportiva.

(foto BZ)

La Bundesliga no se diferencia en nada a otras ligas del mundo en su política de esforzarse por descubrir a una edad temprana talentos que en el futuro puedan aportarle mucho a los éxitos del equipo. En situaciones regulares a estos chicos se les llama “producto de la cantera”, niños que van pasando por las diferentes categorías competitivas de un club hasta que –con mucha fortuna y aún más talento- son acogidos en el plantel profesional.

En los años recientes cada vez son más en Alemania los buenos “productos de la cantera” (no en vano la exportación de latinoamericanos, como ya reseñamos en este blog, ha disminuido y para algunos clubes se ha hasta anulado): Mario Götze, Marco Reus (ambos Dortmund) Thomas Müller, Holger Badstuber, (ambos Bayern) son entre los más jóvenes ejemplos a nombrar; Philipp Lahm o Bastian Schweinsteiger (Bayern) hacen parte de los internacionalmente consagrados.

Claro, todos ellos son habitantes, bien sea de la ciudad o la región, donde el club que los formó tiene su sede. Eso hace el caso del chiquillo Franke distinto, a él se le buscó muy lejos del radio de acción geográfico del Hoffenheim, que fue a Berlín para adquirirlo, para ofrecerle las condiciones de abandonar un equipo amateur y entrenar, desarrollarse y progresar, en el seno de una institución mucho más sólida en el fútbol profesional que el Tennis Borussia del que hacia parte.

La prensa habla de un “contrato” de formación que incluye un salario de €250 + costos de vida; el Hoffenheim desmiente esas noticias y desvirtúa cualquier vinculación contractual refiriéndose con mayor precisión de un “acuerdo” que abriga a Franken en sus preocupaciones vivenciales de tal forma que con dedicación se pueda entregar al fútbol.

Esas son precisiones de formulación que la verdad son irrelevantes.

Así como es de irrelevante que se pretenda describir el caso como “tráfico de menores” olvidando que los padres de Franke, legalmente responsables del niño, aceptaron las condiciones con la convicción de estar apoyando el cimentar el futuro de su hijo. Cualquier progenitor actuaría así, de manera responsable, mirando que se le puede dar desde temprano al vástago para emprender el camino por la vida sin perjudicarlo.

Esos argumentos de algunos críticos “al niño se le desprende del seno de su familia” parecen ignorar que voluntariamente una familia mira más allá del presente; según esos críticos, no deberían existir internados, una opción que muchos padres toman para brindarles a sus hijos una mejor y más completa educación.

Müller, Badstuber, Lahm, Schweinsteiger, Götze y Reus, tuvieron la fortuna de que en su entorno existía un gran club de fútbol al cual sumarse; Franke, en Berlín, no contaba con tanta suerte (el equipo de la capital, pese a haber formado a Kevin Prince y Jerome Boateng, no destaca precisamente por su trabajo en la cantera, mucho menos por el que se hace con un poco estable equipo profesional), y la pregunta que yo me hago es –libre de una doble moral- ¿debe entonces, por esa circunstancia geográfica, enterrarse el talento de un chico?

Mi respuesta es NO. Si así fuera, entonces hoy no disfrutaríamos de Lionel Messi, es tan sencillo como eso.

A Nico Franke lo pretendían Bayern, Bremen y Hamburgo; el chico y su familia consideraron al Hoffenheim la mejor opción, y hasta allí la historia, como yo la veo, es legitima y loable pues puede aportar cosas positivas a ambas partes, al jugador y al club.

Ahora bien, y aquí si debe quedar clara mi posición, el Hoffenheim tiene una responsabilidad no sólo deportiva sino humana frente al chico Franke y su familia, y hay que estar muy atento a cómo la llenan. Yo quiero ver menos personas reaccionando al fichaje, y más velando porque su aplicación le de prioridad al bienestar del niño.

Keine Kommentare:

Kommentar veröffentlichen