Dienstag, 22. Februar 2011

A 24 horas del reencuentro

Han pasado poco más o menos 9 meses de esa dolorosa derrota en Madrid cuando el Bayern cayó por marcador de 0-2 ante el Inter Milán en la final de la Champions League; el miércoles se ven de nuevo las caras, esta vez en octavos de final de la competición y el panorama es uno muy distinto.

Antes del juego sólo se han dicho en Múnich dos verdades; la primera la formuló el delantero Mario Gómez al decir “no será una revancha, no se trata esta vez del título en la Champions League sino del tiquete a la siguiente ronda. Somos otro equipo en una situación muy diferente”. La segunda salió de los labios del directivo del club alemán, y ex delantero del Inter, Karl-Heinz Rummenigge: “este es un partido en el que no somos ni los favoritos ni los más débiles; este es un partido de tú a tú”.

Gómez tiene razón por partida doble ya que una “revancha” en octavos no compensa la derrota en la final; eliminar al Inter en esta fase de la Champions League máximo servirá para “sacarse una espina” y –lo más obvio- posicionarse como un teórico favorito al título esta temporada al superar al campeón de todo en el 2010 (Mundial de Clubes, Champions League, Serie A, Copa Italia). Pero arrollar al Milán no será otra cosa para el Bayern (de lograrlo) que un paso adelante en un camino aún largo.

El goleador hispano-alemán, primero en la clasificación de artilleros de la Bundesliga, segundo en la de la Champions League, también acierta al abordar el tema de que el Bayern es hoy “otro equipo” al de mayo del 2010. No se trata sólo de que Ribéry estará esta vez en la cancha (en la final en Madrid estaba suspendido), es más bien un llamado de atención a que la línea posterior del club de Múnich es hoy muy distinta (pese a que dos jugadores repiten) a la que se paró contra el ataque del Inter en Madrid.

La retaguardia del Bayern está completamente renovada: en mayo del 2010 eran Butt; Lahm – Demichelis – van Buyten – Badstuber; en febrero 2011 son Kraft; Lahm – Badstuber – Timoschtschuk – Pranjic. Súmenle el recambio de van Bommel por Luiz Gustavo y tenemos una formación defensiva completamente distinta, lamentablemente no por ello mejor pues los centrales siguen dejando mucho que desear, y el lateral izquierdo continúa siendo una posición llenada de forma interina (antes por Badstuber, ahora por Pranjic).

De otro lado, este Bayern que juega mañana en Milán tiene un mayor potencial ofensivo que el del 2010: Mario Gómez no se cansa de hacer goles y en total lleva 26 goles en 22 partidos oficiales, una impresionante estadística, 6 de ellos en la Champions League; Thomas Müller, por su parte, en los últimos 11 partidos ha participado en la fabricación de 15 goles del Bayern (7 pases y 8 convertidos). Robben acumula también muy buenos número: 5 goles y 4 asistencias en 6 partidos jugados en el 2011 tras perderse el segundo semestre del 2010 por lesión. Mirando sólo las estadísticas habría que decir que Ribéry es el más flojo integrante del ataque, viéndolo jugar hay que ignorar esos índices, el francés pasa por un muy buen momento.

La otra gran verdad de este enfrentamiento de octavos de final es la de Rummenigge; ni el Inter ni el Bayern son favoritos, este será un partido de tú a tú en el que ninguno de los dos finalistas de la pasada Champions ha encontrado el ritmo que los llevó hace 9 meses a esa instancia de la competencia.

Tanto los italianos como los alemanes atraviesan una fase caracterizada por la búsqueda de lo bueno que tenían hasta hace poco, y la compensación de lo malo que se les vino encima al principio de la temporada que corre. Tanto el Bayern como el Inter regresaron a las actividades futboleras después de la pausa de verano con la convicción de poder construir a partir de la base sentada antes de partir de vacaciones; en el caso del equipo de Milán eso era casi imposible tras la partida de Mourinho, en Múnich, en cambio, nadie –hasta ahora- ha encontrado la respuesta (aunque sí muchas excusas) al bajón en el rendimiento de un equipo que conservó intacta su plantilla de jugadores y el mismo cuerpo técnico.

Ambos están por fin dando señales de recuperación. El partido será muy equilibrado y en el caso del Bayern dependerá de qué tanto explota su poder ofensivo y cuán cuidadoso es en cubrir su déficit defensivo.

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