Montag, 20. Juni 2011

¿Duelo de mentirosos?

Ballack contra Löw; Löw contra Ballack; entrenador contra ex capitán; ex capitán contra entrenador… Ese es el resumen más corto de lo más importante que está pasando en el fútbol de Alemania en estos momentos. La disputa es por demás “sucia”, un duelo de “mentirosos” si se decide otorgarle credibilidad a uno u otro bando, que mutuamente se acusa de faltar a la verdad. ¡Pero la verdad es tan clara!

La verdad es que a los contrincantes les faltó ser sinceros entre sí y consigo mismos. Aquí las pruebas:

Löw: El entrenador de la selección alemana planeó un Mundial 2010 en torno a su capitán, Michael Ballack, pero la lesión de éste antes del compromiso en Sudáfrica le obligó a cambiar los planes acelerando un proceso de renovación del equipo, arriesgando con jóvenes inexpertos (Khedira, Özil) cuando hubiera preferido una mezcla con un líder conduciendo los hilos en el medio, el capitán, eso sí, uno fuerte en lo deportivo pero débil en lo social.

Ballack: Pese a que Löw le tenía previsto como pilar de la selección el capitán se negó a aceptar lo que ya era una derrota. Su lesión sólo aceleró su salida del equipo nacional, una salida que Ballack sabía, ya estaba preparada y era obvia. El entrenador le desmontó al capitán el andamio de poder cuando descartó a dos de sus más fieles lugartenientes (Thorsten Frings y Kevin Kuranyi) confrontándolo a un nuevo escenario: “en lo futbolístico sigues siendo importante mi querido Michael, pero tu influencia como líder de este equipo no tiene mayor futuro” fue el mensaje del entrenador. Ballack pensó que desde adentro aún podría imponer sus condiciones, que su presencia en el vestuario equilibraría las cargas y le permitiría seguir ejerciendo como conductor principal de un grupo que apoyado por Löw ya no estaba dispuesto a someterse.

Löw: Uno no sabe si fue buena voluntad o cálculo maquiavélico, pero la invitación que le hicieron a Ballack a la concentración de la selección en Sudáfrica poco antes del partido contra España fue una cachetada que dolió. El capitán, que ya no lo era, visitó la sede de Alemania movido (teóricamente) por el deseo y la necesidad de impartir un espaldarazo moral que fue ignorado por todos los miembros del equipo que poco o nada le hablaron. Hubo otros huéspedes que fueron tratados y recibidos con mayor calidez, a Ballack se le hizo sentir fuera de lugar y ninguno de los responsables de la selección, Löw el principal, hizo algo para respaldar la autoridad moral de su ex capitán.

Ballack: En vez de, repitiendo el error, aceptar lo inocultable, que no se le quería más, optó por formar conflicto reclamando el brazalete de capitán tan pronto regresara a la selección. Una pataleta de perdedor que se niega a reconocer su situación y en vez de marcharse sin hacer ruido forma escándalo en plaza pública, lo cual sólo hizo más penosa su situación.

Löw: A puerta cerrada (no lo puedo confirmar, pero me puedo imaginar que así fue, por eso lo escribo así) el entrenador le comunica a Philipp Lahm que su condición de nuevo capitán de la selección no está en riesgo; a puerta abierta proclama que Ballack es EL CAPITÁN y que una vez regrese al seno del equipo nacional ocupará de nuevo el papel que tenía. Inteligente, por un lado se calma la furia de Ballack, por el otro se arregla la disputa ignorando al ex capitán pues ella sólo revive si él es convocado nuevamente, algo que no sucede.

Ballack: ¿Por qué el brillante jugador, quizás el mejor de Alemania en la última década, se niega a aceptar la realidad? Él, mejor que nadie, sabía lo que el país sabía: su futuro en la selección era una fantasía tras la confirmación a altísimo nivel del dúo Schweinsteiger-Khedira y la reserva de jóvenes talentos como Kroos, Bender y cia. ¿Por qué se niega a reconocer los hechos y decide, de ser verdad ello, creerle a un entrenador Löw que le dice que cuenta con él una vez se recupere de sus lesiones en un equipo donde no tendría ni posición ni un ápice de autoridad?

Löw:
¿Y si es verdad que el entrenador le contó a Ballack en marzo que ya no contaba con él, por qué opta por callarse su decisión públicamente, generando con ello un interminable debate, sabiendo que actuando así lo único que hacía era arrastrar un cadáver que tarde o temprano empezaría a oler feo? A Löw, como de costumbre, le pesó más la preservación de su imagen, él no quiso salir a decir “ya no contaré más con Ballack” pues ello le adjudicaría el papel de malo en la película. No, el entrenador –si dice la verdad- le descargó a Ballack la responsabilidad de decir adiós a la selección por su propia cuenta (algo que obviamente el jugador prefería demorar tanto como le fuera posible) en vez de hacer sonar su voz, con los pantalones bien puestos, con un resoluto “se acabó”; No, el entrenador –si no dice la verdad- jugó al gato y al ratón, a dar “contentillo”, a hacer promesas que no tenía la intención de cumplir.

Ballack: Castigar a la afición negándole la oportunidad de despedirse de él, a quien consideran aún un ídolo, en el partido en agosto en Stuttgart contra Brasil, fue su más grave error. El jugador hizo de la búsqueda de la verdad su mayor preocupación, el no quería despedirse marchándose por la puerta de atrás, se le ofreció el portón del frente y en vez de aceptarlo le dio prioridad al desmantelamiento de la verdad (desde su perspectiva) por encima del respaldo de los amantes de su fútbol, esos que incondicionalmente le apoyaron siempre, algo que (eso es un hecho) no hizo ni el cuerpo técnico de la selección ni las directivas de la federación.

P/S: Sea quien sea el que dice la verdad, independientemente de quien miente, lo cierto es que el fin de la carrera de Ballack en la selección ya había llegado, eso es indiscutible revisando el potencial juvenil actual de Alemania. El tema es: ¿tenía que ser tan triste y poco elegante esa despedida? en el fondo tanto el jugador como el entrenador Löw aportaron lo suyo al desarrollo de esta indigna situación.

1 Kommentar:

  1. buenisimo tu punto de vista, y si es una lastima que la figura de michael se despida de esta manera de la seleccion, pero es obvio que esto viene desde el impase que tuvo con lham en las declaraciones por la cinta de la capitania, la verdad es trizte que suceda esto desd eel punto de vista de no poider observar a ballack despedirse de la seleccion como se debe y bueno ojala y esto no afecte dentro del grupo porque las consignas de low y todo el fuctobol aleman son claras para los proximos torneos dsbancar españa y buscar la euro a como de lugar y a prepararse para el mundial no existe otra cosa mas ue ser campeon y con este equipo claro q s puede soñar con eso... saludos y gran blog el tuyo...

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