Montag, 17. Oktober 2011

El fenómeno Podolski

Cada vez que me preguntan lo digo, así no me crean, o quieran rebatirlo con argumentos sobre la importancia del “colectivo”: el Colonia es Lukas Podolski + 10 asistentes. Cuando él funciona el equipo suma; cuando él no funciona pero sus asistentes sí, los puntos se los lleva el rival.

Esta temporada he tenido la oportunidad de ser testigo constante de esa realidad, he visto en vivo los triunfos y las derrotas del Colonia, que son –reduciéndolo a lo esencial- los triunfos y las derrotas de Lukas Podolski: el 0-3 y el 1-2 en casa contra Wolfsburgo y Nuremberg respectivamente; el 4-1 propinado como visitante al Leverkusen y el 2-0 de ayer sobre el Hannover.

En ambas derrotas enunciadas Podolski estuvo completamente desconectado; en las victorias lució como lo que es en realidad: un jugador de talla mundial, una estrella internacional, el más destacado futbolista alemán de su generación, a la que pertenecen otros gigantes como Bastian Schweinsteiger. Contra Hannover anotó los dos goles del partido, contra Leverkusen marcó también dos y sirvió uno.

Es testimonio de la calidad de Lukas Podolski el que el equipo camine a su ritmo, de otro lado también es una trampa para el colectivo, especialmente porque el jugador tiene muchas cosas positivas, pero la constancia no hace parte de su lista de virtudes personales.

Hay que tener en cuenta que pese a que el amor por su ciudad y su club (Podolski es oriundo de Colonia y producto de su cantera) no este el motor que mueve al jugador a entregar actuaciones del nivel de las que le vimos contra el Hannover y el Leverkusen.

Aquí hay que poner las cartas sobre la mesa para confirmar que el gran aliciente en la carrera profesional de Lukas Podolski es la selección alemana. No es casualidad que en Leverkusen haya hecho uno de sus mejores partidos en muchos años; en duelo directo con el retador por su posición en el equipo nacional, Andre Schürrle, trabajó ejemplarmente en la recuperación del balón, luchó la posesión de la pelota, la defendió, y cuando fue necesario (incluso favorecido por la generosidad de un árbitro que en vez de mostrarle tarjeta se contentó con una reprensión) sacudió violentamente a su rival.

“Aquí estoy yo, y aquí le demostraré por qué yo merezco ser titular en Alemania y no usted, señor Schürrle” parecía ser la consigna de Podolski en ese Colonia – Leverkusen. El duelo lo ganó de lejos, con muchos meritos, opacando a la competencia.

Pero el problema es que Schürrle si es constante, y si bien perdió la batalla personal en la cancha contra Podolski, va adelante en puntos en el conglomerado. La prueba es que el entrenador alemán, Joachim Löw, sigue trabajando sin dejarse confundir en la integración del de Leverkusen a la selección, lo cual vimos todos la semana pasada contra Austria, donde el juvenil anotó un soberbio gol y realizó un gran partido.

Picado en su orgullo, sabiendo que el día anterior Schürrle volvió a sumar puntos importantes en la competencia por la posición en la selección al anotar un GOLAZO (así, con mayúsculas) en el empate a dos entre Mönchengladbach y Leverkusen, Podolski saltó a la cancha el domingo a enfrentar al Hannover convencido (como sucedió) de poder doblegarlo en solitario.

Y si Schürrle hizo un GOLAZO, pues Podolski hizo DOS GOLAZOS. Aún mejor, Podolski fue medio Colonia, un jugador que es todo un equipo. ¡Fenómeno!

1 Kommentar:

  1. Podolski es un jugadorazo, en eso estoy de acuerdo. Pero decir que es mejor que Bastian es pasarse 3 pueblos, aunque éste esté ahora un poco peor de lo que acostumbra. Para mi Bastian es el mejor mediocentro moderno del mundo (box to box).

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