104 años de historia y apenas ahora, en la segunda década del siglo XXI, accede a la máxima categoría del fútbol alemán; el Augsburgo se tomó su tiempo pero por fin, en la próxima temporada, será uno de los grandes.
En el 2010 estuvo muy,muy cerca de lograrlo, entonces, faltando sólo 7 partidos para terminar el campeonato de la segunda división, aventajaba por 9 puntos a su más inmediato seguidor y tenía las puertas abiertas para el ascenso directo. Al final terminó tercero y tuvo que jugar contra el Nuremberg, equipo que sepultó el sueño derrotándolo 1-0 y 2-0.
En el 2011 el sinsabor no se quería repetir y por ello se trabajó para llegar a la primera división sin mayores apuros, al final se terminó segundo y desde ya la afición internacional del fútbol alemán debe empezar a familiarizarse con su nombre, por ello aquí una corta “guía del Augsburgo”.
La ciudad
Con apenas 263.000 habitantes Augsburgo no es precisamente una “metrópoli”, pero de todas formas es la tercera ciudad más grande de Baviera –después de Múnich y Nuremberg- y capital de la región administrativa de Suabia.
La relación es la ciudad con hispanoamérica es estrecha, primero porque las familias de comerciantes Welser y Fugger, oridundas de la región, financiaron a la corona española y también los viajes del conquitador Nicolás de Federmann; segundo porque un hijo suyo, Bernd Schuster, recientemente fue entrenador del Real Madrid.
El equipo
A diferencia de otros clubes donde primero se forma la plantilla de jugadores y luego se busca quien los entrene, el Augsburgo empezó a labrar su éxito dando un primer paso hacia delante con la designación del técnico Jos Luhukay, un holandés con experiencia en la Bundesliga amigo del orden y la disciplina táctica.
En torno a su concepto futbolístico las directivas construyeron una plantilla en la que se refleja un balance entre el entusiasmo juvenil y la práctica visión del juego de los veteranos. Al revisar la nómina del Augsburgo salta a la vista la ausencia de grandes nombres, la abundancia de viejos conocidos de la primera división y la buena cantidad de desconocidos valores; Luhukay lo quiso así, su máxima es “equilibrio”.
El estadio
Inaugurado en el verano del 2009, el 26 de julio, el estadio del Augsburgo, con capacidad para 30.660 espectadores, y que será sede del Mundial Femenino Alemania 2011 (albergando sólo a 24.661 personas), se construyó como parte integral del plan de ascenso del equipo contando con que en un tiempo muy breve sería escenario de la primera división alemana.
En breve el moderno estadio, uno de los más nuevos y lujosos del país, será ampliado para acoger a 50.000 aficionados. En la temporada venidera el nombre de Impuls Arena ha cambido a SGL Arena teniendo en cuenta que el club –para los próximos 7 años- será patrocinado por la compañía carbonifera SGL.
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