Montag, 6. Juni 2011

El efecto Mario Gómez

Los entrenadores tienen dos posibilidades de plantear el juego de sus equipos, sólo dos:

a- Consiguen los jugadores que se adaptan a su sistema
b- Adaptan su sistema a la plantilla de la que disponen

Joachim Löw parece que, obligado por las circunstancias, o mejor, obligado por la buena racha de Mario Gómez (y al tiempo la fidelidad a un crack insustituible, Miroslav Klose) se ha tenido que decidir por la opción b y ahora buscará plantear una Alemania con un 4-4-2.

Dos delanteros al frente, uno muy trabajador y sacrificado como Klose, otro que viene aprendiendo de las virtudes de su colega (aún sin llegar a su nivel) pero que a su favor tiene goles garantizados, curiosamente algo que empezó con un suceso histórico ocurrido en Chile.

El poder ofensivo que estos dos jugadores aportan a la selección no admite discusión, si los dos logran acoplarse la peligrosidad de la selección alemana aumenta ostensiblemente, de eso no hay duda.

Pero entonces, y aquí llega el pero, se pierde una posición en el mediocampo, la sección más densamente ocupada en el equipo, donde más jugadores a disposición se tiene, donde los talentos nuevos y ya establecidos y consagrados se amontonan a granel: Götze, Kroos, Reus, Müller, Schürrle, Podolski, Khedira, Bender, Rolfes…

El 4 de la mitad cobrará victimas, y la pregunta es quién sale y como se planteará el movimiento de esta vital zona, donde hay dos figuras que son imprescindibles: Özil y Schweinsteiger.

Donde antes se acomodaban 5 ahora tendrán cupo sólo 4, el 4-4-2 exige recortes, y recortes que, como ya vimos, sólo afecta a 3 de los 5: a Khedira, a Müller, o a Podolski. A ellos se le suman las modificaciones que se han previsto en la línea posterior, donde Philipp Lahmm cambiará de banda pasando de la derecha, donde armonizaba muy bien con Müller, a la izquierda, desde donde enganchará de afuera hacia adentro.

Por eso parecería, a primera vista, que prescindir en este 4-4-2 de Podolski, con un Lahm interiorizando, sería regalar la banda (algo de lo que durante mucho tiempo la Alemania futbolística se quejó), pero de otro lado, ¿no sería esa la banda de Özil?

Se va Podolski, Özil pasa a la izquierda a asociarse con Lahm, y con ello se limita la capacidad creativa del de Real Madrid pues su radio de acción o es muy grande y exigente, o se reduce un ala.

La otra opción es renunciar a Khedira, para transformar el 4 en línea que significaría la salida de Podolski por un diamante con Schweinsteiger como único (y en ese caso también exclusivo) volante defensivo, Özil por el centro y Podolski y Müller por los alerones. ¡Este 4-4-2 es un verdadero rompecabezas!

Antes de agotar todas las posibilidades me atrevo a pronosticar que el cupo lo tendrá que entregar Khedira, y que Klose, con su espíritu de lucha, será el responsable de asumir labores defensivas extras cuando las situaciones así lo exija. Pero antes de que ello suceda, el anunciado 4-4-2 por Löw, por culpa de Gómez y su gran rendimiento, tiene que llegar.

1 Kommentar:

  1. ¿Quién será ahora el lateral derecho y porque volverá Lahm a la izquierda?

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