Dienstag, 28. Juni 2011

El machismo femenino

Bueno, aquí estoy, cubriendo un Mundial Femenino de Fútbol, el Alemania 2011, y lo que me esperaba, como hombre, como hombre latinoamericano, sí, como “macho” (en el buen sentido de la palabra… en caso de que la palabra tenga un buen sentido), era ver mujeres por doquier.

Pero creo que el único sitio en este Mundial donde las mujeres serán mayoría es en la cancha. Eso me desilusiona.

Alemania 2011 no es distinto al Alemania 2006, tiene otras dimensiones, es cierto, le falta la explosión medial y la pasión de los aficionados, pero en materia de organización no dista del evento que tuve la oportunidad de vivir para todos ustedes hace 5 años.

Y aquí está lo que me sorprende: ¡esto está lleno de hombres!

La presencia femenina, incluso en un Mundial de Fútbol que es de ellas y para ellas, es muy, muy reducida. Los reporteros son los mismos de siempre, y en su mayoría son hombres; una chica colombiana, las dos americanas de ESPN y un par de suecas que hasta ahora sólo he visto decorando la asistencia de sus colegas masculinos que parecen ser los que trabajan.

OK, las voluntarias, las encargadas de hacernos la vida fácil en el centro de prensa, son más que los voluntarios (en cantidad y amabilidad), pero eso también fue así hace 5 años. Los funcionarios del Comité Organizador son “los” y no “las” en proporción 5 a 1 (por lo que he visto), todo esto me da qué pensar.

Yo, por haber crecido, haber sido educado, y haber aprendido todo lo importante de la vida, por mujeres “con los pantalones puestos” empezando por mi mamá y terminando con la madre de mis hijos, sigo convencido que el genero femenino tiene muchas más virtudes que aquel al que yo pertenezco.

Pero en este Mundial Femenino su representación fuera de la cancha sigue siendo menos de lo deseable; estaré atento a lo que observe en las tribunas, me gustaría ver el estadio lleno de mujeres (no sólo por estética) y poder registrar al final del día que Alemania 2011 es de ELLAS.

1 Kommentar:

  1. Asistí ayer al partido México-Inglaterra, y aunque no puedo dar mi opinión de lo que se vive en la organización, o en el área de los medios, puedo decir que me llamó la atención la cantidad de niñas inglesas, muchas de ellas no tenían ni 15 años, que asistieron al juego; eso me dio gusto; claro que como mexicana que soy, me habría encantado ver el estadio lleno de mexicanas, pero tristemente no fue así.

    Otra cosa que vi fueron muchas familias, pero definitivamente no es nada comparado con el mundial del 2006 cuando tuve oportunidad de asistir al México-Irán, y a la final. Ayer llegué con mi esposo (también mexicano) muy ataviados con sombrero de charro y banderas, esperando ver aquél ambiente que se vivió en Nürnberg, pero me llevé la gran sorpresa de que eramos una minoría quienes incluso llevábamos banderas.

    Y no es que a las mexicanas no nos guste el futból, me bastó un día que fui al Azteca con la Rebel (porra de Pumas), para darme cuenta que habemos muchas mujeres apasionadas a este deporte. Lo triste, en el caso de la selección femenil, es el poco apoyo, y la pobre cobertura de los medios; tanto que hoy les importa más que la sub-22 esté metida en lios, que la gran actuación de las mexicanas el día de ayer.

    Ojalá los dos siguientes juegos de México, a los que también iremos), se viva un mejor ambiente, y me encuentre más mexicanas.

    Saludos desde Luxemburgo.

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