Mittwoch, 7. September 2011

Análisis: Alemania aprende una lección en Polonia

Clasificada de antemano a la Eurocopa 2012 Alemania empató a dos goles con Polonia, uno de los anfitriones del torneo, en un partido amistoso que evidenció cuán amplia es la brecha entre la euforia y la realidad.

Si bien es cierto que no todos los partidos de la selección alemana se pueden convertir en una “fiesta del fútbol”, como ocurrió recientemente con las contundentes exhibiciones de calidad contra Brasil (amistoso) y Austria (valido por la eliminatoria a la Eurocopa); tampoco se puede evitar plantear el interrogante ¿cuál es la Alemania que el mundo verá en la próxima Eurocopa?

La descripción de los alemanes, actualmente, oscila entre el calificativo de un “equipo genial”, y el de una “selección vulnerable”, cuyo comportamiento defensivo carece de la constancia que caracteriza a los grandes. Contra Polonia (6 de septiembre, 2011), formando con jugadores que aún luchan por un espacio en el plantel titular, se estuvo a muy poco de perder (hubiera sido la primera victoria polaca sobre Alemania), y al final se rescató un empate a dos goles; contra Austria se encajaron en dos ataques, dos goles.

Jugadores imprescindibles

El entrenador Joachim Löw –invicto en partidos amistosos jugados en el exterior- declaró aliviado, al terminar el juego contra Polonia en Gdansk, “estoy agradecido de no ganar todos los partidos, en amistosos como éste no todo tiene que funcionar, importante es la información que obtengo. El resultado contra Polonia no era relevante, pero darnos cuenta de cuánto trabajo tenemos aún por delante hasta llegar a la Eurocopa sí”.

Desde esa perspectiva positivista Alemania puede concluir, tras lo sucedido contra Polonia, que en sus filas cuenta con jugadores para los que –por más talento que tenga a la mano- no existen sustitutos. Thomas Müller, el goleador del Mundial Sudáfrica 2010, es uno de ellos; sin sus tres pases de gol en el partido contra Austria la fiesta de la clasificación tempranera a la Eurocopa 2012 no hubiera sido tan alegre, y contra Polonia, sin su aporte, el partido se hubiera perdido.

Bastian Schweinsteiger es otro, su remplazo ante Polonia, Simon Rolfes, no aportó ni la dinámica al ataque, ni la agresividad en la recuperación, que el jugador del Bayern Múnich personifica. El capitán Philipp Lahm, relevado en Gdansk por el juvenil Marcel Schmelzer del Dortmund, es otro buen ejemplo, pero el mejor es el del mediocampista creativo del Real Madrid, Mesut Özil, quizás el jugador “absolutamente” imprescindible; sus ideas son tan necesarias para Alemania que otros dos talentosos futbolistas, como son Toni Kroos y Mario Götze, no son suficientes para cubrir su vacío.

El eterno problema

El arquero Manuel Neuer también luce insustituible, su suplente, Tim Wiese del Bremen, cometió contra Polonia un error que por poco le cuesta la derrota a Alemania, y aunque en otras situaciones salvó la valla de su equipo, fue obvio que la comunicación con sus colegas de la defensa no es ideal.

Mientras en el ataque el entrenador Löw cuenta con numerosas alternativas, en la defensa –que pareciera ser un eterno problema alemán- las opciones son limitadas. Alemania aún no cuenta con un lateral que aporte lo que el capitán Lahm entrega por la banda que juegue (primero por la izquierda, luego por la derecha, ahora de regreso a la izquierda); hoy por hoy el sector derecho está vacante y quienes han sido probados allí (Christian Träsch, Benedikt Höwedes, Jerome Boateng) no son laterales de oficio.

Ello abre un boquete que no le facilita las cosas a un jugador como Thomas Müller (mediocampista por esa zona), que no es el único en la línea posterior. La “perfecta” pareja de centrales aún no se encuentra, contra Polonia Per Mertesacker (nuevo jugador del Arsenal) y Jerome Boateng lucieron lentos; contra Austria los juveniles Holger Badstuber y Mats Hummels lucieron mejor, su aporte en la apertura de las acciones ofensivas es significante (especialmente las del primero), pero sus deficiencias en la marca tampoco pueden ocultarse.

Once meses para corregir

Las buenas noticias para el entrenador Joachim Löw, quien además todavía no define con qué sistema de juego se presentará en el futuro (¿4-2-3-1? ¿4-1-4-1?), es que ya clasificado para la Eurocopa 2012, tiene por delante casi un año entero de partidos de “fogueo” que le permitirán afinar sus conceptos y decantar las posiciones.

En total los alemanes tendrán en los próximos meses, de acuerdo a su programa oficial, cinco partidos para corregir y mejorar: contra Turquía y Bélgica en octubre (oficiales dentro de la eliminatoria a la Eurocopa), más los amistosos contra Ucrania y Holanda (noviembre), así como contra Francia en febrero del 2012.

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