Montag, 5. September 2011

Las manchas de la alegría

No me recriminen por lo que voy a decir, ni me digan que este es el momento para disfrutar de la selección alemana y no para hacer sonar las alarmas. Lo siento, así como me alegro de sus progresos, me siento en la obligación de plantear aquí un par de aspectos (ustedes podrán decir “detallitos”) que para muchos pasan desapercibidos, pero yo no puedo ni quiero dejarlos escapar.

Alemania aún no es tan perfecta, ni tan buena, ni tan sólida como luce a veces. Además, todos elogian sus puntos fuertes, ¿y qué pasa con los débiles?

Claro, todo el viejo continente (Alemania misma incluida) ya ve a los teutones como claros favoritos a la Eurocopa 2012; sería tonto decir que no es así. Pero la verdad, el qué tan lejos se llegue en ese torneo -teniendo en cuenta que la selección alemana no será cabeza de grupo y por lo tanto su nivel de competición deberá estar al máximo punto desde el primer partido, España y Holanda podrían ser sus rivales de apertura; Francia, Italia e Inglaterra los siguientes- dependerá de lo que aquí les contaré.

1- El sistema


¿4-2-3-1? ¿4-1-4-1? ¿Una transición durante el partido de un sistema al otro dependiendo de cómo se desarrolle?

El 4-2-3-1 ya lo conocemos del Mundial 2010 y partidos siguientes. Bastian Schweinsteiger y Sami Khedira (o quien se decida que acompañe al primero pues allí pueden funcionar a la perfección tanto Kroos, como uno de los gemelos Bender, o Rolfes) en contención, Özil de creativo, Podolski (Schürrle) y Müller por las bandas, Klose (Gómez) al frente.

Este planteamiento va a ser, sin duda, la base de todo lo que pase en el futuro. Pero de otro lado es un desperdicio cuando se tienen como generadores de ideas tanto a Kroos como al genial Mario Götze; un desperdicio que el entrenador Joachim Löw no está dispuesto a asumir.

Queda entonces el 4-1-4-1, una variable con sólo un medio defensivo y dos creativos por el medio. Un suicidio ante selecciones que se atrevan más al ataque (como Holanda para citar sólo una), pero válida desde la perspectiva del mismo Löw que dice que si se juega con la filosofía de generar ataque “es lógico que concedamos opciones de encajar, lo cual no importa si nosotros hacemos suficientes goles”.

No, ese 4-1-4-1 lo veremos con frecuencia de aquí al inicio de la Euro 2012, pero más –estoy convencido de ello- porque se buscará afinarlo antes que imponerlo. Se le necesita como recurso, especialmente luego de haber comprobado (contra Brasil) que funciona y se tiene el material en la plantilla para aplicarlo, pero no será la “biblia” alemana.

La que sí será la “biblia” es la transición de un sistema al otro, la flexibilidad de acomodar un 4-2-3-1 a un 4-1-4-1 cuando se requiera y se den las posibilidades. El partido contra Austria la semana pasada fue el mejor ejemplo de sus virtudes.

Pero también de sus fallas a estas alturas (aún quedan, contados desde hoy, 277 días para perfeccionarlo todo)

En este “caucho” táctico, que se estira y se encoje según las circunstancias, hay un jugador (y sólo uno, es la verdad) que lo posibilita: Toni Kross. El del Bayern es el único en capacidad de asumir labores de contención con propiedad y aportar en la segunda versión del planteamiento genialidad hacia delante.

Es un chiste, uno de mal gusto, que Kroos, cuya flexibilidad le condenó durante los últimos años a no poder desplegar a tope todo su potencial por la indecisión de sus entrenadores de adjudicarlo un papel definitivo, hoy esté a punto de convertirse en el pilar fundamental de Alemania en la búsqueda de los ansiados títulos internacionales.

Seis goles contra Austria –en el debut de este concepto- hablan a favor; dos goles en contra, en los dos únicos ataques del rival, en contra. Aún hay que trabajar intensivamente en los espacios enormes que se abren cuando se pasa al 4-1-4-1 con el partido en desarrollo, y, muy importante, en el siguiente aspecto.

2- Los centrales

Partiendo de que se preferirá el “caucho”, es vital tener en cuenta cómo cumplirán su labor los centrales, pues cuando el 4-1-4-1 aparece, se necesita que ellos estén bastante adelantados, cubriendo la espalda del único jugador de contención (Schweinsteiger) de tal manera que los boquetes no sean tan grandes que otorguen libertades de movimiento a los atacantes del equipo contrario, y su cuota de recuperación, rechazo y seguridad debe incrementarse para en el mejor de los casos despejar el peligro, para en el peor frenar un avance lo suficiente para permitir el regreso del resto de compañeros.

Löw tendrá que sacar lo mejor de Badstuber (que hoy por hoy está sembrado y es el Mertesacker de ayer como jefe de la línea posterior) pues este, sin duda, es el integrante de la pareja de centrales que más aporta en la apertura de juego y en la transición de defensa a ataque con la precisión de sus pases, pero a la vez es el que luce más inseguro al momento de retomar posiciones, de reordenarse.

Sin su aporte, y el de su colega (llámese éste Hummels, Mertesacker, Boateng o Höwedes), el “caucho” no va a funcionar.

3- El lateral derecho

Con un Philipp Lahm de regreso a la banda cambiada (el capitán cumple, pero sus aportes ya no son lo que eran), la posición del lateral derecho está abierta, no tiene dueño, y los candidatos de Joachim Löw inexplicablemente son todo, menos laterales.

Contra Austria fueron Benedikt Höwedes, central del Schalke, y Jerome Boateng, central del Bayern pero que por lo menos conoce el puesto porque lo ha ocupado. Contra Brasil el afortunado fue Christian Träsch, que tampoco es lateral sino volante.

Joachim Löw aún tiene una plaza vacante, y sin un sólido y constante lateral derecho las cosas se pueden ir a pique pues cuando Thomas Müller –como es su vocación y oficio- se lance al ataque necesita alguien que le asesore en la marcha y a la vez le cubra la retaguardia.

Mi recomendación para esa posición es Gonzalo Castro, con él se tiene un lateral de oficio que conoce la selección y acopla bien con sus integrantes porque ha jugado tanto en Leverkusen (Toni Kroos, André Schürrle) como en los equipos naciones de categorías inferiores (Mesut Özil).

Vamos a esperar que respuestas tiene el entrenador. Esta noche a ver el primero de un año entero de partidos de fogueo de Alemania: el rival es Polonia.

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