Freitag, 9. September 2011

Las finanzas del fútbol alemán

Los balances en Alemania son sanos, como veremos a continuación, y aún así existen un par de actuaciones que arrojan preguntas sobre la forma como en este país se mueve el negocio del fútbol.

Encuentro en la red que desde el exterior se percibe –con razón- que el modelo alemán es el que debe seguir el resto de Europa para rescatar las finanzas del balompié.

Cuando, como esta semana, Alemania conoce los resultados de su año fiscal en materia de fútbol (no el de la Bundesliga sino el de la DFB) internacionalmente se respira un poco de envidia. La Federación Alemana de Fútbol (DFB) ganó, ojo GANÓ, 4,6 millones de Euro en los dos últimos años (2010 1.7; 2009 2,9).

La cifra les podrá parecer insignificante, pero no lo es si se tiene en cuenta que los ahorros con los que se cuenta, es decir, dinero no reinvertido, que sólo está allí de garante, supera los €100 millones; y que esa ganancia es real, descontados ya todos los costos y gastos, pago de impuestos e incluso el ahorro.

La Federación recaudó €177,2 millones, de ellos 59 millones por concepto de ingresos generados por la selección nacional (12 millones más que el año anterior) en la que invirtió poco más de €86 millones.

La selección movió, en total, más de €107 millones, eso sí, arrojando dividendos. La DFB planea para el 2011 y 2012 un presupuesto de €156 millones para sus actividades; en el 2013 incluso €165 millones.

El futuro del fútbol en Alemania está garantizado. ¿O no?

Claro, la DFB trabaja de forma positiva, pero eso no es de todos. A nivel de clubes la mayoría arroja balances positivos, o deudas mínimas. El secreto es cómo maquillar los balances, y esta semana se dispararon las alarmas pues muchos piensan que no todo lo que brilla es oro, ni que lo que se ve tan bonito por fuera, lo sea también por dentro.

¿Pero por qué las dudas?

Por las noticias que llegaron de Hoffenheim, un club que –según se conoció- viene arrojando pérdidas constantes, en total 90 millones desde el 2007, pese a que sus balances son limpios. Ustedes se preguntarán ¿cómo así? ¿balances limpios pese a semejantes perdidas?

Y aquí es donde llega el truco, el cosmético. El Hoffenheim tiene un “mecenas”, el multimillonario de los programas de computación Dietmar Hopp, que de su propio bolsillo, de sus cuentas privadas, ha sacado dinero para cubrir año tras año los déficits.

Y aún mejor es la “maroma” hecha para mantener al equipo en movimiento desde su llegada a la primera división: 140 millones de gastos, 30 asumidos por Hopp como persona natural, 110 por una firma suya. La pregunta entonces es valida ¿qué tan ingeniosos son los otros clubes alemanes?

Pues aunque aún no se sabe a ciencia cierta (es tema de un detallado estudio de la liga) ya el Wolfsburgo, mejor dicho Felix Magath, dejó entrever cuantos trucos son posibles en materia de manejo del dinero.

Por ejemplo en el caso del futbolista Alexander Hleb, ahora con el Wolfsburgo pero propiedad del Barcelona, cuyo pago por el préstamo de parte de los españoles se ajusta al modelo “pay per game”, que en cristiano significa: se le pagará (€100 mil) por partido jugado; si no juega no se paga.

Y atención, los €100.000 van a las arcas del Barcelona; el jugador tiene un salario base calculado en € 4 millones anuales que el club alemán asumirá hasta diciembre de este año.

¿Ven cuán recursivos, pese a los balances positivos, son los negocios del fútbol también en Alemania?

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