Donnerstag, 15. September 2011

Balance alemán en la Champions

Una victoria, un empate, una derrota. Así se resume la primera jornada de los clubes alemanes en la fase de grupos de la Champions League, los resultados hablan del rendimiento de cada uno de los clubes participantes. Veamos, en dos párrafos para cada uno, cómo lucieron los equipos de la Bundesliga, cuáles fueron las claves de sus partidos y cómo están sus opciones de mantenerse en competencia.

Leverkusen

El protagonista de la noche londinense, en el partido entre el Chelsea y el Leverkusen, fue Michael Ballack. Para bien y para mal. El legendario jugador alemán fue recibido en la capital de Inglaterra, por la afición y las directivas de su ex club, con mucho cariño, pero Ballack sigue siendo lo que siempre ha sido (tristemente): una figura trágica.

La teoría del entrenador Robin Dutt de que Ballack y Simon Rolfes no pueden jugar juntos, quedó desmontada el fin de semana pasado en la Bundesliga, en el partido contra Ausburgo, y en especial en Londres, donde los dos jugadores se acoplaron a la perfección y se encargaron de que los alemanes lucieran como un grupo con posibilidades de lograr por lo menos un empate. ¿Por qué no una victoria? Pregúntenle a Ballack, quien perdió la opción más clara de anotar cuando el partido estaba 0-0; ¿por qué derrota? Porque Dutt sacó al ex capitán de la selección alemana y el sólido mediocampo se rompió en cuestión de segundos. Leverkusen, sin embargo, debe estar, jugando 90 minutos como lo hizo a lo largo de 65 contra Chelsea, de pasar a la siguiente fase de la Champions.

Dortmund

Aquellos que –con razón- se preocuparon por el bajo rendimiento del campeón alemán contra el Berlín el fin de semana pasado, respiraron aliviados al ver en el debut en Champions al equipo que entusiasmó con su fútbol a Alemania la temporada pasada. En el Dortmund que enfrentó al Arsenal funcionó todo… Bueno, casi todo, porque la variante de sentar a Gündogan para abrirle espacio a Sebastian Kehl terminó costando muy caro cuando este cometió un error que derivó en el gol ingles.

Es fácil explicar la decisión de Klopp: Kehl es un capitán a la sombra y en este partido, en un universo nuevo para el resto del equipo, se necesitaba su liderazgo, así como la experiencia que pudiera aportar el único integrante de la plantilla que ya había jugado Champions League. El problema es que Kehl no tiene (por estar casi todo el tiempo en la banca) la rutina que tienen el resto de titulares, y él, junto a Großkreutz, fue el único que no estuvo a la altura del compromiso. El restó brilló, y si bien es cierto que el déficit a la hora de transformar en goles las oportunidades fue demasiado grande, el campeón alemán ya pagó la “novatada”, a partir de ahora se puede esperar más de ellos, por ejemplo la clasificación a la siguiente ronda.

Bayern Múnich

Aquí no necesito dos párrafos (pero los utilizaré) para mencionar lo evidente: Bayern Múnich fue muy superior al Villarreal, le arrolló en su patio, ganó 2-0 un partido que pudó terminar 5-0, e inscribió su nombre en la lista de candidatos a la Champions League esta temporada.

Así de sencillo fue (es).

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