Donnerstag, 11. August 2011

El nuevo 4-1-4-1 de Alemania

El amistoso Alemania – Brasil de anoche, independientemente del resultado (3-2) y del momento futbolístico de los sudamericanos, fue un banquete para los dueños de casa en el que el entrenador Joachim Löw se atrevió a probar un nuevo concepto que funcionó y -aún mejor- lució tan pero tan bien, (todo un éxito) que de su selección sólo resta esperar títulos porque el nivel exhibido fue inmenso.

Löw venía formando un 4-2-3-1 con el doble pivote conformado por Bastian Schweinsteiger y Sami Khedira; a esa fórmula se aferró hasta cuando surgió un jugador espectacular llamado Mario Götze al que cualquier entrenador inteligente (y el alemán lo es) quiere poner de principio a fin.

El problema que se planteaba era responder a las preguntas cómo y dónde integrar al juvenil del Dortmund, pues con dos de contención en la mitad, y Mesut Özil sembrado (así debe ser) sólo quedaba la opción por los flancos, donde Götze rinde, sin duda, pero lo suyo es accionar mucho más central de tal forma que sus espacios de movilidad sean muchos más amplios, y por ende sus libertades.

Khedira (y Özil, lo conté ayer) no fue convocado de común acuerdo con el Real Madrid. Para su puesto al lado de Schweinsteiger el entrenador Löw tenía suficientes opciones, todas muy buenas (en mi opinión un par mejor que Khedira), como Sven Bender, Ilkay Gündogan o Simon Rolfes.

¡Pero todos ello se quedaron en el banco! El que jugó fue Toni Kroos.

Götze, ya se sabía, ocupó la plaza de Özil como conductor de los hilos del equipo nacional de Alemania; pero Kroos, contra todos los pronósticos, no fue socio de Schweinsteiger sino del juvenil del Dortmund. ¡Qué genial movimiento de sus piezas hizo Löw! Planteó contra Brasil (ojo, no contra Azerbaiyán, o Austria, o Kazajstán, no, ¡contra Brasil!) un ofensivo 4-1-4-1 con dos medios creativos llenos de ideas y ganas (Götze –Kroos) y dos por bandas (Podolski y Müller) que no sólo defendían en su propia línea sino también en las diagonales internas al hacer los regresos.

Señores, si no vieron el partido no saben de lo que se perdieron. Esa dupla Götze-Kroos armonizó de manera espectacular, se entendió a las mil maravillas, se juntó para jugar entre sí, o para poner a jugar a los demás. De Götze se esperaba este rendimiento, pero ver a Kroos fue gratificante, una especie de redención de un enorme talento victima de sus propias cualidades.

El del Bayern regularmente termina ahogado en su flexibilidad, producto de la capacidad de cubrir con propiedad todas las posiciones del mediocampo, lo que a veces hace que los entrenadores olviden que donde mejor rinde es como conductor. Löw no lo olvidó, pero también tomó en cuenta algo que sus colegas dirigiendo a Kroos desestiman: la necesidad de un socio.

Y Götze fue ese socio, aunque doy por descontado que esa pareja no será la que veremos en los torneos, allí el Kroos de anoche será Mesut Özil. Pero eso es sólo cuestión de nombres, lo importante es saber, como lo sabe el entrenador Löw -y desde ayer Alemania y el resto del mundo- que este 4-1-4-1 funciona, que el atrevimiento de poner a dos talentosos volantes juntos da resultados, que se gana muchísimo en control de balón y generación de juego ofensivo.

También importante…

…Lahm como lateral izquierdo: Löw reacciona al movimiento de su colega Jupp Heynckes en el Bayern y ubica a Lahm allí donde saltó a la fama (pese a no ser su banda natural). El lateral luce allí mucho más despierto, sus desbordes, interiorizando, aportan más al ataque, y el cambio sólo puede elogiarse.

…Mats Hummels va ganando la carrera por la titularidad en la selección al lado de Mertesacker. Ayer junto a un Holger Badstuber impecable, se destacó sobre éste con sus aportes muy efectivos a la apetura del juego ofensivo.

…Christian Träsch de lateral derecho, pese a no ser su puesto acostumbrado, convenció, especialmente teniendo en cuenta que poco o nada ha jugado allí. Buena opción.

…André Schürrle fue el gran ganador de anoche, en el segundo tiempo revitalizó el juego alemán aportando lo que se extrañó de Podolski: encarar el duelo 1 a 1, explotar en carrera a lo largo de la línea, juntarse con Götze y Kroos.

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