Freitag, 26. August 2011

La “explosiva” autobiografía de Philipp Lahm

Se llama “La sutil diferencia” y se empezará a vender en Alemania este lunes. Desde hace unos días ocupa al mundo del fútbol en Alemania por sus “explosivas” revelaciones que en primicia publicó el diario Bild. Aquí se las entrego yo en español, así como son, sin comentarios.

Sobre el ex entrenador de Alemania y el Bayern Jürgen Klinsmann

“Klinsmann llegó al Bayern con el aura del héroe del 2006, como símbolo de que el club estaba entrando en el futuro y no tenía miedo de cambios estructurales. Pero el experimentó fracasó, con él sólo entrenábamos condición física, las charlas tácticas demasiado cortas y nosotros, los jugadores, empezamos a reunirnos por iniciativa propia para decidir cómo jugar los partidos. Después de 6, 8 semanas, ya sabíamos que con Klinsmann no íbamos a ningún lado, la temporada se limitó a reducir los daños hasta su despido”.

Sobre Felix Magath

“Magath trabaja con presión y deja a los jugadores en la incertidumbre sobres si cuenta con ellos o no, de esa manera extrae lo máximo de cada uno de ellos. Para los futbolistas eso es muy exigente y llega un momento en el que ya no están de lado del entrenador porque ya no les impresiona, sus trucos dejan de funcionar porque ya se les conoce”.

Sobre Louis van Gaal

“Él introdujo una filosofía de juego en el Bayern con la que tuvimos mucho éxito la primera temporada, pero no fue capaz de reconocer y eliminar sus fallas, por ejemplo aquella en el trabajo defensivo. El equipo jugaba ofensivo, convencido que los delanteros marcarían uno o dos goles por partido, y la que sufre es la defensa. En los entrenamientos dedicábamos mucho tiempo a la apertura del juego, tan pronto el arquero tenía el balón los centrales debían posicionarse en cada una de las esquinas del área creando un hueco de 40 metros entre ellos. Nunca se planteó la opción de que en esa acción se perdiera el balón, lo que en la temporada sucedió frecuentemente y facilitó los goles del adversario. Allí éramos muy frágiles. Van Gaal nunca dudó de si mismo ni de su sistema, pero los tiempos en los que un entrenador sólo habla con los jugadores para impartir ordenes pertenecen al pasado”.

Sobre el ex entrenador de Alemania Rudi Völler y la Euro 2004

“Me sorprendió la ligereza del entrenamiento: correr dos veces alrededor de la cancha, calentar, estiramientos, con la pelota en un circulo, luego un par de disparos al arquero, un par de centros, y un partido. Eso fue todo, y eso me pareció como si uno estuviera de vacaciones con un par de amigos, pero nadie decía nada, los experimentados cumplieron lo suyo y al entrenador todo le pareció en orden y bien. El primer rival fue Croacia, pero sobre el rival no hablamos, nadie conocía a esa selección, sólo a sus jugadores de la Bundesliga, nada mas; charla táctica, una estrategia de cómo jugar, tampoco, las únicas veces en las que Völler habló, que yo recuerdo, fue cuando daba a conocer la formación titular. La regla en esa selección era la despreocupación, se entrenaban un par de situaciones en centros, nada especial, y la cosa era divertida, sí, pero carente de sistema. A diario máximo se tenía una hora de entrenamientos, nada de análisis de videos del rival, la verdad, nada de videos, lo único sobre lo que se conversaba era sobre errores que el entrenador había identificado, pero todo quedaba solucionado si uno decía que no los volvería a cometer”.

Sobre el actual entrenador alemán Joachim Löw

“Desde el primer entrenamiento él dejó ver que era un gran táctico, es muy interesante escuchar lo que él dice sobre cada posición, en especial sobre la forma cómo considera que deben ser interpretadas”.

Sobre la derrota alemana contra Croacia (2-1) en la Euro 2008

“Estábamos jugando tan mal que al entrenador no le quedaba otra que introducir modificaciones drásticas, sacó a Marcell Jansen y me envió de lateral izquierdo, lo cual en mi opinión era tan difícil en pleno partido como cambiar en el tráfico de Londres un auto con el timón a la derecha por uno a la izquierda. Nuestro juego mejoró, pero no lo suficiente, no jugábamos mal en una posición, jugábamos mal en todas, no existía un equipo solidario en la cancha, sólo discusiones y quejas. Al siguiente día nos sentamos a hablar pero pese a que era obvio qué jugadores estaban molestos con cuáles, nadie dijo nada; pese a todo por lo menos quedó claro que todos se necesitaban unos a otros”.

Sobre el gol de Fernando Torres en la final de la Euro 2008


“Lloré sentado en la cabina en la pausa, peor no podían ser las cosas, semejante error y no poder seguir jugando para corregirlo y ayudar…”

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