Dienstag, 23. August 2011

Zúrich cree en milagros, Bayern en lo terrenal

Para los suizos la derrota de la semana pasada, (0-2) en el Allianz Arena de Múnich, es motivante, un resultado que en sus propias palabras “permite soñar”. El Bayern, en cambio, no sueña, lo suyo es alcanzar la fase de grupos de la Champions League a como dé lugar. El peligro radica en creer que el 5-0 contra el Hamburgo, el fin de semana en la Bundesliga, es la nueva cara de la realidad del equipo, que no lo es.

El FC Zúrich, tras lo exhibido en el partido de ida de la ronda clasificatoria a la Champions, no hace mal en “soñar”, al fin y al cabo eso es lo único que puede hacer un equipo con tan pocos recursos futbolísticos, que pese a ser muy ordenado carece de varias de las más importantes características de un triunfador: valor, atrevimiento, entrega.

No en vano en Suiza hablan de un “milagro”, pues su clasificación a la Champions no sería otra cosa que eso, un milagro. Pero el “milagro” puede ser el comportamiento del Bayern, que en los 5 partidos oficiales de la temporada ha oscilado entre brillante y paupérrimo. El equipo ha evidenciado estar aún atrapado entre dos eras: la de van Gaal y la que está embocando Jupp Heynckes.

Los de Múnich se mueven entre el pasado y el futuro; su presente es aún difuso, falto de perfil, inestable y difícil de descifrar. La goleada propinada al Hamburgo es traicionera porque permite elogios que sólo resultan de las debilidades del rival y no de las propias fortalezas.

El directivo bávaro Karl-Heinz Rummenigge es conciente de esta situación, por ello advierte antes del partido en Zúrich: “no podemos cometer el error de presentarnos de forma arrogante creyendo que ya estamos clasificados”.

Él también pone los pies en el suelo hoy, cuando el Bayern aún no está clasificado para la Champions, y aclara que el propósito de llegar a la final del torneo, que se juega en el estadio de Múnich en el 2012, es algo que actualmente es casi imposible: “en Europa hay equipos que juegan un fútbol fantástico, por eso quiero pisar el freno del entusiasmo”.

Hace bien, el proceso del Bayern está empezando, es alentador, pero no puede prometer cosas tan grandes, hay que ir paso a paso, y el de esta noche en Zúrich apenas confirmará el ascenso del primer escalón de la empinada escalera que debe subir.

Eso si no da espacio a “milagros” suizos.

Keine Kommentare:

Kommentar veröffentlichen