Donnerstag, 7. April 2011

Selección vs Bundesliga

A Joachim Löw hay que vivirlo de cerca para saber que él es un hombre que no se deja llevar por las emociones, si hay algo que caracteriza sus apariciones en los medios es lo preparado que llega a ellas, en él hay de todo menos de espontáneo frente a las cámaras y los micrófonos, sus declaraciones son tan estudiadas como el texto de un actor.

Y eso no es malo, no es objeto de crítica, por el contrario es bueno porque uno sabe que lo que se le escucha al entrenador de la selección alemana tiene un transfondo, no es gratuito ni transitorio, es el producto de largas meditaciones y discusiones, es en últimas ya una conclusión y no sólo una opinión.

Por eso cuando Joachim Löw sale a decir que “la Bundesliga está muy rezagada frente a las grandes de Europa; le falta un buen trecho para llegar a donde están España e Inglaterra” y sostiene que se necesitan aún años para alcanzarlas, toda Alemania escucha. ¡Y le cree!

El entrenador nacional dijo esto argumentando, para respaldar su juicio, que en las competiciones europeas –Liga de Europa y Champions League- sólo quedaba con vida un representante alemán, el Schalke, agregando “mientras los otros tienen varios equipos en competencia, eso no deja bien parada a la Bundesliga ni la hace lucir bien”.

Objetivamente Löw tiene razón, pero, y aquí el pero, lo que no expresó en voz alta, pero sí insinuó, y por eso escogió la semana antes de los partidos de cuartos de final de la Champions League para hacer públicos sus comentarios, era que el representante alemán, el Schalke, no tenía mayores posibilidades de alcanzar la semifinal y que terminaría eliminado de una forma indigna por el campeón actual de Europa, el Inter Milán.

Él, al igual que todos (yo también, si señores), no contó con la explosión de rendimiento del Schalke, ni con la goleada en Milán, ni con una semifinal que ya casi tiene propietario, y por eso se sintió en libertad de decir lo que dijo, pues con un representante de la Bundesliga a apenas 2 partidos (Ok, por ahora 3, aún falta la vuelta en Gelsenkirchen) de disputar el título de la Champions no tiene sentido hacerlo. Löw se aceleró y ahora es victima de sus propias palabras que se han devuelto como un bumerang.

Por eso no sorprende que apoyado por el triunfo 5-2 del Schalke ante el Inter en Milán, y aún más por la forma en la que éste se logró, el jefe de la Bundesliga, Reinhard Rauball le diga a Löw, en público: “sus declaraciones señor entrenador fueron injustas con la liga y con nuestro fútbol, el Schalke entregó la mejor respuesta posible a su infundada crítica”.

Pero la cosa no para allí, Rauball le recordó a Löw que la Bundesliga ya se aseguró con su rendimiento de los últimos años una plaza adicional en la Champions League, la cuarta, superando a Italia, y que matemáticamente es muy probable que para el 2015 se haya rebasado a España en la clasificación quinquenal de clubes de la UEFA. Para alguien tan analítico como el entrenador de la selección, uno que no sólo habla sino que da cátedra, llamarle la atención sobre los errores propios es un bofetón que duele.

En la Bundesliga, dijo Rauball, “la tendencia es una constante ascendente, en otras en cambio los éxitos internacionales se compran adquiriendo deudas inmensas”. Löw seguramente escucha estas verdades mordiéndose los labios y arrepintiéndose de haber hablado antes de tiempo.

Pero lo que con seguridad más le duele al entrenador nacional es haber tenido que escuchar estas declaraciones del jefe de la Bundesliga con las que yo me despido: “me sorprende que Löw se queje de la falta de títulos internacionales de los clubes alemanes y no se de cuenta que el último obtenido por una selección fue hace 15 años”.

Keine Kommentare:

Kommentar veröffentlichen