Dienstag, 22. März 2011

1860 Múnich: al borde de la ruina

Yo, cada día más viejo, he podido observar que la pobreza deriva de a) carencia de dinero; b) incapacidad para manejar el que se tiene. Así, el rico sigue rico, y se enriquece constantemente porque tiene dinero y lo sabe manejar, mientras el destino del pobre es ser cada vez más pobre porque no tiene dinero, y el que tiene lo administra mal.

En una ciudad como Múnich el principio no es diferente, tampoco lo es en el Múnich del fútbol donde existe un club de la clase media alta y alta (los de la clase media baja y baja son minoría) como el Bayern, y otro del “pueblo” (porque al parecer universalmente el “pueblo” somos los pobres, los iletrados, los que tenemos menos oportunidades) que es el 1860, que de no conseguir en las próximas dos semanas 8 millones de euros (para ellos una fortuna, para los otros apenas el salario anual de una de sus estrellas) tendrá que declararse en bancarrota y despedirse de participar en la Bundesliga.

La historia de los 8 millones, en cuya búsqueda desesperada se encuentran las directivas del club porque de ellos depende poder pagar las obligaciones financiera hasta el final de la temporada y las garantías para la siguiente, es el último capítulo, pero tenemos que empezar por aquí.

El Bayern, el vecino rico, puso a disposición del 1860 los ansiados 8 millones, no directamente, sino a través de un banco de fomento del estado bavaro al que le cedía esta suma por un interés anual del 2% para que éste se lo prestara al necesitado al 4%. ¿Por qué? Porque para el Bayern (el fútbol es un negocio y no una institución de caridad) la bancarrota del 1860 significaría la pérdida de millonarios ingresos anuales, más de 50 hasta el 2025, casi 3 y medio al año.

¿Entienden? ¿No? Es que el 1860 es arrendatario en el Allianz Arena, que le pertenece al Bayern y esos 50 millones son lo que tendría que pagar por usar el estadio hasta la finalización del contrato en el 2025.

La “generosa” acción del Bayern fracasó por celos en la política pues el ministro de finanzas se opuso a la transacción, y también en la política trastabilló la siguiente buena alternativa, la de conseguir un crédito en un banco del cual el alcalde mayor de Múnich, Christian Ude, es miembro de la junta directiva, que no dio el visto bueno.

Ude, el más famoso de los hinchas del 1860 y ex integrante de la mesa directiva del club, al parecer –según los comentarios que circulan en la ciudad- tiene algo que es más grande que el amor por su equipo, y es el desdeño por “los rojos”, el Bayern, que se queda sin más de 50 millones si “los azules” van a la ruina.

Pero bueno, nos estamos adentrando en demasiados detalles de la crisis financiera de este club que no tiene estadio porque en un alarde de querer ser lo que no es se encaramó en la aventura de ser socio de la construcción del Allianz Arena para luego darse cuenta que sus recursos no daban para tanto y tener que bajarse del tren con un equipaje muy pesado, un arriendo a cuestas que tampoco podía pagar, pero que era el mal menor ya que de haberse quedado como “codueño” de esa bella construcción al norte de Múnich ya por lo menos hace tres años que no existiría como club.

Bueno, eso de que el 1860 no tiene estadio no es tan cierto, el suyo, ubicado en un tradicional barrio muniqués, se está cayendo y es utilizado –paradojas de la vida, porque el rico impone sus condiciones- por el segundo equipo del Bayern para competir en la tercera división alemana. El Grünwalder Stadion no consiguió la aprobación de remodelación por parte de las autoridades locales por (¡qué curiosidad!) falta de dinero pues los planes que podía pagar el 1860 no eran viables, y los que sí lo eran requerían que la ciudad asumiera muchos costos cubriendo al club.

Lo peor del caso es que en ese estadio, de declararse la bancarrota, el 1860 máximo podrá jugar una temporada en la Liga Regional pues en el 2012 se inician trabajos de readecuación que tomarán un par de años conviritiendo el lugar en un polideportivo y no en un templo exclusivo del fútbol como era (pese a sus lamentables condiciones) hasta ahora.

El 1860 ha hecho todo lo posible en los últimos meses para mantener su cupo en la Bundesliga: reducido los sueldos de los jugadores unilateralmente en un 10%; vendido a varias de sus más prometedores talentos; recortado la nomina de personal del club en un 30%; ahorrado en 5 meses más de 2 millones en gastos de funcionamiento.

La batalla por sobrevivir continúa… (La batalla eterna del pobre continúa).

1 Kommentar:

  1. una pregunta amigo.. qué tan popular es 1860 frente al bayern?? en porcentaje??

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