Sonntag, 6. März 2011

El otro Bayern

¿Por qué siempre hablar del de Múnich? Bayern traduce Baviera, y en Baviera hay otro equipo en la primera división alemana, uno que también viste de rojo pero cuyo estadio está más al norte, uno que en especial en este 2011 le ha regalado grandes alegrías a su afición (no como el otro más al sur y más famoso pero que está distribuyendo amarguras). Hablemos hoy del Nuremberg, el segundo mejor equipo de la segunda vuelta de la Bundesliga (por supuesto detrás del Dortmund) con 5 victorias, 2 empates, apenas una derrota, 17 puntos sumados y una diferencia de goles de +13.

Este fin de semana, por ejemplo, el Nuremberg, donde está alguien a quien yo personalmente (sin ser cercano a él) aprecio mucho (el argentino Javier Pinola), apabulló al St. Pauli por 5-0 con 4 goles de Christian Eigler, y por ocasión 63 en la historia de la Bundesliga un solo jugador anotaba 4 veces en un mismo partido. Curioso es que Eigler llegó a la formación titular luego de que el talento juvenil y máximo artillero del equipo Julian Schieber se convirtiera en baja por lesión.

A la plantilla del Nuremberg (promedio de edad de 24,7, la segunda más baja en Alemania) se le conoce como “el jardín infantil” por la juventud de sus principales figuras: Julian Schieber (quien faltará en las próximas semanas), Mehmet Ekici , Markus Mendler, Marvin Plattenhardt, Philipp Wollscheid, Timothy Chandler y Robert Mak han venido dando lo mejor de sí a pesar de ser todos menores de 21 años.

Pero señalarlos a ellos como únicos responsables de una increíble campaña que los tiene en la posición sexta de la clasificación sería un irrespeto con otros grandes trabajadores como Ilkay Gündogan (un jugador de grandes ideas), Mike Frantz (el que le muestra los colmillos a todos los rivales, y cuando hay que clavarlos no duda en hacerlo), Raphael Schäfer (un arquero que abandonó el equipo rumbo al Stuttgart para luego volver a donde mejor rinde) o el ya mencionado argentino Pinola (cuando hay que ser recio, es recio; cuando hay que aportar pases geniales y sumarse a la ofensiva es incomparable).

El entrenador Dieter Hecking ha encontrado la fórmula perfecta para balancear talento juvenil con experiencia; jugadores de recorrido, sin mayores atributos que el de laborar incansablemente, con un par de genios. No en vano tiene con su fútbol práctico soñando con las competencias europeas a toda una región que a través de los años se había acostumbrado a expresar su cariño no celebrando los triunfos sino acompañando al equipo en las dramáticas luchas por evitar el descenso o conseguir el ascenso. La afición del Nuremberg que antes sufría amando, hoy goza, todavía amando.

Y todos esos seguidores (que no son pocos, no se crea, aunque eso sí, geográficamente limitados pues el club no tiene trascendencia nacional) ven a su equipo acercarse a las competencias europeas del próximo año: esta arañando un cupo en la Liga de Europa y una plaza para la Champions League está a apenas 6 puntos.

La afición (que si lo dice) y las directivas (que no quieren decirlo) saben que esa meta es factible de ser lograda, especialmente si se mira el resto del calendario, que puede ser una bendición, o una maldición. Al Nuremberg le esperan partidos contra 4 equipos que andan escapando de la zona de descenso (Wolfsburgo, Bremen, Colonia y Kaiserslautern) y duelos directos con aquellos que están por encima de ellos en la clasificación (Bayern, Mainz, Dortmund y Hannover). Las posibilidades están allí, que tan lejos llegarán de verdad es algo que ellos mismos pueden decidir.

Aún así, llegando a Europa, el Nuremberg tendrá que reflexionar sobre su futuro pues varias de sus máximas figuras están en préstamo, por ejemplo Ekici (Bayern), Schieber (Stuttgart), lo que pone al club en la difícil situación de estar construyendo sin suficiente capital propio, corriendo el riesgo de quedarse sin fundamento. Pero todo eso se verá llegado el momento, por ahora a disfrutar de lo positivo que viene ocurriendo.

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