Montag, 7. März 2011

En el Bayern la pregunta es ¿y ahora?

Quiero empezar elogiándome, que también es una forma de darle las gracias a mi fuente, al mencionar que a eso de las 10:30 a.m publiqué el siguiente twitt: “Al mediodía las directivas del Bayern se reúnen con van Gaal para que éste presente su "plan de salvación". El entrenador irá hasta verano”. Casi cuatro horas antes de que circularan los primeros reportes de prensa sobre la fórmula de solución a la crisis del club de Múnich, y seis horas antes del boletín oficial, ya yo lo había contado todo gracias a una llamada muy efectiva.

Dicho esto (una caricia a mi ego), entremos en materia: ¿qué deja la era van Gaal? ¿Cómo se va a enfrentar el resto de la temporada? ¿Quién viene?

¿Qué deja la era van Gaal?

Empecemos por lo positivo sin comentario

- Un doblete (Bundesliga y Copa Alemana)
- La participación en la final de la Champions League del 2010
- La consagración de una estrella internacional gracias a un simple movimiento, el de pasarlo de la banda al centro como motor de la recuperación y el primer paso ofensivo: Bastian Schweinsteiger.
- El descubrimiento y apoyo incondicional a un talento único, uno de esos que surge cada 10 años, brindándole la seguridad que le permitió elevarse a las alturas de un goleador de Mundial y mejor talento juvenil de semejante evento: Thomas Müller.

Sigamos con lo aparentemente positivo, con comentario

- Un fútbol ofensivo y agradable a la vista. Tengo que reconocer que al final de la temporada pasada me alcancé a entusiasmar con la propuesta de ataque de van Gaal, pero al igual tengo que confesar que la mayoría de las veces el obsesivo control del balón y la dependencia de la pareja “Robbery”, así como de las acciones de Müller, me llevaban a revaluar el entusiasmo inicial. La propuesta de van Gaal era agradable a la vista cuando marchaba al frente, pero eso ocurría con menos frecuencia que las cada vez más presentes predominantes acciones en horizontal para conservar el dominio de la pelota. Este aspecto para muchos positivo a mí me luce sobrevalorado.
- La valentía de confiar en los jugadores jóvenes. El año pasado en un post en este blog señalé esta característica de van Gaal como uno de sus grandes triunfos, hoy la considero un “bluff” del holandés a quien veo como un apostador con sistema, el de “endeudar” a sus protegidos para luego exprimirles lo más posible. Revisemos: Diego Contento al final no dio la talla como lateral izquierdo (y se supone que él era la razón de peso de van Gaal para negarse a comprar a uno de categoría), Holger Badstuber fue perdiendo su “baño de oro” y terminó “pelando el cobre” (Löw durante el Mundial se dio cuenta a tiempo, el entrenador del Bayern tuvo que resignarse a retirarlo de la titularidad), Thomas Kraft (¡como se va alegrar un lector aquí de nombre Joseba Benito!) debutó con seguridad, hizo luego dos partidos regulares, pescó una EXCELENTE noche (lo fue) en Milán contra el Inter, y luego (lo que no crítico pues lo considero normal) cedió al peso enorme que le pusieron en sus guantes.

Terminemos con lo negativo, sin y con comentario

- Su personalidad. Arrogancia, hambre de poder, complejo de superioridad; todo eso lo puede uno aplicar a van Gaal, alguien que parecía florecer con cada pelea y discusión que generaba, alguien que en ocasiones (por ejemplo con su negativa de reforzar la plantilla) parecía tener por único objetivo mostrarle a las directivas quién mandaba de verdad.
- El “la estrella soy yo”. A Lucio (luego campeón en la Champions League con el Inter) lo espantó sin ni siquiera haber llegado a Múnich; luego se dio a la cacería de Luca Toni y estuvo a punto de dar de baja en la misma faena a Ribéry; Demichelis y van Bommel fueron sus siguientes victimas. Van Gaal no aceptaba estrellas en su plantel, no porque éstas no tuvieran qué aportar, sino porque el entrenador se propuso acaparar todo el resplandor.
- Su terquedad
- Su inflexibilidad
- Su imposibilidad de aceptar errores pese a cargarlos durante largos trayectos (con excepción parcial de Lahm, toda la defensa)
- Carencia de un plan B, lo que como consecuencia lógica supone la carencia de uno C

Cerremos aquí este aparte y avancemos.

¿Cómo se va a enfrentar el resto de la temporada?

No es secreto que a van Gaal no le despidieron porque las directivas del Bayern no encontraron quien le reemplazara a estas alturas de la temporada. ¿Qué va a pasar ahora? La respuesta la entrega la actitud de los responsables del club de Múnich que esperan milagros y confían en que sucedan dos cosas que les permitan alcanzar la meta mínima (única, diría yo) de conseguir clasificarse a la próxima Champions League.

Lo primera cosa que los directivos esperan que suceda es que el “ególatra” herido en su amor propio se proponga demostrarles de lo que es capaz y rescate la temporada como una reacción de despecho.

Lo segundo es que el equipo se solidarice con su entrenador y le regale una salida con la frente en alto en el verano.

La apuesta de mantener a van Gaal es muy peligrosa, de ninguna manera la mejor solución a la crisis, pero para desgracia del Bayern la única que tenían. En el club hay confianza que clarificado el panorama con la decisión de que el holandés no va más acabado el torneo éste les va a escuchar y va a atender sus “sugerencias”. Yo dudo que así sea, van Gaal no va a modificar su comportamiento sólo porque sabe que ya no tendrá más trabajo, temo más bien que por el contrario sus actuaciones van a ser más tercas y empecinadas, que lo va a mover más el lema “ahora si a mi manera”.

Para contestar a este aparte del post me basta decir que no veremos ni otro fútbol, ni otro equipo, ni nada diferente; sólo un Bayern que “todavía” con van Gaal va a intentar tener la razón a toda costa, y eso podría traducirse también como un seguir errando.

¿Quién viene?

En orden especulativo de oportunidades.

- Jupp Heynckes: el actual entrenador del Leverkusen, donde se ha negado a firmar la renovación de su contrato a punta de aplazar las negociaciones, es un excelente amigo del Bayern y de su presidente Uli Hoeness que ya tras la despedida de Jürgen Klinsmann, y previa la contratación de van Gaal, salvó al club de Múnich de una debacle abandonando el retiro en el que se encontraba y de paso redescubriendo su pasión por el banco. Las capacidades de Heynckes no son tema de discusión, y de lo que es capaz tampoco.
- Matthias Sammer: El director deportivo de la Federación Alemana de Fútbol, y ex campeón de la Bundesliga con el Dortmund como entrenador, cuenta con el respeto y la admiración de la mesa directiva del Bayern y si logra resolver su situación contractual actual su camino estaría despejado.
- Martin Jol: Ex entrenador del Hamburgo y recientemente cesado en Ajax, tendría a su favor una filosofía futbolística cercana a la de van Gaal, lo cual es a la vez lo que tendría en contra.
- Guus Hiddink: Su nombre cuenta con el voto unánime de la mesa directiva del Bayern, el obstáculo es su compromiso con la selección de Turquía.
- José Mourinho: Es al que desean, pero al que en el fondo no quieren, o mejor explicado, al entrenador lo desean, a la diva no la quieren.

Hay otros tres grupos de candidatos: 1. a los que de ninguna manera les van a preguntar (Ralf Rangnick por ser considerado “enemigo del club”, Rafael Benitez por las barreras idiomáticas); los que así les pregunten dirán que no (Jürgen Klopp que quiere seguir escribiendo historia en Dortmund); 3. A los que les gustaría ser preguntados y quizás se les cumpla el sueño (Michael Laudrup, Thorsten Fink del Basilea, Markus Babbel del Berlín, Thomas Tuchel del Maguncia)

Pero todos esos nombres son pura especulación. La pregunta ¿quién vendrá? no tiene respuesta.

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